•Capítulo 15: "Volaran en julio"•

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El día veintitrés de noviembre estaba allí, pisándole los talones, avisándoles que solo tendrían 2 meses más para disfrutar allí en Inglaterra, provocando que cinco chicos tomaran una importante decisión.

Soledad y Elizabeth observaban como los dueños de la casa sonreían como el gato de Cheshire y eso las estaba incomodando.
— ¿Pueden detener esto?— pidió Sol, mordisqueando la uña de su dedo pulgar con ansiedad.
— ¿Parar con qué?— preguntó Louis sonriéndoles con picardía, algo que pocas veces sucedía en público, pero que era normal para ellas.
— Con todo esto— aclaró Elizabeth haciendo un círculo con su dedo— me están poniendo nerviosa.
Todos se miraron entre sí.
— Tenemos buenas noticias— comenzó diciendo Niall, su sonrisa ocupaba toda su cara.
Se produjo silencio.
— ¡Vamos, apresúrense!— chilló Lizzy.
— Oh, ¿alguien no está de buen humor?— Zayn se sentó sobre ella tirando de sus largos pelos castaños.
— Tú tampoco lo estarías si comenzaras la mañana con gritos, cuando intentabas leer.
— Espero que con lo que tenemos que decir tú humor mejore, Pixie— acotó Harry poniendo una mueca.
¿No dejará jamás de abrir la boca? — pensó ella con frustración.
— Volaran a casa en julio— soltó Liam.
Los ojos de Soledad se abrieron como dos grandes platos, mientras que Lizzy no terminaba de entender lo que ellos estaban diciendo.
— ¡Oh por Dios!— chilló la rubia y saltó del sillón abrazándolos a todos— estoy tan feliz.
Zayn observó serio a Elizabeth.
— ¿No estás feliz?— preguntó un poco apenado de que la idea de permanecer allí un año no le gustara en absoluto.
— Lo siento, estoy feliz pero no comprendo que sucede— respondió ella algo avergonzada.
Louis le sonrió y se sentó junto a ella, pasándole un brazo por los hombros.
— Bueno, pequeña chica lenta— bromeó— se quedarán aquí seis meses más de lo que deberían.
Y allí mismo Elizabeth sonrió de una forma que jamás lo había hecho.
— ¿Es enserio?— cuestionó.
— Cien por ciento— confirmó Liam feliz de que la idea no le desagradara.
— ¡Oh Dios!
La castaña saltó sobre cuatro de los muchachos, dejando a su mayor problema para el final. Dudó un poco pero luego, parándose de puntillas tiró los brazos a su cuello, sintiendo como él rodeaba su cuerpo apretándola contra sí.
— Me alegra que te guste tanto la idea, Pixie— susurró él en su oído.
— ¿Podrás soportar verme por otro seis meses?— preguntó ella, algo temerosa por la respuesta.
— Dalo por hecho.
Ninguno de los dos había notado como cinco pares de ojos los observaban con una mezcla de ternura y extrañeza.

La hora de la cena era siempre la favorita de todos, ninguno jamás faltaba para ese momento.
— Necesitamos celebrar— comentó Liam mientras ponía en su boca un pedazo de carne asada.
— Estoy de acuerdo— congenió Sol.
Elizabeth sonrió.
— Podríamos viajar a Francia…
— Hey, esa no es una mala idea— continuó Niall.
— Oh claro, luego nos vamos a Las Vegas, nos casamos y tenemos diez hijos— ironizó la rubia.
— Esa tampoco es una mala idea— sonrió el irlandés guiñándole un ojo, provocando que Sol se sonrojara hasta las raíces.
Elizabeth tosió un poco tras ahogarse con el jugo.
— Tranquilo, amigo. Soy muy joven para ser tía.
Ahora fue el turno de Niall de ruborizarse.
— Bueno, yo sí quiero volar a Francia— dijo Harry, volviendo al tema principal.
Liam buscó dentro de su profundo bolsillo, sacando su teléfono celular marcó algunos números y espero.
— ¿Paul? Lamento molestarte, pero quería saber si había alguna posibilidad de hacer un pequeño viaje a París.
Ninguna de las dos chicas cabía dentro de la sorpresa.
— Ajá… Sí… Por supuesto que ellas irán… Gracias— Liam colgó la llamada y las observó a ambas, sonriéndoles como un pequeño en navidad.
— ¡Iremos a Francia!— dijo entonces.
Elizabeth comenzó a llorar. París había sido su sueño desde que podía recordar su nombre.
— Oh, vamos nena, no llores ahora. Mañana por la mañana estaremos volando hacia “La ciudad del amor”.
— Esto es increíble— repetía la castaña una y otra vez, sin poder creer que su mayor meta estaba allí, a tan solo un par de horas.
— Bueno… a dormir, mañana será un día movido— ordenó Soledad, siendo seguida por todos, excepto los dos más pequeños de la casa.
Harry se acercó lentamente a ella.
— ¿Te sientes bien?— preguntó y no recibió palabras, solo el impacto del cuerpecito de Elizabeth contra el suyo.
— ¿Qué si me siento bien? Estoy increíblemente feliz— aseguró.
— Vamos a dormir, Pixie. Mañana conoceremos París.
Lizzy subió ambas cejas ante esa afirmación.
— ¿Conoceremos?
— Claro, tú, Liam, Louis, Niall, Perrie, Zayn, Sol y yo…
La decepción la invadió, creyó que ese “nos” era porque él sería su guía.
— Buenas noches, Harry— dijo un poco cabizbaja y se acercó para besarle la mejilla. Él fue un poco más rápido y movió su rostro un par de centímetros, provocando que los labios de la chica pararan sobre los suyos.
— Buenas noches, Pixie. 


Enamorándome en LondresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora