¡ALÉJATE DE NOSOTROS! [JB&TÚ]

Tengo una idea - CAPÍTULO 50.

__'s POV.

Llegamos a la casa donde mis padres se hospedaban y decidí ir a tomarme una ducha. Así mismo podría revisar el teléfono con tranquilidad.

Subí al segundo piso y me encerré en el baño. Abrí la llave de la bañera, para que el sonido del agua corriendo se escuchara fuerte para no levantar sospechas.

Saqué mi teléfono del sostén y revisé WhatsApp. No tenía ningún mensaje de Justin. Fui hasta los mensajes de texto, nada de nuevo. Abrí Instagram, vi los mensajes directos y no había ni rastro de Justin. Me parecía extraño que ni siquiera haya leído mis mensajes.

Me recosté en la tina y decidí descansar de tanto drama que había en mi vida.

Seguí remojando mi cuerpo y mi teléfono vibró. Debe ser un mensaje de Justin.

Limpié mis manos con la toalla y tomé el celular. Estaba en lo correcto, era un mensaje, pero no de Justin. Era Yovanna.

Marqué su número y de inmediato contestó mi llamado. Le conté todo lo sucedido.

— ¿Cómo que te vas mañana? — Gritó.

— Así como lo oyes. — Suspiré. — Papá enloqueció. Casi me mata.

— ¡Dios! Tenemos que planear algo para que vengas.

— No sé que haré, pero ya se me ocurrirá algo. — Dije pensando.

Corté la llamada, me puse ropa cómoda y bajé las escaleras de la gran casa. Fui hasta el living y vi a mi hermana.

— Ey, ¿dónde están los demás? — Le hablé mientras ella miraba la televisión.

— Fueron a hacer las compras. — Me miró.

— ¿Por qué fue Francisco? — Me senté en el sofá.

— Fran conoce bien la ciudad y solo los acompañó. Eso es bueno para que nosotras tengamos tiempo de pensar qué haremos para escaparnos.

— ¿Escaparnos? Zara, no puedes arriesgarte a que papá te de una paliza si nos atrapan.

— ¡No me importa! Es la fiesta más exclusiva que estaré en la vida. Yovanna es amiga de varios famosos.

— Lo sé, pero corres riesgos Zara. No quiero que te hagan lo mismo. — La abracé.

— Tengo una idea. — Me miró. — Podríamos envenenar a mamá y papá y saldríamos sin problemas.

— Yo sé que tú eres capaz de hacer eso, pero es una locura. — Zara hizo un "puchero" y se amurró. — ¿Mamá aún toma las pastillas para dormir?

— Sí, ¿por qué?

— Tengo una idea. — Ahora la miré yo.

— Me asusta esa mirada __.

— Debemos moler varias pastillas y ponerla en la comida o en algo líquido para que ellos se lo tomen y así no puedan despertar en la noche y salgamos sin que nos pillen.

— Buena idea, pero me sentiré en un capítulo de alguna serie de asesinato. — Rió. — ¿No tendrán alguna sobre dosis?

— Hay que preguntarle a Francisco. — Hablé. — Él nos tiene que ayudar.

— Tenemos un problema. Ellos dejan la puerta cerrada.

— Hay que conseguir la llave y las pastillas.

— Yo me encargo de las pastillas y Francisco de las llaves. Déjanoslo a nosotros. Tú solo arréglate, maquíllate y ponte sexy. — Me guiñó un ojo.

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