Capítulo 31

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Narra Hoseok

Me encontraba en la gran casa de Jimin, en su cuarto, sentados en su lujoso escritorio, uno al lado del otro. Él me había invitado para poder ayudarlo con la tarea de química, sin embargo, no podía evitar ver su cara un poco triste.

Siempre tratas de ayudar a los demás ¿Por qué?

Me gusta hacer a a gente feliz.

¿ Y qué hay de tú felicidad?

Yo ya soy feliz.

-¿Qué te sucede Jimin?- el alzó la vista y observe su mirada muy decaída ¿Por qué ahora todos están tristes? Primero Jin, y ahora Jimin.-¿ Por qué esa cara?

-Estaré bien.- volvió de nuevo su vista a la libreta.

Trate de ignorarlo, pero unos pequeños sollozos se escucharon y tambien sorbos que provenian de mi amigo. Ví como la espalda de Jimin temblaba y entonces bajé mi mirada a sus apuntes. La libreta tenía pequeñas gotas, las cuales salían de los ojos de mi amigo.

Eso hizo que mi corazón se encogiera. Ver a Jimin llorar, es algo que no puedo tolerar, es tan alegre que cuando las lágrimas opacan su mirada, mi corazón se entristece también.

Me acerqué a él y lo envolví en un abrazo. Él  solo puso  sus puños en mi pecho y arrugo mi suéter, tratando de minimizar su tristeza. Jimin era de las personas que lloraba a solas por vergüenza a ser visto, pero creo que hoy la pena se esfumó para él.

-Tranquilo Jimin.- acariciaba su espalda para tranquilizarlo un poco.

-¡Es inútil Hoseok! ¡Es tan inútil el intentar!- sus sollozos iban en aumento.

No entendí a que se refería con decir que era inútil ¿Por qué Jimin decía eso?

Entonces sin previo aviso, lo aleje un poco tomándolo por los hombros Y ver sus grandes y lindas mejillas rojas, sus ojos hinchados por llorar y su labio inferior temblar. Esa imagen reflejaba a una persona destrozada.

Como un acto de reflejo, deposité un pequeño beso en la mejilla de Jimin, impregnando mis labios con aquel sabor salado que escurría por su cara. Es un gran amigo y no sabía por qué lloraba, sin embargo, algo en mi interior me impulsó a darle aquel beso, tan sólo quería que dejará de llorar.

-¿Por qué estás triste Park?- pregunté.

-P-porque...- su llanto no lo dejaba hablar bien, así que opte por quedarme callado y dejarlo llorar hasta que ya no pudiera más.

No supe cuando el llanto de Jimin se detuvo, pero lo importante era desahogarse, él necesitaba de eso, también necesitaba de alguien y yo estaría aquí.

Le pasé unos pañuelos que se encontraba en una mesita de noche. Los tomó y escandalosamente sorbió la nariz.

-Gracias por estar aquí.- soltó una pequeña risa un tanto desanimada.- Que pena que me estés viendo así.

- No te preocupes.- sonreí.- Estoy para lo que sea Jimin.

-El único que me había visto llorar así fue Taehyung.- tiro el pañuelo sucio a la basura.- Y fue hace diez años, cuando murió mi perro.

-¿Por qué lloraste? Si alguien te hizo algo juro que....

- Nadie me hizo daño.

-¿Entonces por qué que lloras? ¿Estas deprimodo?.- Jimin volteo a verme y pude sentirlo un poco más tranquilo.

- No...- suspiró.- ¿Tú crees soy poco atractivo?

-¡Estas loco!- grite incrédulo.- ¡Pero Mírate! ¡Tienes todo lo que un chico o una chica puede desear! ¡Empezando por tu trasero! ¡Vaya envidia!-  Jimin volvió a reír. Pero rápidamente se esfumó aquella sonrisa.

¿Y por qué no con todos? (BTSxYoongi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora