Paparazzis - CAPÍTULO 34.

1.6K 77 4
                                    

__'s POV.

— ¿Y ahora que hacemos? — Habló Zara mientras caminábamos por el estacionamiento sin dirección alguna.

— Hay que salir discretamente. — Habló Fran. — ¿Qué opinas __?

Francisco me distrajo de mis pensamientos.

— Claro. Lo que ustedes digan. — Les sonreí.

— ¿Estás sorda? — Me observó Zara. — Estamos buscando la forma de salir de aquí.

— Podríamos llamar a Justin. — Saqué mi celular desde el bolsillo de mi bluejeans.

— Justin no me contestó en toda la mañana. — Dijo mi hermano apoyando su cuerpo en un auto estacionado.

— Hermanos, Justin está de compras con una chica. — Zara mostró la pantalla de su IPhone, en donde aparecía una foto de Bieber y una chica con la cara tapada.

Algo en mí se molestó. No tenía que ponerme celosa, porque no somos nada, pero beso del otro día significó mucho para mi y pensé que también lo fue para él.

— No es para tanto, no sale haciendo nada con la chica. — Habló Fran analizando la foto.

— Lo sé, es solo que todas las chicas están compartiendo esa foto. — Se excusó la rubia.

— No me importa. — Hablé molesta. — ¿Saben qué? Justin no es nuestro hermano mayor ni nuestro padre para que nos esté solucionando la vida. — Me retracté. — Tenemos que hacer algo para salir discretamente.

Pasamos aproximadamente veinte minutos planeando nuestra salida, pero nada nos funcionaba.

— Estoy muriendo de sueño. — Bostezó Zara.

— Yo tengo hambre. — Me quejé. — En el hospital dan comida de mierda.

— ¿Es es Grace? — Habló Francisco.

Vimos cómo la rubia caminaba tan femeninamente hasta un pequeño auto amarillo.

— ¡Grace! — Gritó Francisco.

La enfermera nos miró con asombro y sonrió amablemente.

— ¿Qué hacen aún aquí chicos?

— Es una larga historia. — Dijo Zara.

— ¿Puedes sacarnos de aquí? Hay muchos paparazzis a fuera. — La miré con desesperación.

— Sí __ sale caminando, los paparazzis la van a ahogar entre tanto flash y preguntas. — Dijo Francisco muy preocupado.

— Claro que sí chicos. — Sonrió. — Súbanse, y en el camino hablamos mejor. — Abrió las puertas del pequeño auto amarillo. — __, tápate la cara con mi uniforme de enfermera, para que los fotógrafos no tengan ninguna toma de tu linda cara.

— Grace, ¿quieres ser mi hermana? — Bromee. — Que Zara tome tu lugar. — Reí.

— Cuando necesites de mi ayuda, no cuentes conmigo. — Habló Zara enojada.

¡ALÉJATE DE NOSOTROS! [JB&TÚ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora