Albert y Eleonor, confieso que no me gustaba lo que veían mis ojos, esa noche habíamos cambiado de pareja, mi Super Yo le gritó a mi Ello desesperada - Ni se te ocurra ir al baño! Preocupada porque la historia del baño con Mike y yo se repitiese pero esta vez con Albert, que ridícula soy pensé.
Estos encuentros casuales se estaban volviendo muy cliche, no sabía si el destino era tan grande y ridículo o la ciudad pequeña, sin darme cuenta estaba pensando en voz alta y Mike me había oído.
- El error está en frecuentar los mismos lugares que solía hacerlo con Eleonor pero a partir de hoy eso cambiará , perdón, pero por lo que veo el capullo ese también la conoce y frecuenta los mismos sitios, pero arreglaré eso, a partir de ahora iremos a lugares desiertos. *Mike a veces sonaba muy drástico y dramático.
Las muestras de afecto entre Albert y Eleonor se daban a notar que no eran de una pareja, más bien de amigos pero aún así no me fiaba de esa mujer, seguía absorta en mis pensamientos ignorando por completo lo que Mike había dicho al no formular respuesta.
- Emma, nos vamos.
- Por qué?
- Qué no es obvio? *Mike me fulmino con sus alucinantes ojos y luego señaló con las cejas hacia donde estaban Albert y Eleonor.
Asentí a regañadientes, porque no pensaba discutir con él simplemente estaba exhausta de peleas, salimos a toda prisa del lugar, Mike sujetaba de mi mano como si su vida dependiera de ello, arrastrándome a su mismo paso de gigante por poco y me quedo sin aliento, conseguimos no ser vistos por Albert ni Eleonor, una vez que salimos afuera Mike soltó un sonoro suspiro de rabia, rápidamente pude darme cuenta que él no quería ser visto por ellos por eso su afán de salir casi corriendo del lugar.
No sé porque me preocupaba Albert, Eleonor era un ser despreciable no entiendo como mi Albert un ángel como solo él podría serlo en este mundo podía mantener cualquier tipo de relación con esa hierva venenosa. *Maldita seas Eleonor!
- Sube al automóvil Emma por favor. * Extendió la palma de la mano en dirección a la puerta que ya estaba abierta, ni siquiera se percató que estaba recuperando el aliento antes de entrar al automóvil, últimamente cualquier esfuerzo físico me cansaba de sobremanera, mientras respiraba de nuevo me sumía en mis pensamientos AlbertMikeanos. *Invente eso.
Podía ver el desespero en su mirada, hasta sudaba, Mike sudando... Por un momento creí que al salir se le pasaría los nervios pero al parecer aún estaba con mucha prisa por escaparse de allí. *Aquí hay gato encerrado...
Esa fue la primera vez que comencé a abrir los ojos ante una realidad espantosa, que ni imaginaba que pudiera pasar ni siquiera en las películas, la incredulidad a veces no es buena, que sepan de una vez que crecer es lo más genial que te puede pasar, te haces fuerte, decides lo que quieres para tu vida, quien si y quien no entre tantas otras cosas pero nada es lo que parece y algunos nos damos cuenta de las peores maneras.
Mike no quitaba la vista de la carretera, sus largas pestañas dejaban resaltar sus bellos ojos azules, no sé qué carajos me pasó en ese momento pero mirarlo así nervioso, con una mirada fría que solo dictaban una cosa, oscuridad indescifrable pero una oscuridad distinta a la de Albert, la de Mike era más bien como la de un ángel caído, un Nephilim, prometía nada más que peligro, mientras que Albert era simplemente un misterio y aún no encontraba la manera de explicarlo, algo tan bueno como malo, ojos celestes, profundos y misteriosos que a la vez parecieran querer traspasarme, mi Ello me despertó con una bofetada mental gritándome que parara de pensar en Albert y me concentrara en ese cuerpo bello que se encontraba a mi lado, lo único que sé es que automáticamente después de quitar a Albert de mi cabeza prácticamente me tiré encima de Mike sin saber que esa sería la última vez que me enrollaría con él de esa forma, me tiré encima suyo tanto que le descoloqué comencé a besarle las orejas, a mordisquearle, simplemente enloquecí, todo lo que ya había pasado me desesperaba, entre en corto circuito necesitaba olvidarme de todo, necesitaba tener a Mike, que me haga lo que él quisiera, era la única forma de quitarme toda la mierda de pensamientos, todo el caos que se había convertido mi vida, ya ni siquiera pensaba en mis padres, todo era Mike, Albert y viceversa.
- Emma qué haces estoy conduciendo.
- Deja ya de estar enojado todo el tiempo, de estar nervioso, basta! *Le dije medio gritando desesperada.
Detuvo el automóvil en el medio de la nada, supuse que al final me llevaría a comer muy lejos donde ya no pudiéramos encontrarnos con nadie.
- Ven aquí.
Tomó de mi cintura con sus dos manos, eso ya me hizo sentir choques eléctricos en partes indescriptibles de mi cuerpo; ni siquiera sabía que se pudiera sentir cosas como esas en zonas como la nuca y la columna.
Me hizo sentar a horcajadas suya, *Dios que carajos estaba haciendo en un coche y sentada a horcajadas de un hombre con la erección emergente, era eso lo que quería para mí? Hacerlo en un automóvil en mi primera vez? - Que bajo has caído me decía mi Super Yo completamente decepcionada de mí mientras que mi Ello ya sentada en su sillón de viejita y se columpiaba a la par que comía palomitas entusiasmada.
- Emma, no puedo más calentarme los pantalones para que luego no pase nada, no es justo, no es algo divertido. *Me lo dijo abriendo los ojos y apretando los labios con fuerza.
- Lo siento. *Fue lo único que pude formular.
En vez de intentar proseguir con mi arrebato me detuvo para sermonearme, aunque lo comprendía; tenía toda la razón, pero aún estando insegura de lo que realmente quería lo miré fijamente a los ojos y pude ver que lo único que estaba pensando era en cosas como comerme ahi mismo y no dejar ni mis huesos, pero se percató del fuego que irradiaba de mi cuerpo, quién lo necesitaba era yo más que él a mí, era yo en ese momento quién deseaba comerle la boca.
Respirando con fuerza a la par que soltó un gruñido me tomó de la nuca atrayéndome hacia sí, juntó nuestros cuerpos al punto de dejarnos pegados como si nos hubieran echado pegamento, su brazo derecho rodeaba mi cintura mientras que su mano izquierda conducía mi mejilla para colocarme como él quisiera, le mordí los labios y el mordió los míos succionando al mismo tiempo, su preciosa y masculina mano izquierda descendió hasta mi cuello para quedarse ahí, *Dios, por qué es tan sexy cuando hace eso?
Apartó mi rostro por unos segundos clavando sus ojos en los míos pude ver la lujuria en ellos tanto que sacudió todo mi estómago sentía choques eléctricos en mi vientre, Mike me podía toda, volvió a besarme con desenfreno, su mano derecha fue descendiendo lentamente hasta llegar a mis bragas, las piernas comenzaron a temblarme no sé porqué, no me lo esperaba pero hizo a un lado mi ropa interior para darme placer con sus manos, no podía respirar bien, aquello era tan, tan excitante.
- No pares. *Jadeaba ante su magnificencia.
Estiré el cuello mirando al techo, no iba a aguantar mucho tiempo y en menos de cinco minutos apoyé mi mano derecha en el techo del automóvil para poder atajarme, porque el placer me produjo unos espasmos involuntarios.
Cuando baje la vista y volví a la realidad Mike me observaba con una pequeña media sonrisa, me miraba estupefacto, divertido y con un atisbo de alegría como si estuviera pensando que se estaba poniendo buena la cosa, aquello simplemente estaba tanto fuera de mis planes como de los suyos, me tapé el rostro por unos segundos moría de vergüenza.
No lo podía creer tuve mi primer orgásmo, mi Ello se encontraba completamente desorientada, miraba a sus costados sin entender nada, mi Super Yo estaba con la boca abierta sentada en su escritorio mientras que mi Yo estaba intentando re orientar a mi Ello.
- No te tapes los ojos me dejas sin lo más importante que tengo para admirar.
- Tengo vergüenza.
- Emma somos pareja no tienes porque.
- Desde cuando somos pareja, no me lo has pedido.
Mike soltó una sonora carcajada que me cabreo un poco, se estaba burlando de mi?
- Lo haré en su tiempo, vale?
Me estiró a sus brazos para oler mis cabellos, y acariciarme la cabeza suavemente, soltó varias veces unos suspiros indescifrables, mi madre solía decir que los suspiros son por algo que aún no tenemos, y qué es lo que Mike le hacía falta?
- Creo que estoy preparada para estar contigo, quiero estar contigo. * Me animé a decirle, junte todo el valor que podría haber en mi interior, no me di cuenta de que al decirlo estaba apretando con fuerza su camiseta mientras aún me encontraba acurrucada en su pecho.
- Ahora vamos a comer y después yo tendré mi postre.
Mi Ello abrió los ojos como platos, comenzó a correr desesperada por la emoción de saber lo que se venía.
- Todavía me debes una conversación y unas disculpas le dije esta vez con una seguridad que ni sé de donde había salido.
- Lo tendrás todo Emma, calma... A su debido tiempo lo tendrás todo...
Su expresión cambió inmediatamente para volver a ofrecerme esa mirada de odio, la misma que me obsequió el primer día en que lo ví.
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Acto Fallido (Terminada)
RomanceNueva York la ciudad de las ilusiones, te imaginas? de pronto llega él, con sus ojos azules y el cabello alborotado, peligroso e intenso, despierta todas mis emociones y me deja sin sueño, así es él, misterioso y sexy. Un depredador en busca de su p...