¿Y por qué no con todos? (BTSxYoongi)

Capítulo 42

Narra Yoongi

La fiesta iba trascurriendo de lo más normal, lagrimas por aquí, felicitaciones por allá. Era la típica boda, una total aburrición.

Respecto a Jungkook, él se encontraba en la pista de baile con sus familiares y yo estaba agarrando un poco de la barra de aperitivos que estaba en el gran jardín en el que se llevo a cabo la  ceremonia. Mi vista viejaba por todo el lugar, observaba como la pareja bailaba feliz alrededor de la gente que los quería, y entre ellos resaltaba la sonrisa de jungkook, parecía que realmente se estaba divirtiendo. Era una imagen muy tierna.

No tengo el derecho a arrebatarle esa linda sonrisa.

La música dio un cambio drástico a una balada lenta, haciendo que los invitados buscaran una pareja para bailar aquella pieza lenta y haciéndome perder de vista a Jeon, regresando a la realidad y volver a concéntrame en el exquisito sabor del pastelillo que había tomado.

- ¿Esta rico? - pregunto alguien a mis espaldas provocándo que casi me atragante con el bocadillo que había tomado.

-Jungkook. - dije con un hilo de voz una vez que dejé de toser. – Creí que estabas bailando. – dejé de lado la comida.

-Bueno, me canse de bailar con mis tías y con mi mamá. Creo que es momento de bailar contigo. – Jungkook extendió su mano. Vi su mano y luego alcé mi vista para hacer contacto visual. No sabia si debía tomarla. – Por favor Yoonji, soy un buen bailarín, puedo guiarte.

-Tú y tú gran autoestima. – hice una media sonrisa, mientras que con un poco de duda tomé de su mano. Realmente admiro su gran confianza. – Vamos.

Ambos nos dirigimos a la pista rodeada por adultos y una que otra pareja de nuestra edad. Jungkook puso su mano un poco vacilante en mi cadera y la otra la extendió para que nuestros dedos se cruzaran y comenzáramos con un vals lento y al compás de la música.

-Tenías razón, eres un buen bailarín.- dije.- Solo que hay un pequeño detalle.- tomó su mano que estaba en mi cadera y la pegué más a mí, ya que ni siquiera las yemas de sus dedos estaban rozándome.

-Y-yo, no soy... ya sabes. – comenzó a tartamudear. Otra gesto tan lindo y tierno de él.

-No me tengas miedo, tan solo estamos bailando. – sonreí y él me devolvió el gesto mientras apretaba más mi mano con la suya.

El atardecer junto con la mirada de jungkook eran una gran combinación. Me encanta su compañía, disfrutaba bailar a su lado mientras que hacia cualquier comentario para deshacerse de la tensión que había entre ambos, haciendo que ambos soltáramos unas cuantas carcajadas mientras seguíamos bailando sin percatarnos del pasar del tiempo, la pista era nuestra, inundada por nuestras risas y pasos sincronizados con la música, cada nota de la música fluía en el aire envolviéndonos a ambos en un ambiente de armonía y dejando que nuestras sonrisas fueran la evidencia de aquella alegría que ambos sentíamos de estar juntos. Realmente me sentía bien en ese instante.

-No sabes cuanto espere por estar aquí contigo Yoonji. – pero esas palabras me hicieron volver a la realidad. - ¿Yoonji?

La voz cada vez se hacía más alejada, porque los pensamientos y la culpa comenzaron a invadirme de nuevo, haciéndome sentir mal. Estaba robando sonrisas que no eran para mí, eran para una chica que no existía, y tal vez aquellos lindos cumplidos y halagos pudiera decírselos a alguien que realmente valga la pena y no a una simple y vil mentira.

-Perdón si dije algo malo. – al parecer Jungkook había notado mi cara, porque se detuvo repentinamente. – Tan solo trataba de decir la verdad.

-Acompáñame. Tengo que hablar contigo. – no solté su agarre, pero si nos alejamos ambos del lugar.

Jungkook no dijo nada, ambos rodeamos el gran y colorido jardín en el que se encontraba la capilla, decorado con las flores mas bonitas y el camino tenía unos grandes árboles que se mecían con el viento y daban una muy buena sombra con unas cuantas bancas para los invitados. Una vez que ambos nos encontramos solos, intenté buscar las palabras para comenzar a hablar.