Parte 11 - Excusas

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Casi no hablamos durante el recorrido, me limito a darle indicaciones para llegar a mi casa y el simplemente asiente con la cabeza para darme a entender de alguna forma que me está escuchando. El trayecto no es muy largo y en unos minutos se detiene en mi puerta. Es difícil seguir el ritmo de sus cambios de humor pero intento no fastidiarme, después de todo si él no hubiera aparecido quién sabe qué me habría pasado. Un escalofrío me recorre de solo imaginármelo. Creo que él se da cuenta porque me mira por el rabillo del ojo.

-Tranquila, ya estás bien- intenta confortarme pero evitando voltear a verme.

-Gracias, no sé qué hubiera pasado si no llegabas...-bajo la mirada contrariada y siento sus ojos clavarse en mí. No quiero que se vaya... quiero pasar más tiempo con él y, además, todavía me siento un poco nerviosa, no quiero estar sola, necesito una excusa...-Entra un rato, puedo curar un poco esa herida fea en tu cara, es lo menos que puedo hacer- Me giro hacia él para enfrentarlo, su expresión es indescifrable.

-No tengo nada, y es mejor que descanses- Su voz es tan segura que me siento como una niña pequeña recibiendo órdenes.

-Yo...es que...no quiero quedarme sola todavía. Y...eh...además tienes que cuidar de esa herida, en serio- Parezco una estúpida, no puedo articular una oración completa sin balbucear. Él me mira en silencio, creo que mis palabras lograron aflojarlo un poco pero aun así no parece querer ceder. Es tan terco a veces!

-Colin, podrías decir que sí y no ser tan irritante por una vez en tu vida?!- Me sorprendo un poco, al parecer el fastidio me hizo recuperar la capacidad del habla. Finalmente levanta una ceja y una sonrisa burlona asoma en sus labios, al parecer el tono exasperado de mi voz le divierte.

-Así que soy irritante?- Suspiro poniendo los ojos en blanco.

-Mucho, ya me has hecho pensar en varias formas de matarte desde que te conozco, pero no te preocupes, esta noche estás a salvo por haberme rescatado- Su sonrisa se ensancha y adquiere un toque seductor.

-Me gustaría saber más sobre eso- Entiendo lo que insinúa con su comentario y me doy cuenta de que está jugando conmigo. Uf! Imposible seguirle el ritmo!

-COLIN!!! Baja ya!!- Me bajo del auto y espero junto a la puerta de brazos cruzados, finjo estar molesta, pero debo decir que me divierte cuando se pone así, aunque sea a costa mía. Prefiero esta actitud a la faceta odiosa que me mostró más temprano en el bar. Se toma su tiempo pero finalmente baja, cierra su auto y me sigue dentro de casa. Prendo la luz y dejo mis cosas en la encimera.

-Pasa, ponte cómodo- Intento sonar despreocupada aunque no sé si lo logro. Voy hacia la heladera en busca de dos cervezas, definitivamente necesito un trago después de toda la locura de esta noche. Unas notas me sacan de mis pensamientos y cuando volteo veo a Colin pasando sus dedos por mi piano distraídamente. Me quedo quieta observándolo, pero no tarda mucho en darse cuenta y levanta la mirada hacia mí.

-Tocas?- su pregunta me toma desprevenida, me avergüenza un poco responderle, después de todo no soy tan buena, y me intimida asumirlo frente a él, que acostumbra subirse al escenario frente a fans frenéticas de emoción a las que hipnotiza con su voz perfecta y sus dedos en las cuerdas de su guitarra. Me acerco para darle la bebida, mientras intento recomponerme para contestarle, tengo que aprovechar que por una vez se dispone a tener una conversación normal conmigo.

-Algo...de todas maneras lo tenía un poco abandonado hasta el sábado pasado, que amanecí con ganas de tocar un rato- Me pregunto si su concierto y el hecho de conocerlo tuvieron algo que ver con eso, creo que todas las sensaciones que provocó en mi necesitaban salir de alguna forma y se transformaron en música.

-Qué estuviste tocando?- Miro al suelo algo incómoda.

-Eh...nada especial...estuve improvisando hasta que logré algo que me resultó aceptable- No quiero usar la palabra "componer", creo que eso me va grande, más aun hablando con él. Tomo un trago para humedecer mi garganta, que de repente se siente seca como un desierto.

-Puedo escucharlo?- Casi me atraganto con la cerveza, lo miro con mis ojos casi saliéndose de sus órbitas. Él no aparta la mirada de mí, esperando mi respuesta.

-Qué?! No!!- Debo estar completamente roja.

-Por qué no?- Pienso una respuesta rápida pero mi mente está en blanco.

-Porque...No!!...Nunca toqué para nadie...Además tengo que curarte esa herida!- Es lo primero que se me ocurre. Él se voltea y camina hacia el sofá, se deja caer tranquilamente en él y vuelve a mirarme.

-No tengo ninguna herida, no seas infantil, toca- Creo que se está divirtiendo con todo esto pero es difícil de decir. Me va a volver loca!

-Mira quién habla de infantil!!- Es tan irritante cuando quiere!

-Vamos a negociar, dejo que me cures si luego tocas para mí- Va a ser imposible que deje el tema, en vez de eso voy a intentar que simplemente se distraiga y lo olvide...

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Espero que les guste! Cuéntenme que les parece en los comentarios :)

Hasta la próxima!

Colin, será amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora