Era Sangrienta |Libro 1| #IncesanteDolor

Capítulo 59

Izel

—Los resultados estarán en unos minutos. —Anuncia Gardner, llevando consigo las muestras de sangre.

Me siento tan nerviosa. Todo esto fue muy apresurado. Pensar que, en realidad, Thom es mi hermano, me hace sentir tan feliz.

<<Después de todo si tengo familia>> Pienso. Borro la sonrisa que se ha plantado en mi rostro y alimento a mi pequeña Elif.

Un hermano... esto es grandioso. Alguien en quien confiar. Y no es que no tenga mucha confianza con Elina o Lena, es solo que un hermano... Alguien que comparte mi sangre.

James toma asiento a mi lado. Observa como Elif se alimenta, y poco a poco se queda dormida. Tampoco creí ser madre con quince años de edad.

Me he dado cuenta, en este poco tiempo, que la vida da muchos giros. Solo es cuestión de enfrentar los obstáculos con la mejor actitud.

—Así que... tu mujer —Comento, intentado al tiempo de no revelar la sonrisa que se forma en mis labios el recordar sus palabras.

— ¿Creías que te compartiría? Eso jamás, muñeca. —De nuevo observa a Thom de forma despectiva.

—Aquí están los resultados. —Garned imprime los resultados en una hoja y nos hace entrega de esta.

—Gardner, no entiendo tu extraño idioma alienígena de médicos... Mucho menos tu letra. —Comenta Brend.

—Hay un 97% de parentesco. Sí son hermanos. —Dice luego de un suspiro agotado.

(...)

Shannon

Abro la puerta de la nevera que contiene el suministro. Es imposible sentirme agotada después del entrenamiento, no obstante, muero de sed.

Los recuerdos volvieron a mi cabeza. Recuerdo cuando mi madre nos narraba como tomaron el control sobre los humanos. Siempre insistió en que hicimos bien en evitar su quinta guerra, pero que la forma en que mediaron no fue la correcta; si los vampiros no hubieran intervenido, la tierra habría muerto a causa de la bomba nuclear china. Por fortuna nos dimos cuenta antes de que se llevara a cabo la explosión; los muy ingenuos siempre alardeaban ser los más inteligentes; lo que no sabían era que esos químicos acabarían con su planeta.

Haber fundado las tres ciudades fue una excelente forma para mantener al margen a los humanos. Además, después de las masacres, su número se redujo tanto que casi se extingue la raza humana.

— ¿En qué piensas? —Sus manos atraparon mi cadera, pegando mi cuerpo contra el suyo de forma posesiva.

—Nada importante. —Giro para besarlo. A pesar de que ha pasado muy poco tiempo desde la muerte de Greg, decidí darle una oportunidad a Zach. Creo que es lo mejor, después de haber pasado tanto tiempo a mi lado, brindándome su apoyo incondicional.

—La zorra y el esclavo. —Comenta esa arpía, recostada en el marco de la pared.

— ¿Qué desea la ramera más desprestigiada de Caín? —Digo sin encubrir mi malestar.

—Casualmente venía por alimento. Lamentablemente tuve que toparme con ustedes dos... Deberían, por lo menos, respetar la memoria de Greg.

—Denisse. —Interviene Zach con voz severa.

—Eso no te incumbe, perra. —Mis puños se cierran.

—Oh, claro que sí. Greg siempre fue un gran hombre —Comenta con voz seductora—. Era bueno en el sexo ¿No lo crees?

— ¿Ahora quién es la que no respeta su memoria? —Debato con malestar.

—Tú, al revolcarte con tu sirviente. Andas abriéndole las piernas a cualquiera, entregando lo mismo que el pobre Greg usó hace tiempo.

Mis dientes castañeaban a causa de la ira. No resistí un segundo más y me abalancé sobre esa zorra. Mi puño rompió su horrible nariz. Una gran cantidad de sangre cubrió su escote. Sus colmillos se revelaron cuando ella rugió e intentó congelarme.

Zach se abalanzó frente a mí, evitando así que Denisse me congelara. Al ver su cuerpo en el suelo, intentando quebrantar el hielo que lo cubría, me llené aún más de ira.

Agité mi mano en el aire, creando así un remolino de viento, el cual usé para lanzarla contra una pared. Corrí hacia ella, aprovechando la baja de guardia que tenía y saqué una daga de mi pantalón de entrenamiento.

El arma logró perforar el musculo que protegía su abdomen. Lo retiré, preparándome para una segunda puñalada pero Lucian me arrebató el arma de la mano y me observó con desaprobación.

—Excelente pelea de fieras. —Comenta Brend, al tiempo en que aplaudía. Lo miré divertida.

Lena corre hasta la cocina. Posa su mano en el pecho de Zach, e inmediatamente, él se levanta. Siempre me gustó su poder. Puede revertir cualquier efecto que produzcamos en algún cuerpo, siempre y cuando aún tenga vida.

La perra de Denisse se levanta del suelo. Sus pequeñas heridas ya han sanado, solo le queda limpiar la sangre que cubre su cuerpo.

<<Porque lo que tiene de puta nunca podrá quitárselo de encima>> Pienso, mirándola con asco.

— ¿Estás loca? —Dice Lucian, realmente molesto.

— ¿Te pondrás de su lado? Sabes perfectamente que escuchaste lo que dijo.

—Te dejaste provocar, Shannon.

—Se lo tenía merecido. Así que no me arrepiento de nada. —Me crucé de brazos como una niña mimada. Mi hermano suspiró, cansado del asunto y se retiró para continuar su reunión con Anthon y Armen en su estudio.