•Capítulo 45: "Nos vemos pronto"•

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La vista desde aquel banco de piedra era maravillosa, árboles con algo de nieve rodeaban la pequeña plazoleta, el césped que cubría gran parte del lugar tenía gotas de rocío y todo olía extraño. Las hamacas se veían algo descuidadas, sobre todo por la pintura que se había comenzado a descascarar, dejando a la vista varias capas de otros colores anteriores, y el largo tobogán que se ubicaba casi en una esquina se veía mejor con los pequeños niños subiendo y bajando de allí. 

Niall respiró hondo, cerrando los ojos y sintiendo la cercanía de su cuerpo con el de su compañía. Se encontraba tan feliz de poder tener esos momentos a solas que casi rió en voz alta, era una completa locura como podía tenerlo todo y al mismo tiempo creer que no tenía nada si no estaba compartido con alguien especial.

Abrió sus ojos, y giró su rostro para así poder observar el bonito perfil de su novia, su pequeña naricita, sus pestañas largas y curvadas, sus pómulos redondos, todo de ella le parecía completamente hermoso.

— ¿Acaso no te han dicho que mirar a las personas fijamente es considerado acoso?— bromeó ella, sin quitar la vista del frente, donde un lago congelado bastante diminuto ocupaba su lugar.

El irlandés rió, pero no quitó no aparto la mirada.

— ¿Alguna vez pensaste en lo curioso que puede ser tener completamente todo a tus pies, estar rodeado de cosas pero al mismo tiempo solo necesitar una?— esta vez volvió su rostro al frente, y suspiró, intentando hilvanar su idea— al principio, cuando apenas me notaban, pedía a gritos que al menos alguien fuera capaz de elegirme a mí en lugar de a Harry o a Liam, luego, a medida que fuimos creciendo, entendí que nunca sería igual que ellos, es decir, nunca tendría el carisma de Harry o sería tan fantástico como lo es Liam, ni siquiera podría ser "rudo" como Zayn y Louis, así que me resigné solo a ser Niall Horan.

Soledad apartó sus orbes cafés del laguito helado y se fijó en él, poniendo total atención a cada palabra que decía.

— Nunca he sido lo suficientemente confiado con ninguna persona, y creo que es por esa razón que no he tenido nunca una relación estable... hasta que llegó una pequeña rubia, creo que ella no tenía intención de cambiar nada en mi vida, estoy casi seguro de que pensó que mi vida estaba completa con mis fans y la música, pero estaba errada.   

Sol sonrió, ese chico siempre elegía las palabras correctas para hacerla sentirse completamente enternecida e hipnotizada.

— Te aseguro que ella no esperaba siquiera que tú voltearas a verla.

Niall negó levemente, rechazando su teoría y continuó hablando.

— Ella es el ser humano más increíble de la tierra y no tiene ni idea de lo que me provoca. Todavía me sorprendo cuando me dice que me ama, porque eso significa que alguien vio más allá de todo y me escogió, aún teniendo la oportunidad de elegir a Liam, o Harry. Es tan pequeña que quiero protegerla todo el tiempo, y cuando sonríe y yo soy la causa de ello es casi como si estuviera encerrado en una nube de flores y corazones.

— Suena casi tan especial como lo es mi novio.

Horan elevó una de sus cejas claras, esperando a que ella contando.

— Al parecer amarlo durante casi dos años dio sus frutos, porque al fin y al cabo y contra todos los pronósticos terminó por fijarse en alguien tan sencillo como lo soy yo y eso es totalmente una locura. A veces solo pienso en lo irreal que es poder verlo reír, y disfrutar de su felicidad. Él definitivamente llegó para hacerme alguien mejor y para voltear toda mi rutina. Es la persona más hermosa que pisó la tierra, y cuando dice lo contrario solo quiero golpearlo y hacerle ver que las cosas no son como piensa y que cualquiera podría ver lo mismo que yo veo.

Enamorándome en LondresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora