Colin, será amor?

Parte 42 - Invitación

El tiempo pasa volando y cuando se acerca el atardecer decidimos que es hora de marcharnos. Luego de nuestro momento de sinceridad seguimos conversando sobre nosotros, conociéndonos un poco más, aunque nada demasiado profundo, por el momento lo mantenemos simple. Tomamos nuestras cosas y volvemos al auto no sin antes dedicarle una última mirada a este hermoso sitio.

-Qué pasa? - Colin mantiene mi mano en la suya mientras dibuja pequeñas caricias en ella.

-Nada, solo daba una última mirada, es un lugar hermoso- sonríe y le dedica una última mirada él también.

-No te preocupes, volveremos alguna vez- le sonrío y suelto su mano para acercarme a la puerta del copiloto. Colin sube y pone las bolsas en la parte de atrás. Arranca el motor y comienza a conducir en silencio, lo noto pensativo y unos minutos después decido preguntarle qué le pasa.

-Nada...-da golpecitos con sus dedos en el volante algo inquieto, pasa una mano por su pelo sin despegar la vista de la carretera - Tienes algo que hacer ahora?

Le miro de reojo disimulando una sonrisa, verlo nervioso por estas cosas me provoca una mezcla de risa y ternura. Quién hubiera pensado que el rockero duro y sexy del escenario podía ponerse nervioso con cosas como estas.

-Mmm, en verdad no, por qué?- sé que estoy siendo malvada con él, intuyo porque lo pregunta pero una parte de mi disfruta de verlo así, en cierto modo me hace sentir especial, no creo que se deje ver de esta manera con mucha gente. Se mantiene en silencio un momento con la mirada fija en la carretera.

-Quieres venir un rato a casa? Podemos tomar unas cervezas y luego te llevaré...- sonrío y poso mi mano en su pierna, el semáforo se pone en rojo así que aprovecho que se detiene y le doy un corto beso.

-Claro, vamos.- responde a mi sonrisa y toma mi mano para depositarle un beso en el dorso.

-De acuerdo...

Conduce en silencio y yo me limito a mirar por la ventanilla en el trayecto a su casa. Unos minutos después estaciona el vehículo y se quita el cinturón de seguridad.

-Llegamos - me quito el mío y ambos bajamos, toma mi mano y nos acercamos a la puerta que tenemos enfrente, saca sus llaves y luego de abrir me hace una seña con la mano invitándome a entrar. Doy unos pasos y echo un vistazo al lugar, es una bonita casa, sencilla, lo más llamativo son los instrumentos que tiene por aquí. Una guitarra eléctrica, una acústica y un teclado ocupan parte del salón, camino hacia ellos para observarlos de cerca. También veo un amplio sofá y una mesa baja frente a él, sonrío al ver que se encuentra cubierta de partituras y hojas con lo que creo serán letras de canciones o escritos, muero por echar un vistazo pero no quiero ser entrometida. Volteo a ver a Colin que está apoyado en la pared observándome con las manos en los bolsillos.

-Ponte cómoda, voy por unas bebidas.- se aleja por el pasillo, me acomodo en el sofá y observo la guitarra que se encuentra a mi lado. Paso mis dedos suavemente por sus cuerdas, nunca he tocado la guitarra, a decir verdad siempre pensé que se me daría fatal en caso de intentarlo. Colin vuelve ofreciéndome una cerveza mientras se fija en el rumbo de mis ojos, sonríe de lado, toma su instrumento y se sienta junto a mí. Se recuesta en el sillón y deja sus dedos bailar por las cuerdas, admiro su destreza desde la primera vez que lo vi en el escenario pero intento disimularlo, no quiero inflar demasiado su ego o volverá a jugar conmigo acusándome de ser una fan. Bebo un trago y un momento después deja de tocar, sonríe y me tiende la mano.

-Ven- lo miro confundida, separa sus piernas para hacer espacio y tira de mí hasta ubicarme en medio, con mi espalda apoyada a su torso, una descarga me recorre al tenerlo tan pegado a mí. Siento su aliento cerca de mi nuca y mi cuerpo se estremece de inmediato aunque intente controlarlo, toma mis manos y las ubica sobre la guitarra. Abro los ojos como platos, no! No puedo tocar esto, menos frente a él...

-No, Colin, no sé cómo hacerlo- me tenso de inmediato cuando entiendo sus intenciones y quiero salir corriendo de aquí, mi rostro de preocupación parece divertirlo aún más. Se encoje de hombros con una sonrisa burlona.

-Me divertiré un rato entonces...

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Espero que les guste!

Mañana subo el siguiente!