Genio atrapado

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Durante todo el camino Mike iba con la mano derecha acariciando mi pierna, la lluvia había cesado, él, sumido en la carretera y yo vagando en la laguna de mis pensamientos, casi no intercambiamos palabras, llegamos frente al edificio Aleister en un santiamén, me acompaño a la entrada, sin soltar mis manos como si no quisiera dejarme allí, pasó la primera puerta de entrada conmigo, cuando llego el momento de despedirnos me empotro a la pared del lado derecho, con toda su fuerza y pasión Mike me beso con vehemencia, con un movimiento rápido alzo mis piernas para quedarme colgando a horcajadas sobre sus caderas, cada vez se ponía más incomodo el clima entre nosotros, la tensión era muy fuerte y yo no sabía cuanto más podría aguantar,  deseaba con todas mis fuerzas no escuchar más la vocecita en mi cabeza diciéndome que aún no era el momento, que esperara, pero ahí continuaba intermitente en mi cabeza, soltó un gruñido mientras clavaba mis uñas en sus cabellos alborotados su barba crecida me clavaba y arañaba mi cuello, sus manos como siempre se posaron en mi pecho y luego en el cuello, mientras hacía pequeña fuerza y me dejaba con el aliento más difícil, sus ojos destellaban fuegos artificiales.
-No sabes cuanto te deseo.
-Yo también pero aún no... *Las palabras salieron con un susurro y disfrazadas de seguridad porque en realidad, inundaba en ellas el arrepentimiento.
-Quiero que seas mía Emma, quiero que nunca me olvides, y en todos tus momentos me tengas presente.
La intensidad de sus palabras me abrumaban siempre, pero sí, lo quería de cualquier forma, estaba tan hipnotiza que lo dejaría hacer lo que quiera.
Muy lentamente me soltó y fui arrastrándome por su cuerpo hasta tocar el suelo con los pies, lo hizo de propósito, para que sintiera su éxitación rosar mi vientre, para hacerme saber lo que me estoy perdiendo, sonreí por su osadía, me tomaba de la nuca con una mano y la otra en mi cintura, rodeándome con sus enormes brazos, para atraerme hacia sí, segundos después con un beso casto en los labios y una palmada en el trasero se fue.
-Adiós nena.
-Adiós nene, subraye la última para simpatizar.
Entre a casa conecté mi móvil para cargar batería y me tumbe en mi cama, me acurruqué con las rodillas en el pecho abrazándolas, oliendo el delicioso aroma a Mike que emanaba se su ropa, di un suspiro fuerte, y algunas lágrimas cayeron de mis ojos, me las enjugué y caí en un profundo sueño, mi alma estaba cansada, aún no caía en la cuenta que había perdido a mis padres, no tenía fuerzas para sumirme en en los pensamientos depresivos que me causaría pensar en mis padres.
Desperté unas horas después con el sonido de mi móvil, Damien, Bridget, todos desesperados, bombardeándome, queriendo saber dónde estaba y cómo, respondí los mensajes, pobre Damien estaba muy preocupado y yo con el móvil apagado.
Media hora después Damien cruzaba mis puertas para conversar conmigo, me ofreció el más tierno y sincero abrazo de amigo.
-Qué sabes sobre la familia de tu padre?
-Nada, viven muy lejos, y mi padre no tenía contacto con ellos, sólo me tenían a mi.
-Siento mucho oír eso Emma, oye dónde estabas?
-Con Mike.
-Y por qué llevabas el móvil apagado? No sabes cuánto me he preocupado por ti.
-Perdóname, estaba muy triste, no tenía cabeza para eso.
-Tranquila cariño, no estas sola.
Lloré un buen rato en su fuerte abrazo, cuando los sollozos cesaron, preparamos sándwich de atún para comer, aún no tenía ganas de comer pero Damien me obligó.
Comenté a Damien que iría a trabajar, no le pareció correcto pero era mejor que quedarme encerrada dando lugar a la tristeza, a las 23:30 Damien decidió irse, y de nuevo la soledad inundó mi pequeño departamento, volví a sumirme en el sueño, como si mi cuerpo hubiese corrido mil maratones, no tenía fuerzas ni ganas de nada.
El sol radiante tocó mi rostro para despertarme de inmediato, me alisté y fui al trabajo.
Todos mis compañeros, incluso Adele, Y los otros dos hombres de la cocina, que por cierto se llamaban, Peter Williams y Charlie Miller acudieron a mi llegada para darme los pésames, debo confesar que odié las miradas de pena que me ofrecían, no me gustaba ser la adoptada con los padres adoptivos muertos, razón para dar lástima a los demás.
Mientras estaba ordenando los cubiertos detrás del mostrador, Damien de patas chuecas derramó café sobre mi trasero, y a pesar del calor, no me quemó, pero me empape toda, como un rayo y desesperado, comenzó a tratar de secarme, y entré bromas palpaba mis nalgas.
-Oye Emma creo que haz llegado tarde a la reparación de traseros.
-Eres un estúpido!
-Y yo quisiera que pares de tocar el trasero de mi novia.
Era Mike al otro lado del mostrador, me llamo novia, me brillaban los ojos y reía como idiotizada, Damien como un niño que lo han pillado en plena travesura, con un respingo, soltó mis nalgas, y entre risitas salió disparatado hacía el otro lado de la cafetería, no sin antes saludar a Mike con picardía.
-Hola guapo.
Qué le pasa? Es una zorra! Lo fulminé con la mirada y haciendo gestos ridículos, se alejo. Mike lo miraba con cara de pocos amigos.
-Expresso y muffin de naranja? *Dije tratando de apaciguar la mirada iracunda de mi hombre, Dios nórdico escapado del Eden.
Camiseta negra y jeans azul, así vestía ese día, la barba crecida y el cabello alborotado, su perfume inundó mis fosas nasales, como para volverme más loca por él.
-Sí, cómo estas?
-Bien, el trabajo me distrae.
-Si te sientes bien, lo entiendo, quiero llevarte a un lugar, te busco a las 15:00hs?
-Esta bien, ahora ve a sentarte antes de que Marcus me vea contigo.
-Soy un cliente más. *Dijo ofendido.
-Ya lo sé, pero prefiero no incomodarlo.
-Esta bien, me encanta ver tu trasero mojado.
-Oye! No seas descarado.
Se alejó sonriendo, misión cumplida, la cara de enojo se esfumó, mientras caminaba hacia su mesa, mis tres zorritas lo miraban con ganas, cuchicheando al oído, les dediqué  mi más profunda expresión de odio, sin embargo hicieron caso omiso para reírse en mis narices.
Él es mío gritaba mi súper yo desde el rincón más ofendido de mi cabeza.
Mike no demoró en marcharse, las horas pasaron volando, fui al baño a cambiarme la ropa empapada, y cuando regresé, Damien me mira con el rostro de quien acaba de ver un fantasma, había reporteros en la entrada, y allí sentada con todo su glamour y resplandor como quien se echa purpurinas para brillar, estaba Eleonor sentada en una de las mesas, me detuve por completo, quería esconderme pero para mi desdicha, pidió que la atendiera, sabía a que había venido, a humillarme, pero no le daría el gusto, fui hasta su mesa, trate de ofrecerle toda la educación posible.
-Buenas tardes señorita, qué le sirvo?
-Expresso con muffin de naranja por favor. *Reía de una forma maliciosa.
Perra! No sólo vino a restregarme en la cara toda su magnificencia, sino que ordena lo mismo que Mike para provocarme.
-Enseguida vuelvo.
En menos de 5 minutos su pedido estaba listo, lo dejé en la mesa, y aún al comer toda su elegancia permanecía intacta, llevaba puesto un vestido color crema, unos tacones ridículamente altos y su maquillaje perfecto, sus labios resaltaban con el color marrón sepia.
-Emma, esta mujer tiene cara de Cruella de Vil, pero debo reconocer que es toda una. Beyonce.
Mire a Damien con todo el desprecio que me fue posible, se supone que los amigos te ayudan, aunque sea mintiendo para aumentar un poco el ego, dadas las circunstancias de que la ex es una diva y yo una simple camarera.
-Tiene cara de Voldemort *Dije enfadada.
Damien se echo a reír a carcajadas, no pude evitar ver el enorme anillo de diamantes en su dedo, se lo llevó puesto para provocarme, levanto la mano con un gesto de princesa para llamarme, pidió la cuenta y se la llevé.
-Lo que ordenó no superaba los 20 dólares, pero la muy bestia dejó un billete de cien.
-Puedes quedarte con el cambio.
Maldita zorra!
-Gracias, que tenga buen día.
-Lo mismo digo. *Subrayando esas palabras se levantó, derrochando glamour e inyectándome hasta el cerebro con su perfume francés con olor a orquídeas, riéndose entre dientes se marchó, al salir los reporteros y paparazzis no le dieron respiro hasta subir a su automóvil con chofer.
Todo mi rostro era pura rabia, ahora tendría que aguantar a la ex despampanante y despechada de Mike, como si no fuera poco su misterio, toda su pasión e intensidad.
Y si de algo estoy segura es que una mujer como esta, resentida y despechada supone un gran peligro.

Acto Fallido (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora