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22:00h...

Kendra llegó de la empresa a esa hora, ya que si el trabajo no la iba a distraer, lo harían las drogas. Fue directo a su habitación, donde escuchó la ducha. Ernesto se estaba bañando. La cuna de Andrea estaba vacía, tal vez porque Luciana la tenía en su habitación.

De pronto vio una caja mediana encima de su cama. No recuerda haber pedido nada por internet, así que lo vio extraño. Había una nota encima de la cama que decía que era para ella.

"Inside the box is the purse of Liliana Altamira

-New York City Police Department".

Kendra se sorprendió. Nunca había tenido alguna pertenencia de Liliana en sus manos. Pensó que solo habría dinero y tarjetas, su teléfono tal vez estaría sin batería. Pensó en que no habría casi nada importante hasta cargar el celular.

Abrió la caja y sacó el Givenchy verde. Era hermoso. Le hubiera gustado usarlo pero tal vez Julia se daría cuenta y no pararía de joderla.

Abrió el bolso con cuidado y se encontró con lo que esperaba. Una billetera muy hermosa y fashionista llena de billetes y tarjetas. Pensó en darle eso a Dayra para que sea ella quien reclame el dinero, ya que a estas alturas, todas las cuentas de Liliana deben estar congeladas.

Había un chocolate ¡¿Un chocolate?! Pensó ¿¡Liliana comía chocolates a escondidas?! Comenzó a reírse. A pesar de que naturalmente, Liliana era muy delgada; le gustaba auto lastimarse sometiéndose a peligrosas dietas para fingir que se cuida mucho. Nunca la vio comerse algún contenido de azúcar o sal. Estaba sorprendida. Tal vez ya estaba harta de comer saludable.

Después de risas y de meterse doscientos dólares de Liliana a los pechos, vio una libreta y una hoja doblada. Tal vez era un comprobante ¿Quién lo sabía? Iba ignorarlo pero ya no tenía más que hacer, así que sacó la libreta. Cuatro hojas escritas ¿Qué diablos? Se preguntó. 

Leyó un poco de la primera y se dio cuenta que era su historia. Todo lo que Liliana sabía de ella y todo lo que Arturo le había contado. Fue él. El culpable era Arturo. Tuvo tantas ganas de ir tras él y matarlo...pero Mark lo quiere y ella estaba segura que Mark no soportaría perder a otra persona.

Cerró la libreta y a la aventó. Vio la hoja, ya no tenía ganas de verlo, pero aún así lo hizo. Abrió la hoja y comenzó a leerlo.

"Tal vez esta sea la última vez que te escriba algo, es que sabes que es muy difícil vencer a Kendra. Ella tiene otro hijo, con otro hombre y te ha engañado con Sergio durante toda su vida. No sé si te ama pero si sé que ella amaba a Sergio con locura al igual que yo a ti. Desde que te vi en el yate un noviembre de 1993, no he dejado de pensar en ti ni de envidiar a Kendra porque te tiene enganchado a ella. No sabes cuánto sufrí cuando ella dijo que iba a tener una bebé contigo y cuánto celebré cuando nos mintieron que había muerto. Soy muy feliz cuando a escondidas te metes a mi oficina y hacemos el amor. Aunque tú me dices que solo es sexo, yo sé que no es así. Es amor. Lo que tenemos tú y yo es amor. Estás siendo engañado por Kendra. Te controla y he hecho miles de cosas por impedirlo pero ya no puedo. Si este es mi último día, déjame confesarte que te quiero desde que tengo once años. Te adoro y por tí doy la vida. Nunca te olvidaré.

Con mucho amor, Liliana."

Los ojos de Kendra empezaron a empaparse de lágrimas. Siempre lo sospechó y ahora podía afirmarlo. Le entró tanta rabia que empezó a temblar. Guardó la carta en su armario y en eso Ernesto salió de la ducha. 

Ernesto la vio seria y con las lágrimas caer por su rostro. Daba miedo. Pero este se sentía igual de furioso que ella. 

Kendra se acercó lentamente y le aventó una bofetada.

Kendra ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora