Los ángeles existen, algunos nada más son complejos

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Aterrada miré a los costados, barri el lugar de punta a punta y sin señales de Mike, mis manos temblaban, me quedé sin palabras, Albert no entendía qué pasaba, estaba a punto de llorar, hasta olvidé respirar, el móvil casi se me cae al suelo pero lo sostuve.
-Emma qué ha pasado? He besado a otras chicas pero parece que has visto un fantasma.
-Albert, yo, no es eso, es que...
Tomó mi móvil de un tirón, lo leyó, ladeó la cabeza y luego la bajó y suspirando no podía esperar menos de Albert, lo dije él era diferente.
-Anda, vete afuera debe estar allí.
-Pero...
-Shhh, tranquila lo entiendo, ve a hablar con él.
-Pero Albert yo. *Se me quebró la voz, definitivamente mi mundo de había acabado en ese instante al menos fue eso lo que pensé porque no sabía no que me esperaba después.
Tomé mi bolso y sin saber qué decir a Albert él asintió con la cabeza y me besó la mano.
-Corre antes de que se vaya.
Corri lo más rápido que pude, estaba desesperada, Mike me había visto, cómo podría mirarlo a los ojos después de lo que hice? Y él me había buscado, de verdad me amaba o no lo hubiera hecho, soy una tonta, tonta, me lo repetía mientras empujaba a las personas en el pasillo, ya casi llegando a la salida pude ver su silueta, podría reconocerla a kilómetros.
-Mike! Espera.. Mike!
Ni siquiera se inmutó, la música estaba muy alta, tal vez no me escuchaba, cuando salí a la calle grité de nuevo.
-Mike!
Se detuvo, sí, me oyó, apretaba los puños, dio media vuelta con la cabeza mirando al suelo y lentamente fue alzando la mirada para encontrarse con la mía. Oh, Mike, espero que me perdones.
-Mike!
Llegué frente a él casi sin aliento, había corrido tan rápido que casi no respiraba y cuando me detuve no podía formular palabra.
-Mike, yo...
-Tú qué Emma?
-Escúchame.
-Te oigo.
-Yo, no sé.
-Me voy!
Lo detuve de inmediato tomando de su brazo, estaba tan enojado que ni siquiera le importó el hecho de verme casi sin aliento, Mike estaba siendo cruel.
-Espera! Por favor.
Frunció los labios y con la otra mano quitó la mía del suyo, realmente estaba muy furioso, estaba dolido ni siquiera soportaba mi tacto. Cruzó los brazos estaba completamente enfurecido y decepcionado de mí, el corazón se me partió en mil pedazos, no sabía qué decirle, no había explicación, le había fallado completamente.
-No puedo explicarlo, pero Mike tú eres.
-Ja! Me dirás que yo soy el único?
-Emma eres una mentirosa, apenas me voy unos días y ya estas besuqueándote con ese imbécil.
Albert no es un imbécil, me contuve para no decírselo, no lo hizo de propósito, no lo conocía, no sé porqué me molestó tanto, en el fondo de mi corazón sentía que Albert era lo opuesto a un imbécil y no me gustó que lo haya llamado así.
-Yo pense que tú ya no querías.
-Te estaba dando tiempo Emma, yo sé de mis ataques de furia y que te asustan por eso quise darte tiempo, pero esto. *Apuntó al suelo con el dedo indice para luego llevarse el puño cerrado de la misma mano y se la llevó en la frente. -Esto no me lo esperaba Emma.
-No soy una mentirosa, lo acabo de conocer.
-Eres una...
-No digas eso no soy una cualquiera, lo acabo de conocer sí, no he venido aquí por él, me lo encontré y estaba completamente desconsolada.
-Ahora le hechas la culpa a él, se aprovechó de ti no?
-No! No fue así no cambies mis palabras, no quise decir eso, me dejé llevar, no sé en qué estaba pensando pero no fue culpa suya, la culpa es mía ok? Quieres la verdad? Fue muy cariñoso conmigo, yo quise besarlo, sucedió y no lo puedo cambiar.
-Aqui terminamos Emma.
-Mike por favor, tú también has besado a Eleonor.
-No seas ridícula Emma, fue diferente.
-Sufrí de todas formas.
Quise tocarle, acerque mis manos a su pecho, sí ,lo ha permitido, eso me dió esperanzas pero luego con desgano me dijo las siguientes palabras y al final con fuerza quitó mis manos de su pecho.
