💜37 (parte2)

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6:00h...

Se habían levantado temprano como siempre. El amor la había hecho sentirse tan feliz, que se levantó con ganas de cooperar en la casa y ayudar a todos. Su novio la encontró preparando el desayuno, lo que le sorprendió. Fue directo a abrazarla por atrás y ahora parecían una pareja de recién casados. 

-No creía que supieras cocinar.

-No sé cocinar, pero sé sobrevivir.

Luciana llevó a la mesa dos panqueques en cada plato. Nicolás los probó y les encantó, ya que les había metido yogurt de uva. Los panqueques de Luciana estaban geniales.

En eso bajó Arturo que recién se había despertado. Se sorprendió encontrarlos juntos y desayunando como adultos.

-Buenos días. -Dijo la niña. -Hice panqueques ¿Deseas unos cuántos?

-Están buenísimos, abuelo.

-Me gustaría, pero qué haces aquí tan temprano?

-Su papá la abandonó.

-Se olvidó de recogerme anoche.

-Entiendo. -Dijo incómodo. -Con que pasaste la noche aquí.

Al ver a los niños tan felices y cursis, supo que anoche había ocurrido un revolcón. No pudo negar que sí se sentía preocupado. El anciano se sentó junto a ellos, mientras la niña le servía sus panqueques. Cuando  esta le sirvió, Arturo vio en el cuello blanco de la niña, un tremendo chupetón gigante que parecía un hoyo. 

-¿Utilizaron condones?

-¿Qué son condones? -Dijo la niña inocente.

Arturo miró con decepción a su nieto que había sido irresponsable. 

-Lo siento, no entendí.

-Te lo cuento luego. -Dijo el niño.

La niña comenzó a avergonzarse, se prometió estudiar lo que son los condones cuando regrese a casa. En eso, Luciana fue a sacar la miel de maple que se encontraba en la refrigeradora de la cocina. Cuando llegó vio que al lado izquierdo había un cuarto que servía como almacén para guardar los productos alimentarios, igual que en la mansión de su familia. A Luciana le gustaba entrar a esos cuartos porque sentía que estaba jugando a ser una camarera de restaurante. La niña se metió por curiosa y vio que tenía de todo. De pronto vio una botella de vino blanco que estaba de espaldas. La niña pensó que se trataba de algún vino de la marca de los Altamira, pero al cogerlo y verlo, se sorprendió que no se trataba de ellos. Aquel vino blanco decía "White Doll by Gómez's Wines".

-¿Gómez's Wines?

En ese instante, la niña sacó su teléfono y buscó la marca. Cuando la encontró, inmediatamente salió el actual dueño. Recién se dio cuenta que era novia del nieto del dueño de una marca de vinos que se encontraba en el ranking de los mejores a nivel mundial. Mierda, pensó. Cómo no lo supo antes. Por eso tenían tanto dinero y tanta privacidad.

-Aquí está la miel. -Dijo la niña. -Eh...no sabía que eras el dueño de los vinos Gómez, Arturo.

Nieto y abuelo se quedaron mirándose preocupados. A ninguno le gustaba presumir lo que tenían. El niño le hizo una seña negándole que él le había contado a Luciana.

-Da igual. -Dijo el anciano. -No es muy importante. 

-Es muy probable que conozcas a mis abuelos. 

-Eh...sí, los he visto en algunos eventos...y...

-Deberíamos hacer una reunión.

Arturo tosió y comenzó a ahogarse con los ricos panqueques. Se bebió el jugo de naranja que tenía a su costado y por fin se mejoró. ¡¿Cómo que una reunión con esa gente?!

Kendra ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora