El mes y medio lejos de casa estaba llegando a su final, habían conquistado miles de corazones mexicanos, firmado muchos autógrafos, recorrido hospitales y radios, y sobre todo habían dejado gran parte de sus almas en el escenario, transmitiéndoles a sus encantadoras fans un poco de todo el amor que ellos recibían de su parte.
Aún quedaban un par de semanas lejos de Londres, pero con cada tachadura en el calendario el rubio irlandés se sentía más ansioso, extrañaba su cama, sus cosas, a su cuñada y a su novia. Necesitaba de un abrazo suyo, o de uno de esos mágicos "te quiero" que solían ponerlo de cabeza y llenar su ambiente de cursis corazones rojos y mariposas empalagosas. Escribirle mensajes y hablar por cámara web era parecido a tener un gran chocolate pero no poder comerlo, ya no estaba demasiado conforme con eso de no verse.
Acomodó sus pies sobre el apoya brazos del gran sofá cama, oyendo el alboroto que creaban las fanáticas afuera de la habitación del hotel, algunas veces se sentía como en un sueño, eran muchas las ocasiones en que temía despertar y estar en casa con su madre, aún con aquellos escasos diecisiete años con los cuales había ido a la audición, o temía volver a oír como su nombre no había sido dicho en la elección para ir a casa de los jueces, pero esta vez él simplemente volvía a Mullingar a continuar con su típica rutina de adolescente común y corriente.
Su pequeña reflexión se dio por terminada cuando el sonido estridente de su celular repiqueteó en el ambiente.
"De: Liam
Para: Niall
18:30 pm
Mueve tú culo hasta mi habitación, tenemos que hablar"
El mensaje llegó de pronto, impacientando al rubio, Liam solo enviaba mensajes así cuando algo realmente estaba mal.
"De: Niall
Para: Liam
18:32 pm
¿Qué está mal?"
La respuesta no tardó en aparecer, un "VEN, AHORA" que estaba claramente obligándolo a moverse lo hizo salir del cuarto para casi correr al piso de arriba.
Entró sin perder más tiempo, y se sorprendió al notar como el semblante de su amigo no tenía un solo rastro de felicidad, por el contrario transmitía tensión, algo extraño en él que casi nunca tenía ese tipo de comportamiento. Se sentó al borde de la cama, casi sin ocupar espacio y miró expectante a que el castaño comenzara a explicarle de que iba el apuro.
- Esto no... yo... mierda- las palabras salían inaudibles, ¿cómo le explicaría al chico?
La incomodidad se estaba haciendo dueña de la paciencia del rubio, levantó una ceja y abrió los ojos, diciéndole en silencio que quería que lo dijera de una vez, sin tanto rodeo.
- Creo que será mejor que lo mires por ti mismo- murmuró Payne, pasándole el teléfono celular, donde se podía ver que twitter estaba abierto y allí se leí claramente "Luke Hemmings estuvo muy cerca de una chica hace unos días en la playa de West Wittering a las afueras de Londres", "El vocalista de la banda 5SOS y una desconocida en la playa", "Al parecer Luke de 5 seconds of summer, estuvo hace unos días besándose con una rubia" los mensajes estaban adjuntados con fotos, su australiano amigo junto a una chica de cabello rubio, estaban demasiado juntos, claramente besándose.
- Enhorabuena- sonrió Niall, pasándole de nuevo el aparato al otro- nuestro pequeño Lukey tiene novia.
Se dio cuenta, luego de decir eso que los músculos de su compañero se tensaban, marcándole las venas de los brazos. No llegaba a comprender el por qué del escándalo, ¿acaso Hemmings no podía tener una novia mientras estaba en Londres cuidando de sus...? Sus dientes se apretaron duramente haciéndole doler la mandíbula, y sus manos se cerraron en puños poniéndole la piel tirante.
- Dime... dime que...- la voz se le había empezado a cortar, convirtiéndose en un susurro que vino acompañado de la típica picazón en los ojos, advertencia clara de que iba a llorar. Liam soltó el aire que había estado guardando dentro de su pecho, ¿Por qué había tenido que ser él quién hallara las fotos?
- No te apresures a suponer, bien sabes que las fotos tienen trucos y que no todo es lo que parece. Quizás Luke realmente encontró a alguien con quién salir, o también puede ser que las imágenes no sean lo que nosotros pensamos que son.
Se acercó a él, poniendo una pesada mano sobre su hombro para poder darle un poco de apoyo pero en el segundo en que su piel hizo contacto con la del rubio, este soltó un improperio alejándose con rapidez y pateando gran parte de las cosas que se encontraban a su alcance. La impotencia era como un cuchillo afilado que se le clavaba profundamente en la carne, provocando un dolor insoportable y, aunque gran parte de su corazón se rehusaba a creer que Soledad y Luke habían estado juntos en el tiempo en que él no podía verlos, lo que restaba, la parte que ocupaba su mente, le gritaba incansable y cruelmente que era un idiota de grandísimos cuernos.
Golpeó con fuerza la pared, tiró la lámpara de la mesita de noche, y desarmó la cama por completo, no podía detenerse, necesitaba con todas sus ganas que la sensación se fuera.
- ¡Dios! Sí, Zayn... ¡APURATE! ¡Él está destruyendo el cuarto!- la voz de Liam, sonaba tanto lejana como desesperada.
Después de lo que parecieron horas, su cuerpo se sintió como gelatina, ya no tenía energía suficiente siquiera para mover las pestañas y pudo por fin soltar lágrimas. Se tapó la cara con las manos, escondiéndose sobre sus rodillas encogidas, escuchando como la puerta se abría, y la habitación se llenaba de golpe pero él no fue capaz de moverse, ni siquiera cuando Harry se acercó, sentándose junto a él, murmurando que debía estar seguro por completo antes de enloquecer.
La tensión permanente que levitaba por todos los cuartos de la mansión era espesa y realmente incómoda, pero todos ahí fingían que no existía y solo continuaban con sus actividades, habían barrido el drama bajo la alfombra de modo tal que solo lo evitaban.
Elizabeth rió al escuchar una de las respuestas de Calum en el juego de las veinte preguntas más absurdas y tontas que jamás hubiera pensado, él y Ashton eran las dos únicas personas del lugar con las que se sentía realmente cómoda últimamente, y aunque aún hablaba con el resto solo... era demasiado tenso como para disfrutarlo.
- ¿Prefieres comer todo lo que quieras toda tú vida sin engordar, o... de un día para otro convertirte en una escritora de best sellers calva y gorda?- la sonrisa aniñada del baterista siempre la hacía sentir bien, era como tener un pequeño niño de cuatro años que todo el tiempo deseaba hacerla feliz.
- Uhm... no lo sé... pensar en comer porquerías sin preocuparme por nada me resulta tentador... pero por otro lado escribir... ¡Irwin, me has hecho pensar acerca de una tontería!- golpeó con suavidad el hombro fornido del muchacho, ganándose un par de carcajadas de ambos, que fueron cortadas por el sonido de su teléfono celular.
Miró con atención la pantalla, sorprendiéndose al ver el número de Niall titilando, aunque no esperó mucho tiempo y solo atendió al llamado.
- ¿Aló?- El hipar del chico detrás de la línea la preocupó, ¿por qué Horan la llamaba a ella, y más aún por qué estaba llorando?
El irlandés tosió un poco, intentando aclarar su garganta ardiente por tanto llanto. Había decidido que hablaría primero con Lizz, ella siempre era directa a la hora de aconsejar o responder, y eso era justo lo que él necesitaba, quería que sacaran la curita de golpe, así al menos el dolor sería menos.
- Hey, ¿cómo está mi amiga favorita?- pretendió que estaba bien, que solo era una llamada causal.
Elizabeth bufó en un tono alto para que Niall la oyera a la perfección, ¿acaso él creía que podía mentirle? ¿A ella? ¿La reina del llanto disimulado?
- No quiero ser grosera pero sé que no has llamado solo para preguntarme como estaba... Ve al punto, Ni... ¿Qué sucede?
El sonido del otro lado estuvo en silencio por unos cuantos segundos mientras el chico rompía en lágrimas, ahora sí, sin poner esfuerzo en esconderse.
- ¿Es verdad?... - Lizzy estaba comenzando a impacientarse, no entendía de qué trataba todo eso, estuvo a punto de preguntarle sobre que estaba hablando cuando un golpe ligero en su brazo hizo que prestara atención al rostro aterrorizado de ambos australianos, frente a ella, en un teléfono lo suficientemente grande como para distinguir la página, estaban las mismas fotos que Niall había visto anteriormente.
- Mierda, mierda, mierda- masculló repetidamente entre dientes. Ahora sabía de qué iba todo el asunto, el rubio había visto las imágenes.
- Lo es, ¿verdad? ¡RESPONDEME!- volvió en sí, la culpa la estaba aplastando como un yunque. Pensó bien en que iba a decirle, no podía mentirle en la cara cuando la evidencia mostraba claramente lo que había sucedido, pero tampoco podía meterse entre ellos. Una rebelde gota de agua se le escapó por su ojo izquierdo, lo deseara o no, ella sería la mala del cuento de todos modos y no era nada agradable sentirse así. Notó que el puño de un sweater se acercaba a ella para limpiarle la mejilla mojada, y se sorprendió al darse cuenta de que pertenecía al chico de ojos claros que la detestaba con cuerpo y alma.
- Lo siento, rubio- susurró, cortando la llamada sin siquiera esperar a que dijera algo más.
Apoyando los codos en sus rodillas y enterrando su cara entre las manos, lloró inconscientemente, agradeciendo el hecho de que ninguno se le acercara a consolarla, porque eso solo empeoraría su estado inestable.
Niall gritó tanto que su garganta se prendió fuego y sus pulmones le pidieron piedad, volvió a marcar en su propio teléfono, contando los pitidos hasta que pudo oír la voz de la persona que lo había decepcionado, y que ahora le había arrancado un pedazo de corazón.
- Hola, cielo- ella emanaba alegría, estaba bien, no parecía afligirse.
- ¿Disfrutaste de pasar tiempo con Luke?- la pregunta había salido seca, tajante como un hachazo.
Soledad sintió frío recorrerle la espalda, se había enterado, su novio sabía de su error y ahora todo acabaría.
- No es lo que piensas... él y yo...
Una risa irónica brotó de los labios del chico, ¿podía ella estar excusándose?
- Por un momento creí estar equivocado, creí que quizás Hemmings si había encontrado a una chica y estaba disfrutando de Londres, pero luego llamé a Elizabeth, qué al principio no sabía de que hablaba pero luego solo murmuró muchas veces la palabra "mierda", y entendí que soy un gran y completo imbécil... Es una total ridiculez que, mientras yo estaba de este lado del mundo preocupándome y echándote de menos, tú estés ahí manoseándote con alguien más...
Un sollozo se escapó de ella, algo que le puso los nervios de punta a Horan, no tenía derecho a llorar cuando la situación era su culpa, suya y de aquel idiota traidor al que llamaba "amigo"
- Lo siento, Niall... lo s-sien-to tan-t-to. Yo no quise...- Las palabras estaban gangosas, y su nariz goteaba a medida que el llanto se incrementaba.
- ¡No mientas! ¡Deja de ser una hipócrita! Sí no quisiste entonces no deberías haberlo hecho. Estoy harto de ser el felpudo, el infeliz al que cualquiera lo pasa por encima. Las cosas no pueden ser así, Soledad, yo no puedo estar al pendiente de que mi novia me haga un jodido cornudo en cada oportunidad que dejo el país. Y no es solo porque lo hayas besado, porque un simple beso no representa nada, lo que en verdad me aniquila es el hecho de que tú te ríes de la confianza que te tengo, ni siquiera fuiste capaz de llamarme y al menos contarme la situación- hipó fuertemente, tirando un poco de su cabello, odiaba ser un llorón- tuve que enterarme por la publicación de una persona la cual no tengo ni puta idea de quién es, para luego llamar a mi querida cuñada que lo único que pudo decirme fue un "lo siento", como si eso me reparara el dolor. ¿Es que acaso yo no soy lo suficientemente bueno para ti que necesitas estar con otra persona a expensas mía?
Estaba segura que había podido escuchar los pedazos de su corazón hacerse más pequeños.
- No... fue un error... te amo- la voz apenas si le salía, era más parecido a un graznido que a algo humano pero a ella no le importaba, solo quería reparar las cosas.
- Un error que lamentablemente no podemos remediar, lo sé... sé que me quieres, pero no puedo hablar, al menos no ahora. Necesito tiempo, necesito pensar en las cosas, y sobre todo necesito mantenerme alejado de ti por lo que queda del viaje- cortó la llamada, lanzando el aparato por el aire para que impactara contra la pared, haciéndose añicos como cristal y ella solo puedo abrazarse a sí misma, esperando a que sus partes no se separaran y huyeran.--------------------------
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Enamorándome en Londres
FanfictionUn viaje a otro continente. Una nueva familia. Música que entra por tus oídos y se instala en tu alma. Siete personas viviendo dentro de un mismo lugar. "El amor está a la vuelta de la esquina" dijo Sol. "O al otro lado del océano"...