Cariño, despierta. - CAPÍTULO 28.

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JUSTIN's POV.

— La madre de __ si sabe sobre el accidente, Claudia. — Dije rápidamente. — Ella envió a Francisco en reemplazo de ella, ya que se demoraría mucho en llegar a Miami

— ¿Eso dijo Francisco? — Preguntó. — Mi hermana podría estar en la luna, pero aún así vendría por la salud de alguno de sus hijos.

— Hablaré con Francisco, le pediré hablar con su madre. — Dijo el oficial Waldorf.

— No se preocupe, yo lo llamo para que venga y aclare todo, debe estar viendo a __.

— De acuerdo — dijo el oficial poco convencido. — Pero no se demore.

Me alejé de ellos hacia un rincón del hospital y marqué a Francisco.

— ¿Diga? — Contestó el mayor de los Jhonson.

— Soy Justin. — Respondí. — El oficial necesita hablar contigo sobre tu madre.

— ¿Qué? Pero si ya hablé con él.

— La madre de Yovanna está hablando mucho con él y la mentira de que tú madre no puede viajar está por derrumbarse. — Dije. — Necesitas una mejor excusa.

— ¡Maldición! De acuerdo, voy para allá.

Cortó la llamada y sentí un golpe leve en la espalda, me giré y vi a mi amigo.

— ¿Cómo está Yovanna? — Dijo Khalil.

— ¿Cómo crees que está? — Respondí.

— Lamento mucho haber estado incomunicado. — Se disculpó. — Pero no pensé que pasaría esto.

— No tienes que disculparte conmigo Khal, Yovanna se merece una disculpa.

— ¿Está Claudia aquí? — Cambió de tema.

— Sí, trata de calmarla por favor. Está muy nerviosa.

— De acuerdo, iré a buscarla. — Dijo Khalil. — Gracias Justin.

Lo quedé mirando y vi como se dirigía hacia Claudia.

Han pasado seis horas desde que llegó Khalil y ya es de noche. Zara llega mañana a ver a su hermana y el oficial Waldorf le creyó toda la mentira que volvió a inventar Francisco.

Seguíamos en la sala de espera, esta vez en una más privada, ya que algunos pacientes y paparazzis no paraban de observarnos y tomarnos fotografías.

— Justin, anda a casa a descansar. Haz hecho mucho por hoy. — Dijo Francisco.

— No te preocupes, quiero mucho a tu hermana y a Yovanna. Estoy bien.

— En serio, descansa. Yo me quedaré hoy y mañana puedes venir a la hora que quieras. Las chicas van a estar bien. — Volvió a decir Francisco.

— De acuerdo, pero te dejaré a unos Guarda espaldas para que los cuiden por cualquier cosa. — Sonreí.

— Está bien. Descansa Justin. — Se despidió.

¡ALÉJATE DE NOSOTROS! [JB&TÚ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora