__'s POV
— Creo que necesitas ayuda. — Dijo un chico a mis espaldas. Me di media vuelta y lo observé. Era el típico chico rudo que medía lo mismo que un edificio.
— No te preocupes, puedo hacerlo sola. — Intenté abrir las puertas del auto de Cindy, pero fue inútil.
— ¿Estás segura? — Preguntó riendo.
Me sentía una tonta. Un chico que acabo de conocer se ríe de mi.
— ¿Me podrías ayudar? — Pregunté molesta mientras me apoyaba en el carro de mi amiga.
— Claro, pero nada es gratis en esta vida. — Su actitud me puso enojada y estallé.
— Vete a la mierda. Si no me quieres ayudar, vete.
Él sin prestarme atención, introdujo un fierro muy delgado, parecido a una antena de una radio antigua en la parte baja del vidrio de la puerta del conductor. Y en menos de cinco segundos, abrió la puerta.
— Listo. Ahora, recuerda que me debes algo.
— ¿Qué quieres? Ni siquiera te conozco. — Musité.
— Pero yo a ti, sí. — Sonrió.
— No sé ni cómo te llamas. — Me crucé de brazos.
— Soy Jacob y tú, me debes algo.
— ¿Cuanto quieres? En mi bolso solo tengo treinta dólares.
— No quiero dinero.
— ¿Entonces? — Volví a preguntar.
— Pronto te lo cobraré. — Me guiñó un ojo y se marchó.
Quedé confundida y un poco asustada. Nunca había visto a Jacob y todo me parecía muy raro.
Luego de la confusa escena de la mañana, el día pasó muy rápido. Me había olvidado que hoy tenía práctica de patinaje, así que llegué lo más rápido que pude a casa, y vi a mi madre esperándome en la sala.
— Se me hizo tarde mamá, disculpa, pero... — Mis piernas dejaron de funcionar y caí.
— ¿Estás bien? — Preguntó alarmada.
— Sí, lo estoy. — Me paré rápidamente y sentí un fuerte mareo.
— No puedes lesionarte __. Ahora viene el campeonato nacional y debes darlo todo. — Reprochó.
— Lo sé, iré a mi habitación a cambiarme de ropa.
Subí las escaleras rápidamente. Me duché y me puse ropa cómoda para entrenar, sin antes guardar mis patines en mi bolso. Los compré cuando fui a Miami y hoy los iba a estrenar.
Mis patines eran tan bellos, que les tomé una fotografía y los subí a Instagram.
Luego tomé mis cosas y salí apresuradamente de mi habitación.Mi mamá me fue a dejar a entrenamiento y todo fue tranquilo.
— Tienes que hacerlo de nuevo Jhonson. — Dijo mi entrenadora. — Estuviste dos meses sin hacer nada, y los kilos que subiste, se notan. — Dijo seriamente.
Me mantuve en silencio y asentí. Ellen tenía razón.
Seguí practicando, hasta que me resbalé y me di golpe en la pierna izquierda muy fuerte.
— Toma un descanso de cinco minutos. — Gritó Ellen al verme desde fuera de la pista.
— ¿Estás bien __? — Preguntó mi compañero de entrenamiento, Patrick.
— Sí. Me duelen los pies. — Me ayudó a levantarme. — Gracias.
— Ven, vamos a descansar un momento. — Me tomó de la mano y fuimos hasta donde estaban los asientos de la galería.
Me senté e inmediatamente me saqué los patines. Los pies me dolían y sentía que tenía heridas.
— ¡Wow! Tienes los pies muy hinchados. — Musitó. — ¿Son patines nuevos?
— Sí, me los compré en mi viaje. — Respondí acariciando mis pies. — Pero nunca se me hinchan los pies. — Respondí extraña.
— Son lindos. También quiero unos de color rosa. — Dijo maravillado. — Cambiando de tema, tengo comida. ¿Quieres? — Susurró para que Ellen no nos escuchara. Ella nos prohibió comer en entrenamiento. Patrick me extendió una bolsa con papitas.
Comimos algunas y disfrutamos los minutos que nos dieron de descanso.
— Patrick, __, ¡a entrenar! — Chilló Ellen.
Empezamos otra vez el entrenamiento y comencé a sentirme extraña. Mi estomago me dolía y las ganas de querer vomitar comenzaron a aparecer, así que paré de golpe y me afirmé de un lado de la pista.
— ¿Qué haces __? ¿Por qué paraste? — Preguntó mi entrenadora y todos comenzaron a observarme.
No sabía si vomitar en aquel momento o quitarme los patines e intentar llegar al baño.
Justin's POV
Con Debbi terminamos de comer y seguimos hablando de nuestras vidas. Ella era de esas personas que tenía muchas historias entretenidas y no quieres dejar de oírla nunca.
— Y fue así como me tuvieron que enyesar la pierna izquierda y el brazo derecho. — Terminó de contar una anécdota de cuando fue porrista y sus compañeras cayeron sobre ella, porque se puso a estornudar y las demás perdieron el equilibrio.
— Ay — Dije limpiándome las lágrimas en mis ojos que me salieron al reírme tanto. — Me quedaría escuchando esa historia por horas.
— Eres un muy buen oyente de historias. — Rió. — Gracias por la cena y la caminata Justin. Me hace muy bien salir un poco de mi vida maternal.
— De nada. Tú compañía también me hace bien. — Vi la hora en mi teléfono. — ¿Te parece si voy a dejarte a tu casa? Le prometí a mi abuelo que iría a pescar con él.
— Claro, no me tienes que dar explicaciones. — Se levantó. — Fue un gran día. — Me observó y seguimos caminando en rumbo a mi auto.
Ambos nos subimos a mi auto. Aceleré y rápidamente llegamos a su casa.
— Gracias por todo Justin. Me divertí bastante. — Dijo Debbie.
— De nada, deberíamos salir más. — Sonreí.
— Me parece bien. — Dijo y se acercó bastante. Sus labios cubrieron los míos por un segundo y mi impulso fue correr mi cara hacia otro lado.
— Disculpa, no fue mi intención. — Tapó su cara con sus manos.
— Tranquila, no fue nada.
Esperé que Debbie saliera de mi auto y aceleré directo hasta mi casa. Estaba confundido y me sentía extraño. Yo quería olvidar a __, ¿pero lo podría hacer estando con otra chica?
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¡ALÉJATE DE NOSOTROS! [JB&TÚ]
Fiksi PenggemarCuando lo tienes todo pero aún sientes que falta algo en tu vida puedes tomar malas decisiones. Cuando aún no exploras el mundo y vives con rencor puedes tomar pésimas decisiones. La súper estrella Justin Bieber, en una de sus alocadas vacaciones en...