Albert Wessex

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Los días pasaron como ráfagas de viento sobre mí, habían pasado cinco desde la pelea con Mike, él no apareció en todos esos días, miraba mi móvil cada media hora pero nada, Damien irritado de tanto en tanto me lanzaba una mirada de reproche, no pensé que Mike lo hubiera tomado de esa forma, ni siquiera un mensaje que me diera esperanzas y lo peor fue que yo puse final a todo sin pensar en las consecuencias, Mike se había convertido en mi todo a pesar de su comportamiento extraño.
Pasado el medio día, sin noción de la hora el tintineo de las puertas de la cafetería me sobresaltó, levanté la mirada esperanzada en verlo, el corazón casi se me salió por la boca, todo mi cuerpo temblaba, por un momento creí que fuera él, pero no fue así, un joven enigmático de barba bastante crecida negra como los cabellos largos y ondulados atados en forma de cola y los ojos celestes más penetrantes que haya visto en mi vida, superando los ojos azules de mi Dios nórdico, sonriéndole a Bridget después que ésta le enseñara sus encantos, fue a mi encuentro en la barra, los cuatro lo mirábamos boquiabiertos, vestía traje completamente negro de pies a cabeza, la elegancia de sus movimientos nos produjo calores, sí, incluso a mí y hasta Mike se esfumó de mi cabeza por unos minutos.
Thomie ya había vuelto, fue corriendo a chismear con Bridget, Damien lo miraba ofendido, pero todos queríamos saber quién era el joven con el anillo de plata en la mano, y el reloj de color plata y mallas de cuero negro, quien ya se había sentado justo frente a mí.
Solté de inmediato los cubiertos que estaba ordenando para atenderlo, él rió ante mi torpeza, se me había caído uno de los utensilios, sonreí torpemente.
-Buenas tardes, qué le sirvo?
-Hola, un expresso doble por favor. *Expresso doble, Mmm., doblemente interesante fue lo que pensé y es Ingles, no sabía qué estaba pasando porque últimamente solo me topaba con ingleses, su voz sonó lo suficientemente delicada y masculina a la vez, sin dejar de lado lo sexy que sonaba bajo toda su elegancia, entrelazó sus dedos y ladeó la cabeza ante mi escapada al mundo Emma White, mi Ello me daba unos codazos super intrigada e interesada en el caballero de negro, dejé a mis personajes imaginarios y sus tonterías de lado y agregué:
-Eso es todo?
-Sí.
-Enseguida le servimos.
Di media vuelta inmediatamente y de forma torpe unos pasos más adelante entregué a Pablo el pedido, en la cafetería anotábamos todo incluso si fuera únicamente un expresso doble, volví a mi sitio continuando con lo que estaba haciendo, pude darme cuenta de que me miraba de soslayo de vez en cuando, no pude evitar ponerme nerviosa, ya estaba nerviosa desde que lo vi y en ese momento mi super Yo enojada hizo que Mike volviera a mi cabeza, me gritaba, -Qué haces zorra estúpida, tú perteneces a Mike, puse los ojos en blanco para mi misma y el caballero de perfume exquisito que invadía todas mis fosas nasales, olía a limón y bergamota sonrió de nuevo.
-Podría pagar lo que fuera para saber en qué piensas.
Miré a los costados, me hablaba a mí? Oh Dios, no, esto no está bien fue lo que me vino a la cabeza, después de comprobar que efectivamente me hablaba a mí, me aclaré la garganta por si la voz no me saliera.
-Disculpe, está hablando conmigo?
-Acaso hay alguien más cerca? Bueno a parte del zombie. *Hizo un gesto con la mano abierta apuntando a Pablo quien ni se inmutó, seguía de espaldas a unos metros.
Miré con la boca abierta, estos hombres Ingleses con toda su sexualidad cuando hablan le quitan el poder de la razón a cualquiera, me mordí el labio inferior intentando encontrar una respuesta, seguido de un suspiro largo.
-Por qué la pregunta?
-Perdona, fue imposible no fijarme en los gestos que hacías especialmente cuando pusiste los ojos en blanco, fue... interesante. *Acariciaba un mechón de su barba, mientras con la otra mano llevó el café muy cerca de su rostro para después olerlo y dar un suspiro largo seguido de un sonido gutural.
Madre mía!
-Creo que le dejaré con la duda.
No podía decirle que estaba pensando en mi problemático Mike, rió de nuevo con malicia.
-Albert Wessex.
-Cómo?
-Me llamo Albert Wessex, es un placer señorita...
-Emma, Emma White.
Damien detrás de él comenzó a acariciarse con pezones y haciendo gestos con la lengua, Dios! Odioso Damien, por poco y mis ojos no salen disparados como flechas para hacerle entender que pare con su numerito, Bridget por otro lado con los brazos en los costados me decía: "Qué onda? Este me gustaba", la verdad es que a Bridget cualquiera con pene le gustaba, Thomie me hacía señas para que le pidiera su número, la vista panorámica de mis tres zorritas era increíble, qué les pasa a estos chicos? Debieron de caerse cuando eran pequeños y el cerebro se les partió a la mitad.
De pronto Albert se dió vuelta y como rayo los tres simularon hacer cualquier cosa menos trabajar, su simulación fue espantosa, aproveché y les hice señas.
Volvió a mirarme y no paraba de sonreír, o este tío es muy feliz o somos chistes andantes fue lo que pensé, disimule inmediatamente después que volviera a centrar su mirada en mi escondiendo las manos en mi espalda.
-Te veré luego Emma...
Verme, dónde? Estaba coqueteando conmigo? Dios por qué eres así conmigo?
Dejó un billete y antes de retirarse colocó una mano en el bolsillo, luego se acariciaba los labios con la otra mano, estaba más que nerviosa, definitivamente estaba coqueteando conmigo.
-Adiós.
-Adios señor Wissex, un placer. *Hice un énfasis en señor para que se diera cuenta de mi desaire, pero lo único que conseguí fue una media carcajada, y se marchó, Pero no sin antes decir:
-No pierdas el tiempo mirando hacia atrás, por que no es la dirección a la cual te diriges.
Por qué había dicho eso? Quién era ese hombre? Debería tener unos veinte y cinco como para que fuera tan sabio porque como si supiera lo que siento, dio justo en el clavo, me dejó sin palabras.
Inmediatamente después que cruzara las puertas y se subiera a un automóvil completamente negro matte y super lujoso, el motor rugía como esos de carrera.
Mis zorritas corrieron a preguntarme de todo, mientras se acercaban hablaban entre ellos.
Bridget -Viste su automóvil?
Damien -Claro! Es un lambo!
Thomie -Está super guapo!
Damien-Esta Emma es una suertuda con los galanes mi millonarios.
-Ustedes tres no tienen nada mejor para hacer? *Los miré con cara de pocos amigos, las mejillas me ardían, había pasado los minutos más incómodos de mi vida, o con Mike fueron más intensos? Ya no sabía.
Damien -Emma deja de ser una mojigata, te das cuenta de el bombón que acababa de salir? Cuéntame ya mismo qué fue lo que hablaron. *Dijo mientras apoyaba los codos en el mostrador, Thomie apartó uno de los taburetes para dar espacio y posicionarse en la misma forma.
-No voy a contarles nada!
Thomie -Vamos Emma cuéntanos por favor. *Usando la expresión del Gato con botas no pude continuar en mi negación.
-Me dijo que se llama Albert Wessex, nada más.
Damien -Emma!
-Esta bien, mientras pensaba en Mike me dijo que pagaría lo que fuera por saber qué pensaba.
Thomie -Uuuhhhh Emma tiene pretendiente nuevo.
-Para Thomie!
Bridget -Pues creo que eres una roba galanes, no sé cómo lo haces.
-Bridget! Esta claro que aquí la roba hombres no soy yo.
Soltó un bufido y se marchó al baño, mientras Damien seguía preguntando.
-Y qué más te dijo?
-Nada, solo eso,
Damien -Y qué le respondiste?
-Que lo dejaría con las dudas, también dijo que nos veríamos pronto, ni sé donde.
Thomie -Serás tonta Emma, volverá aquí para verte, yo que tú no lo dejaba pasar.
-Ya me estoy poniendo celoso!
-Tú eres mi único amor Damien, pero no puedo evitar elogiar a un bombón como ese.
-Es verdad, no podemos.
-Ustedes están locos, ni siquiera he terminado con Mike, no sé que pasará y ya me están echando a los lobos.
Damien -Y que lobo hermana mía. *Se sopló el rostro con una mano mientras sonreía yo me límite a quitarle la lengua.
-Es muy extraño de todas formas, es Ingles como tú Thomie y antes de marcharse me dijo que no mirara atrás porque no me dirigía a esa dirección, ni siquiera sé lo que quizo decir. *Mentí.
Damien -Es obvio, se te nota en los poros que aún suspiras por Mike, también se nota la ruptura, cualquiera se daría cuenta, andas echando suspiros por doquier, Mike es un bruto, ya no sé si lo quiero.
-Mike es mi primer amor aunque no haya pasado nada entre nosotros siempre lo querré, lo sé.
Damien -No hables de lo que no sabes Emma, puede que en un tiempo te vuelvas a enganchar con otro y con otro me refiero al rey ese que acaba de salir.
-No digas tonterías.
-Acuérdate de estas palabras mi querida amiga, el destino es un camino incierto y a veces nos sorprende.

Acto Fallido (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora