Se recostó sobre la duna, cerrando sus ojos y percibiendo el aroma a sal y el sonido natural que le hacía compañía. Había caminado por casi una hora, perdiéndose en sus pensamientos y repitiéndose a sí misma que no había oído aún la justificación correcta a la estupidez que habían hecho. La impotencia le colmaba todo espacio en su cuerpo, al punto de no dejarla reaccionar. Ella quería de un modo especial a Niall, él era un ser humano lleno de dulzura, a veces tanta que parecía perturbador. Ese irlandés oxigenado había oído muchas quejas y había tenido buen tiempo con ella en varias ocasiones, lo que lo convertía en su segunda persona favorita después de Liam, quién ocupaba el primer lugar.
Cerró los ojos, percibiendo como otro cuerpo se acomodaba junto a ella. No iba a dirigirle la palabra, fuera quién fuera estaba de sobra ahí y no tenía derecho a perturbar su pequeño momento, sobre todo no después de un ataque de ira.
- ¿Vas a dejar que te explique?- preguntó un arrepentido Luke, sabiendo que se arriesgaba a una sarta interminable de insultos, que bien merecida tenía.
Elizabeth siguió inmersa en sus pensamientos, ignorándolo.
- Vamos Lizz, déjame que al menos intente justificar el por qué... No puedes ignorarme por siempre, y mucho menos puedes dejar a tú mejor amiga destruida, siendo calmada por Mike, Cal y Ash que no tienen ni la más remota idea de cómo se consuela a una chica, a menos que sea emborrachándola o bueno...en fin.
La castaña golpeó el sitio junto a ella, aún sin decir ni una mísera palabra, lo que le dio el indicio al muchacho de que le estaba dando la oportunidad de redimirse. Se sentó intentando estar cómodo, pero era casi imposible, cuando ella le hacía un vacío inmenso.
- Apenas las vi supe exactamente que serían la clase de personas de las que sería muy difícil estar alejado, bien sabes que no es sencillo para ninguno de nosotros estar cerca de las gente, sobre todo cuando una de ellas es relativamente una fanática. Sé que notaste que estaba atraído a Sol, y no lo niegues porque he visto las miradas que has intentado ocultar de ella para no herirla, y quiero que sepas que no tiene la culpa de mis impulsos. He estado intentando controlar el hecho de que ella me guste pero créeme que es más difícil de lo que pensé y que sea dulce y sepa comprender no le hace ningún plus a las cosas- respiró hondo, necesitaba un poco más de coraje, y mejores argumentos si quería realmente expresarse.
La mujer se sentó, arrancando las pequeñas hierbas que crecían por diferentes sectores sobre la duna de arena, no quería oír nada de lo que le estaba diciendo, ella conocía la historia y sabía bien que en ese tipo de casos siempre alguien salía lastimado y por la mierda que quería ver a su hermana o a sus amigos heridos por un simple "touch and go",
- Quiero que entiendas algo, y quiero que prestes suma atención a lo que voy a decirte, porque no lo diré de nuevo y definitivamente me enojaré si no lo comprendes.
Clavó sus expresivos ojos grises en él, dándole a entender que iba en serio, y tras un asentimiento habló, en una voz baja, pequeña, casi audible.
- Soledad es la persona más importante en mi vida, mucho más importante que todos ustedes, incluso más importante que Harry, y no deseo verla con el corazón roto simplemente porque a un australiano de linda sonrisa y ojos llamativos se le cruzó la idea de que se sentía con deseos de experimentar sensaciones. Me caes bien, Luke y por esa razón quiero que dejes el jueguecito, sé que ella es hermosa y dulce y sobre todo sé que es una de las personas con el corazón más grande que tendrás el honor de conocer, pero por lo que más quieras no comiences algo que bien sabes no tiene un buen final.
- ¿Irás a hablar con ella?- preguntó con inseguridad.
- No seré yo quien hable primero, Hemms. Sí tú no hubieras venido aquí y me hubieras obligado a oírte, da por seguro el hecho de que no iría tras de ti para pedirte explicaciones, quizás porque sé que no me las debes a mí, o quizás porque creo que ambos son lo suficientemente maduros como para entender que si juegan con fuego terminarán incendiándose y con eso también incluyendo al irlandés que no merece estar involucrado en triángulos amorosos sin sentido. Ahora ve, terminaste con tus explicaciones.
- Gracias- murmuró- sé que soy la última persona a la que querías ver, pero te agradezco que hayas escuchado lo que tenía para decir.
Lizzy asintió con la mirada perdida, oyéndolo irse cuesta abajo, yendo con el resto y dejándola volver a su estado de calma y reflexión personal.
"Esto no debería haber pasado" le susurró la molesta voz en su cabeza, esa que a veces se hacía llamar su conciencia pero que aparecía en los momentos más inoportunos e innecesarios.
"Lo sé" respondió para sí misma.
"¿Y entonces por qué lo hiciste, tonta? " reprochó su otro yo.
"¡Porque quería hacerlo! ¡Porque no supe decirle que no! ¡Porque soy una adolescente babeante que extraña a su novio y hace estupideces!"
En lo que duró su conversación mental con ella misma, las lágrimas no habían dejado de caer acompañando los sollozos incontrolables que hacían a su cuerpo temblar, había cometido un error, un error que posiblemente le costaría la confianza de su hermana y la buena relación con Luke. Todo era un desastre y no sabía cómo repararlo. Siguió hipando, mientras dos brazos la rodeaban y apretaban acomodándola contra la suavidad de una abrigada campera que destilaba un perfume increíble, seguido por una bonita voz que le decía palabras alentadoras que no llegaba a entender porque sus oídos se hallaban totalmente tapados.
- Ya, cielo. Ella no puede estar enojada contigo por siempre- susurró Ashton al mismo tiempo que sus dedos se pasaban por las hebras del cabello rubio, y su cuerpo se balanceaba con el de ella, en un intento desesperado por lograr que dejara el llanto y al menos se tranquilizara.
Michael rodó sus ojos con cansancio, ¿por qué demonios Luke Hemmings no pudo mantenerse a raya y disipar sus hormonas púberes? Se acercó a la chica, casi quitándola del agarre de su amigo para lograr que lo mirara.
- Oye, deberías respirar profundo, y secarte las lágrimas. Ella es una odiosa pero te ama y no estará molesta toda su vida. Eres un humano y los humanos cometen estupideces sin pensar, cedemos a las tentaciones y no notamos el daño que podemos hacerle al resto. Solo piensa en cómo vas a disculparte, y cómo vas a arreglar las cosas.
El del cabello castaño siguió meciéndola, acariciándole un brazo, algo que la hizo sentir casi como en casa, cuando su madre la abrazaba y le decía que las cosas no siempre eran tan malas como parecían, asegurándole repetidamente que todo tenía una solución a pesar de que a veces pareciera no ser así.
Escuchó a lo lejos como Luke y Calum intercambiaban palabras, y vio al rubio ocupar el antiguo lugar de Hood, quién se alejó de allí sin explicaciones.
- ¿Has hablado con ella?- preguntó Ashton, esperando que el más joven comenzara a formular frases inteligentes.
El australiano cerró los ojos y respiró hondo, pasando las manos por su cabello dejándolo aún más despeinado que antes. Haberse disculpado no había tenido ningún beneficio, seguía sintiendo el pinchazo de la culpa como mil cristales que se incrustaban profundamente en su pecho, haciendo que se entristeciera.
- Una completa pérdida de tiempo, Elizabeth no va a ceder. Ha dicho que no se pondrá de mi lado bajo ningún punto de vista porque Niall no merece pasarla mal, y teme que salgamos todos lastimados, pero vamos... ¡fue solo un maldito beso!
La pequeña rubia que hasta el momento se había mantenido en silencio y bajo la contención del baterista, lo miró seriamente, clavando sus orbes cafés en las celestes.
- Ella tiene razón, sé que solo fue un beso Luke, pero todos saldremos perdiendo aquí- los lagrimales se le aguaron sin poder evitarlo.
- Bien, fue un error. No debí haberlo hecho- el mal humor le había comenzado a picar en el cuerpo- lamento no tener el control de mis emociones y no ser lo suficientemente inteligente para reprimir mis impulsos. También lamento estar atraído a alguien que sé que no me verá de ningún modo diferente.
Irwin le lanzó una mirada fulminante, estaba siendo un perfecto imbécil, diciendo tonterías sin sentido que sabía que la harían sentir peor.
- ¿Podrías no ser un bastardo arrogante y pensar por un momento en alguien que no seas tú?- pidió con exasperación volviendo a acariciar el cabello rubio de su amiga con una paciencia infinita.
- Lo siento, no quise tirarle más leña al fuego- bajó la vista, rascándose la nuca con frustración. ¡TODO POR UN SIMPLE BESO!
- ¿Mike, Ash?- ambos prestaron atención a la suave vocecita que salía de ella- ¿pueden dejar que hable un momento con Luke?
Tras un asentimiento unísono, ambos caminaron en dirección opuesta a la que Calum había tomado, empequeñeciendo a medida que se alejaban. Los rubios se miraron, la incomodidad les cortaba las palabras, y la tensión a su vez rayaba el ambiente.
- Es una estupidez, Soledad. ¿Comprendes que solo fue un impulso?- la voz ronca del muchacho estaba repleta de algún sentimiento poco positivo que le erizaba los pelos de la nuca. Él, que era todo sonrisas y timidez ahora se hallaba molesto y ofuscado.
- Ese "impulso" puede traernos problemas, Lukey y ninguno de nosotros queremos eso, ¿no es así? Pueden haber fans desperdigadas por todos lados y ellas siempre están al tanto de lo que sucede a tu alrededor, se enteran de las cosas antes de que incluso tú lo hagas, y sabes que estoy en lo cierto.
El rubio cerró los ojos, masajeando sus sienes con los dedos índice y medio. Soledad por otro lado restregaba sus ojos con el puño del sweater, limpiando las lágrimas que se le habían quedado pegadas a las pestañas.
- ¿Qué quieres que te diga? "Me gustas, y solo hace una semana que estoy conociéndote, pero tú tienes un jodido novio que resulta ser uno de mis amigos a quién le debo gran parte de mis sueños cumplidos"- el sarcasmo se coló en la cita sin siquiera poder evitarlo.
- No te gusto, Luke. Tenías curiosidad, y la saldaste. Fin del tema, no puedo gustarte porque como tú bien dijiste solo hace siete días que nos conocimos, y aunque yo sepa todo lo que supongo puedo saber sobre ti, tú no sabes ni la mitad de un cuarto de mí. No confundas "gustar" con "curiosidad".
No pudo contradecirla, si ella era feliz creyendo que solo era curiosidad entonces él no era nadie para quitarle esa calma mental que inocentemente se estaba creando.
- De acuerdo, cielo. Tú eres quién determina mis pensamientos, no voy a discutirte.
Dejó de buscar más para decirle, justo a tiempo para que Ashton y Michael volvieran a sentarse junto a ellos, mientras rellenaban el espacio con una conversación que a ninguno de los otros les interesaba.
Lizz bufó con irritación, alguien más había venido a intentar ablandar su enojo, alguien estaba pidiendo a gritos perder los dedos de la mano por tocar su cabello y tironear de él, alguien estaba provocándole calma con cada toque a su cabeza.
- ¿Quieres decirme que es lo que quieres?- preguntó con brusquedad sin siquiera echar un vistazo de quién se trataba- sí vienes a pedirme que me disculpe, ahórrate la saliva y vete por donde viniste.
Calum rió, realmente no podía culparla por su odiosa forma de tratarlo, Lizz le había caído bien desde el comienzo, ella solía tener un humor sarcástico que él realmente apreciaba y podía hablar libremente con ella sin preocuparse porque chillara o se emocionara por demás.
- De todas las personas del mundo, tú eres la única que podría estar sola en medio de la nada sin temer a ser violada o secuestrada- bromeó el moreno, aún peinando el cabello castaño, suave como seda.
Elizabeth soltó una pequeña risa. Se sentía bien estar con él, era casi como estar junto a Liam, ambos sabían oír sin presionar y sin hacer tontos comentarios que solo servían para amargarla. Siete días no bastaban para conocer a una persona por completo, pero eran suficientes para al menos formar un pequeño vínculo.
- No soy buena en momentos de tensión, y sé que exageré con la situación del beso pero no puedo dejar de pensar en que ustedes no van a durar por siempre, no se quedarán aquí toda la vida, y estoy segura que no vale la pena arruinar algo que viene de meses por dos semanas. ¿Comprendes?
Él asintió, su compañera estaba en lo cierto, aunque no pudiese decirlo ya que era casi como traicionar a su mejor amigo. Soltó el cabello enrulado, y se acostó junto a ella, percibiendo el aroma salado del mar, y el olor a perfume que destilaba Lizz. Tomó la manito de ella en la suya, comparando el tamaño y sonriendo ante lo pequeña que resultaba ser la anatomía de esa mujer.
- Estaremos aquí por un tiempo, y creo que eso es lo que llevó a Lukey a seguir sus impulsos, a veces te arrepientes si no sigues a tu corazón, nena. No estoy diciendo que estén en lo correcto, pero imagina que fuese tu caso, ¿cómo reaccionarías si tú ídolo está a centímetros tuyo, respirando prácticamente tu aire, mirándote fijamente como si fueras lo más bonito que ha podido admirar y de pronto solo... te besa?
Pensó bien en cómo le respondería a eso, no quería ser hipócrita, pero jamás había tenido ídolos a los que amara como Soledad lo hacía con todos ellos.
- ¿A qué quieres llegar, Cal?- preguntó y luego abrió sus ojos de forma exagerada- No vas a besarme, ¿verdad?
El australiano soltó una carcajada, sabía que no hablaba en serio y eso le encantaba de ella, podía bromear sobre cualquier tema y su compañera no se quedaría sin hacerle alguna respuesta inteligente.
- Ya quisieras tú que yo te bese- bromeó pellizcándole la palma de la mano.
- Bueno, entonces... ¿cuál es el punto?
- El punto es, querida Bayés, que has sido apresurada en tus reacciones y no oíste la versión de tú amiga, la cual espera realmente que la escuches y la entiendas.
La castaña soltó un suspiro, ¿Cuándo se había vuelto una perra? Peor aún ¿Cuándo había dejado de escuchar a su hermana y la había clasificado como "rápida"? La cabeza estaba por estallarle, era tan extraño ser la que soltara sus problemas, siempre había sido la comprensiva, la que usaban como pañuelo de lágrimas, ahora estaba allí, junto a una estrella, un bajista que había aparecido por casualidad en su vida y la estaba haciendo recapacitar ante su comportamiento.
- Es difícil, ¿tienes idea de lo culpable que me siento por saber acerca de esto y no poder resolver entre estar con Sol o ir directo a Niall y hacerlo saber que es un... bueno tú entiendes.
- Eres tan... pensante... en fin, sabes que tienes que volver en algún momento, ¿verdad? Porque no hay modo en que yo te dejé aquí lo que resta del día cuando allá hay comida, y hay dos tontos adolescentes enfurruñados que se arrepiente de su error. Lizz, cielo, entiendo que te preocupes por esto pero ambos son personas relativamente adultas que están esperando a solucionar esto, que en verdad es agotador y novelístico.
Elizabeth lo miró por un momento, deleitándose por la compañía, asombrándose por lo bonito de su sonrisa infantil, y por su loca manera de hacerla sentir mejor.
- ¿Cómo es posible que sepas exactamente las palabras adecuadas para que todo parezca mejor?
- Un don, un simple y muy buen don- respondió encogiéndose de hombros, y levantando su cuerpo tirando del de ella para estar ambos de pie- ¿quieres volver allá y dejar de ser una loca antisocial reina del drama que se preocupa mucho por todo?
Lizzy soltó una risa corta, empujándolo un poco con una débil fuerza.
- Vamos, Hood.
Vieron como de a poco se iban acercando ambos muchachos, iban riendo entre ellos, Calum llevaba a Lizz sobre su espalda, mientras tiraba incesante el corto cabello negro y rubio del chico.
- Parece que El Grinch no odia a todo el mundo- susurró Mike en voz baja, logrando que Luke capte el comentario y frunza el ceño.
- Ella no te odia, solo no le agradas lo suficiente para ser simpática contigo, algo que de verdad comprendo ya que la has agredido verbalmente en cada oportunidad que tuviste, Clifford.
El aludido rodó sus ojos, restándole importancia al irrelevante comentario del rubio y observó con atención a la pequeña mocosa intratable. No podía negar que fuera bonita, pero era tan molesta, contestadora e irónica que solo quería amarrarla y ponerla en un perfecto "mute".
- ¿Vas a dejar que me explique?- Lizz pestañeó, el tono dudoso que usó Soledad no hacía más que molestarla, cómo si ella fuera un monstruo que jamás la hubo consolado.
- Sí vas a decirme que ha sido un error, que estás arrepentida y que Hemmings te enloquece porque mide tres metros y posee cabello rubio entonces guárdate el cuento... ahora, si vas a decirme que harás con tú novio entonces te escucho.
La respuesta había sido directa y dura. Notó entonces el pequeño apretón que el moreno le proporcionó al angosto brazo de su amiga, y esa fue una clara señal de que Hood no iba a dejarla comportarse como una perra.
- ¿Por qué no dejas de ser un dolor de trasero y permites que la rubia se explique?- picaneó Michael con mal humor, ¿estarían todo el maldito día siendo actores de un culebrón dramático?
Bayés direccionó sus grises ojos hacia donde estaba él, y si las miradas mataran Michael Clifford habría muerto en ese segundo milimétrico.
- No ha sido más que una mierda, Luke se confundió, creyó sentir cosas por mí, pero no son ciertas. Él solo quería comprobar que era una tontería y cuando lo hizo descubrió que solo era curiosidad. Niall no tiene porqué saber todo lo que sucede, más aún cuando no hemos sentido en absoluto algo por el otro. ¿Podemos olvidar que sucedió?
Con la furia hirviéndole las venas, y la clara resolución e que todo era una excusa para no enfrentar sus problemas, Elizabeth asintió, al fin y al cabo ella no podía obligarlos a ser sinceros.
- Está bien, ahora que todo está en orden... ¿Podríamos comer?- la pregunta casual de Ashton la hizo sonreír, solo por ese día fingiría que la culpa de ser cómplice no la estaba carcomiendo y disfrutaría junto a la gente que tenía alrededor, al fin y al cabo, no sería ella quién llorara cuando aquel vocalista se fuera a casa.****
La foto de multimedia dice: "La vida es simple pero nosotros insistimos en hacerla complicada"
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Enamorándome en Londres
FanfictionUn viaje a otro continente. Una nueva familia. Música que entra por tus oídos y se instala en tu alma. Siete personas viviendo dentro de un mismo lugar. "El amor está a la vuelta de la esquina" dijo Sol. "O al otro lado del océano"...