Acto Fallido (Terminada)

La desesperación de Damien

Toda la tranquilidad se esfumó cuando vimos a los enfermeros correr y a los médicos gritar, nos miramos y pude ver el pánico en el rostro de Damien, era Thomie sufriendo un ataque, casi me tira al piso cuando echo pique hacia la puerta donde el médico estaba, como si pudiera ser él quien haría algo por salvarlo, corrió creyendo que podía entrar donde Thomie estaba pero no era así, Mike se percató, fue tras él y lo detuvo, segundos después los alcancé.
-Damien no puedes entrar, sólo harás más difícil las cosas si te pones en su camino. *Era Mike tratando de calmarlo.
-Necesitamos practicar una desfibrilación! *Gritaba el médico.
Damien entró en shock, cayó sentado al piso, con las dos manos estirándose los cabellos, las lágrimas comenzaron a salirle como cascadas de un rio, intente levantarlo pero fue imposible.
-No, no, no, esto no puede estar pasando, Dios! Thomie, no... *Damien gritaba desesperado.
-Damien por favor tienes que calmarte!
-Como podré calmarme Emma? Thomie está muriendo, si tan solo hubiera llegado unos minutos antes lo hubiera impedido, si algo le pasa. *Se le quebró la voz. -No podré perdonármelo. *Seguía llorando en sollozos.
-Vamos Damien, ven a sentarte amigo. *Mike lo ayudó a levantarse, era lógicamente más fuerte que yo, únicamente él podría ya que Damien no era un chico cualquiera por ser alto y con músculos debería pesar unos 80 kilos, por otro lado Bridget seguía en shock, no hablaba, no se movía.
Nos quedamos por más de 15 minutos esperando, nadie salía, nadie respondía a nuestras preguntas, Damien había acabado con sus uñas, sus dedos estaban en carne viva, con los ojos rojos e hinchados temblaba por la desesperación, mientras yo intentaba calmarlo con unas palmadas en la espalda.
No sé como pude permanecer tan fuerte para apoyarlo, la situación me afectaba tanto como a él, pero era evidente que lo quería de una forma distinta a la mía, creo que hubiera estado peor si se tratara de Mike.
-No es justo Emma, por fin encuentro a alguien especial y lo estoy perdiendo, no tuvimos tiempo.
-Damien siento mucho. *Se me partía el corazón verlo así. -Oye si aún no salen es porque lo están controlando.
La mirada moribunda de Damien me partía el alma, Mike aguardaba en silencio, Bridget parecía Magdalena perdida en su llanto, por lo menos ya conseguía llorar.
De pronto el medico que había gritado salió a nuestro encuentro.
-Buenas noches me llamo Richard Cooper, ustedes son familiares?
-No, soy su novio y estos son nuestros amigos, Thomie no tiene a nadie más.
-Bueno en primer lugar quiero que no se asusten pero Thomie acaba de sufrir un paro cardiorespiratorio, hemos conseguido estabilizarlo pero está muy grave. *Damien lloraba sin parar. -Estaremos cuidándolo, y haciendo lo mejor posible pero no quiero darle falsas esperanzas, esperemos un milagro y que no recaiga, por el momento nadie puede entrar pero pueden verlo desde la ventana de la habitación.
-Gracias Doctor. *Dijo Mike y estrechó su mano antes de retirarse.
-Qué haré ahora Emma?
-Tranquilo aquí estaremos para apoyarte, confiemos en que se mejore.
Entramos por un pasillo y lo vimos desde la ventana, nada más fuimos Damien y yo, la tristeza invadida todo mi ser, Thomie yacía en la camilla, con los ojos cerrados y miles de tubos saliéndole por todas partes, alcance a ver algunos moretones en su brazo, no conseguía entender tanto odio hacia otro ser humano, como es capaz una persona de molerlo a golpes por algo que ni siquiera le incumbe, se supone que somos libres, de amar a quien queramos, de vestirnos cómo queramos, pero es evidente que si no eres parte del grupo te tratan como una cucaracha. Damien tenía el rostro más preocupado que haya visto jamás, nos quedamos ahí en silencio por unos cuantos minutos, con las palmas de las manos Damien tocaba el gran pedazo de vidrio que nos separaba, como si mentalmente lo estuviera acariciando, 10 minutos después sin ninguna señal de conciencia por parte de Thomie decidimos salir.
Mientras seguíamos esperando Mike fue a hablar con la enfermera de turno, se quedó allí por unos minutos, Damien se acurrucó en mis brazos, yo acariciaba sus cabellos, atrapaba de vez en cuando alguna lágrima, Bridget por fin entró en razón y se nos unió acariciando los brazos de Damien y dándole ánimos.
-Chicas este hospital es carísimo, Thomie no tiene dinero.
-Conseguiremos una solución, haremos lo que sea necesario. *Miré a Bridget obligándola con la mirada para asentir y dejar a Damien más tranquilo, no quería que lo  tengan que sedar como a mí cuando mis padres murieron.
-Sí, Damien haremos lo que sea necesario. *Finalmente añadió Bridget.
Mike volvió y se sentó a mi lado, nos quedamos en la sala de espera por más dos horas, el médico volvió para decirnos que ya estaba mucho mejor, no había señales de una recaída y que estaba esperanzado en que Thomie sea fuerte y logre recuperarse. *Damien y todos soltamos un suspiro de alivio, como si todo el oxígeno de nuestros pulmones habían estado presos todo ese tiempo. También concluyó que podíamos retirarnos, no había señal de peligro y nadie podía entrar de todas formas, Damien se recusó a hacerlo, como era de esperarse, entonces le dije que volveríamos por la mañana.
Antes de salir llamé a Marcus y le expliqué el caso y me dijo que  podría llegar más tarde al trabajo la mañana siguiente, Bridget tendría que asistir no había de otra y Damien podría faltar ese día.
Rogué a Damien volver a su casa pero no había poder humano que le hiciera cambiar de opinión, así que lo dejamos ahí, no quería dejarlo solo pero él insistió que nos marcháramos a descansar.
-Damien llámame por favor no dejes de avísame.
-Está bien lo haré, te espero mañana vale?
-Aquí estaré, por favor ve a comer algo tienes los labios blancos. *Lo abracé y le di un beso en la mejilla.
-Adiós chicos gracias por su ayuda.
Todos asentimos y nos dirigimos a la salida, a Bridget la esperaba un muchacho, alguna conquista supuse. Mike y yo fuimos a su automóvil.
-Me llevas a casa por favor?
-Sí pequeña.
Tomó de mi mano y sin soltarla llegamos al edificio Aleister, lo miré y acaricié su rostro, amaba la sensación de su barba crecida raspándome las manos, cerró los ojos y de un tirón me atrajo hacia sí para besarme, respiraba con dificultad, su beso fue eterno, me mordió el labio inferior con tanta fuerza que sentí el sabor metálico de mi sangre en la boca.
-Señor desesperado me ha hecho daño.
-Perdóneme señorita es que usted me pone loco.
Inmediatamente mis mejillas comenzaron a arder, yo lo vuelvo loco? Si supiera que es todo lo contrario, soy yo quien está perdidamente enamorada y loca por él.
-Como podría ponerte loco?
-Solo basta con tenerte cerca y pierdo la conciencia.
-Me dejas igual. *Me aproximé a su cuello y lo besé, su aroma era delicioso. -Perdóname eche a perder nuestra cena. *Lo dije con un susurro que le hizo erizar la piel.
-Mañana sí va todo bien con tus amigos podemos cenar juntos, ahora quiero que vayas y comas algo.
-Ahora también mandas en mí?
-Si no haces lo que te digo voy a castigarte, no me gusta que me desobedezcan.
-Contesta mi pregunta.
-Si.
-Así con tanta confianza? Como puedes estar seguro?
-Niégamelo.
Tenía razón, no podía negarlo, estaba tan enamorada de él que lo dejaría hacer lo que quiera conmigo.
-Esta bien tú mandas.
-Buena chica. *Me dió unos besitos en la cabeza, jugando con mi pelo.-Ahora vete porque no me aguanto.
Mike no respetaba ninguna mala situación, su deseo sobrepasaba todos los límites.
Abrí la puerta e inmediatamente entré a la primera puerta y él se marchó, mientras veía su coche alejarse a través de la enorme puerta hecha de madera y vidrio, note que el automóvil negro de la esquina estaba encendido, y con alguien dentro, quitándome fotos, si! Quitándome fotos. Esta vez me acobarde y corrí por las escaleras como loca hasta mi puerta, salí a la ventana para verlo pero ya se había ido. Esta vez la preocupación inundó mi cabeza, quien era ese hombre? Porque me estaba fotografiando?
Ha estado persiguiéndome desde el segundo día que vine a vivir aquí, y si es un asesino?
Dios! No, tendré que hablarlo con alguien, de repente di un salto y grite como nunca, casi muero de un infarto cuando mi móvil comienza a vibrar en mi bolsillo, mis piernas se quedaron duras y mis manos no cooperan, tomé el teléfono y como si mis dedos fueran de gelatina resbalaron hasta caer al suelo,  cayó de frente así que pude ver era Mike, suspiré de alivio, estaba tan concentrada que la simple vibración del móvil me asusto como nunca, a toda prisa antes de que cuelgue acepté la llamada.
-Hola! *Dije tratando de respirar normalmente.
-Ya estás comiendo algo?
-Acabo de entrar.
-Come. *Me rugió al otro lado.
-Esta bien nada más estaba acomodándome.
-Eso espero, ve a comer ya!
-Escúchame voy caminando hasta la cocina, ok?
-Ok, no me mientas, hasta mañana nena.
-Hasta mañana Don señor mandón.
De fondo escuchando su risa colgó, y me puse a hacer lo que me pidió, y luego tomé un baño, cuando me senté en mi sofa vi la fotografía de mis padres, volví a la realidad, y lloré hasta quedarme dormida abrazando la fotografía.