La mandíbula de Lauren cayó formando una perfecta "O".
Dos días, dos chicas diferentes, diciéndole que estaban embarazadas, era un shock demasiado grande.Pero esta situación era distinta, este hijo, este hijo si era suyo y la mujer que lo esperaba era la mujer que amaba con toda su alma.
Iba a ser mamá.
-Sabía que esto ocurriría, ahora me dirás que no puedes con esto y me dejarás sola.
Ella no contestó, Drew le dio un golpe en el hombro.
-Contesta –exigió.
-Camz, voy a quedarme contigo, eres... eres el amor de mi vida y ese niño va a tener un madre y tu... tu vas a tener una esposa.
-No, no quiero que te cases conmigo a la fuerza.
-¡Por el amor de Dios, Camila! Entiende de una buena vez que nada de esto es a la fuerza.
-Tu habías dicho que no serías una buena madre... que no querías tener hijos aún.
-Pero en ese instante yo te estaba mintiendo, me estaba haciendo pasar por alguien que no era, un hijo... en ese momento hubiera sido una complicación.
-¿Y ahora?
-Ahora es una bendición, va a ser un angelito que iluminará nuestras vidas, verás Camz que vamos a tener le bebé más hermoso del universo.
Ella sonrió y se limpió las lágrimas. Lauren la abrazó, temiendo que en cualquier momento ella la apartara pero no sucedió.
-Te amo, mi Camz. Y amo a ese bebé más que a nada ni a nadie, ustedes dos están compitiendo arduamente en quien gana mi corazón –una pequeña risa saltó de los labios de la morena.
-Lauren, sigo enojada contigo –hizo un puchero.
-Me aseguraré de que pronto no lo estés –besó su nariz.- Ven, necesitas alimentarte, estás delgada. -Camila rodó los ojos. -¿Qué?
-Todos me dicen lo mismo.
-Bueno debe ser por algo ¿no? Estás embarazada y yo quiero que mi hijo esté sano, al igual que mi novia.
-¿Novia? –dijo confusa.
-¿No quieres ser mi novia?
-Eso no es una proposición –bufó.
Lauren la cargó en sus brazos hasta la cocina, la sentó en un banquillo y se arrodilló frente a ella - ¿Me haría usted el enorme placer de ser mi novia, señorita Cabello?
Ella asintió alegre, pero después recordó algo- Sigo casada con Michelle Jauregui. ¿Cómo se supone que mi divorciaré si ella está en coma?
Lauren hizo una mueca- Veremos eso después, pequeña. Visité a Michelle hace unos días y está mucho mejor, tal vez pronto despierte.
-Quiero besarte –le dijo ella.
-Sus deseos, son ordenes –murmuró y se acercó a ella dándole un tierno beso que poco a poco se tornó más pasional, agarró sus caderas y la acercó hacía ella.
-Realmente esto es incomodo para mí –escucharon de fondo la voz de Drew y contra su voluntad se separaron, Lauren mordió levemente el labio inferior de ella.
-Lo siento –susurró Camila hacía su hermano mientras se ruborizaba.
-No hay problema, ¿Tienen hambre?
Los dos asintieron al mismo tiempo y Drew sonrió.
-No eres tan mala tipa, Jauregui. Me estás empezando a caer bien.
Lauren sonrió de vuelta y tomó la mano de Camila al momento en que empezaban a comer, era la escena más hermosa que había tenido desde hace tiempo, no se había dado cuenta cuanto extrañaba a Camila de verdad.
Desde ahora no se alejaría de ella nunca más. La protegería hasta el final.
Ser madre nunca había estado en sus planes de vida, pero tenía 30 años, se estaba volviendo cada vez más vieja y la vida se pasaba demasiado rápido, estaba contento de poder tener este lapso en su vida, este hermoso lapso en donde vería la pancita de su Camila crecer y después ver nacer a su hijo, sería extraño y difícil, pero sabía que junto a Camila podía vencer todo, aquí el problema era Lucy, solo esperaba que ella no reaccionara mal, podía cometer alguna tontería y ella no permitiría que le hiciera algún mal a su hijo.
Sabía bien como le afectaban los celos a ella, además tenía esa pequeña teoría de que Lucy estaba un poco chiflada...
-¿Estás bien? –le preguntó Camila.
-Perfecto, todo está perfecto –murmuró y la besó de nuevo.
-¿Me prometes que jamás te irás? –los ojos de ella estaban temerosos.
-Te lo prometo, amor.
ESTÁS LEYENDO
La Farsante (Camren)
FanfictionCamila Cabello y Michelle Jauregui se enamoraron desde la primera vez que se vieron. Son felices, se aman y deciden casarse cinco meses después. (G!p*)