-Vete con él y olvídate de mí y agradece que toda la rabia que llevo no la he descargado en él porque quisiera matarlo! Y tú eres una cualquiera!
Se me partió el corazón jamás imaginé que Mike me hablara así, nadie se lo merece, nadie merece ser humillado.
-Oye no le hables así!
Era Albert detrás de nosotros, estaba molesto, caminando hacia mí se detuvo ante las palabras de Mike que abriendo los brazos de par en par habló con ironía.
-Lo que faltaba, quieres que te parta la cara? Esto es entre ella y yo, te puedes retirar por favor?
-Emma no mereces que te traten así este tío es un gilipollas, esperaré adentro pero espero que seas prudente y fuerte, no permitas que te trate así.
-Que te vayas o te juro que te parto la cara!
Albert no era violento ni buscaba pelea, tenía razón Mike se había sobrepasado con sus palabras, no podía permitir que me hablara así por más que haya fallado, no me lo merecía, no merecía su violencia.
Albert. -Emma ven conmigo déjalo.
-Que te vayas!
Mike ya iba a atacarlo, me puse frente a él y aunque era como un vikingo gigante, sabía que no podía detenerlo, calve mis uñas en sus brazos, le rogaba que se detuviera, pero él era más fuerte, Albert tampoco era un cobarde abrió los brazos diciéndole que lo esperaba, Mike ya me estaba lastimando entonces le grité.
-Mike para por favor, no le hagas nada a Albert!
Me empujo y casi caigo al suelo fueron movimientos rápidos pero en un segundo Mike también me había cacheteado, Albert ya no se contuvo y arremetió encima de Mike lo empujó.
-Qué te pasa imbécil? Cómo eres capaz de pegarle? Eres un idiota!
Mike estaba perdido en su furia, ya se habían propinado unos golpes y aunque Mike era muy salvaje y mucho más grande que Albert éste supo contenerlo, iban iguales.
-Paren!
Me metí en medio y Albert se hizo a un lado, las lágrimas brotaban como cascadas de rio, me ardían cuando tocaban la parte irritada de mi mejilla, allí dónde Mike me había golpeado.
-Vete Mike por favor.
-Quédate con él Emma.
-Cobarde!
-Albert por favor no lo provoques.
Mike subió en su Mercedes negro y a toda furia se perdió en el tránsito en segundos, miré a Albert avergonzada, Mike me había dejado sin fuerzas, estaba débil, Albert me miraba con pena, no quería eso, no quería la pena de nadie y en segundos todo comenzó a dar vueltas, todo se veía en negro, las luces se fueron apagando y lentamente caí al suelo, me desmayé.
A lo lejos escuchaba una voz llamándome, gritando mi nombre, simplemente no podía abrir los ojos, hasta minutos después con el fuerte olor a alcohol en mis fosas nasales, sentí el tacto del algodón, pero seguía sin fuerzas, mis ojos no se abrieron, pero pude darme cuenta que seguía en el frío suelo del estacionamiento del Hal, sentía el perfume de Albert, estaba entre sus brazos, sentía sus suaves manos en mi mentón sacudiendo delicadamente y repitiendo:
-Emma, despierta, Emma...
Cuando por fin pude abrir los ojos, pestañeé unas cuantas veces, las luces me encandilaron, Albert sonrió y por primera vez pude ver a mi ángel, Ese que te cuidará de todos los males aunque haya llegado un poco tarde, mi ángel Albert Wessex.
Sonrió aliviado, y me abrazó al ver las lágrimas que brotaron de mi rostro, mojé toda su camiseta, pero no le importó, me ayudó a subir a su automóvil y me dijo:
-Tranquila te llevaré a casa.
Aún seguía sin fuerzas para hablar, pero Albert ya se posicionó en la carretera, como sabría donde vivo si no se lo he dicho? Entonces sentí un frío en el corazón definitivamente no quería estar sola en mi departamento, no quería ponerme a llorar.
-Albert a dónde me llevas?
-A tu departamento.
-Pero no sabes dónde vivo.
-Emma tienes facebook, el edificio Aleister es muy conocido en Nueva York por su hermosa estructura, fue construida hace muchos, muchos años.
Sonreí estúpidamente, ya me había stalkeado!
-No quiero ir a mi departamento, no quiero estar sola, llévame contigo.
Un hilo de sangre corría en la comisura de sus labios, mi ángel guardián sonrió y me acarició la frente, suspiró profundamente y continuó su camino, pero sin antes dar la vuelta y retomar el camino.

Acto Fallido (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora