-Claro, ven pasa, podemos hablar en donde antes era mi habitación –con sus manos aún entrelazadas Lauren la acerca a un lado suyo, conteniendo las ganas de besarla, mira a Lucy que los ve con ojos grandes.- Ustedes dos... ¿ya se conocieron?
-Camila estaba en la puerta –murmura Lucy- no la querían dejar pasar porque no tenía cita, les mentí a los de la puerta y les dije que venía conmigo.-Claro, había olvidado que vivías aquí. –dice Lauren.
-¿Cómo encontraste la mansión?, solo te había dado la dirección de mi casa.
-Es impresionante cuantas personas conocen a la familia Jauregui en California –sonrió dulcemente.- Pronto encontré a alguien que me dio las indicaciones para llegar.
-Sí –Lauren carraspeó- Nuestros hoteles fueron muy importantes en algún tiempo.
-Lo siguen siendo –corrigió Lucy.
-¿Vienes a ver a mi madre? –le preguntó.
-No, como ya has dicho... yo vivo aquí –ella caminó hasta donde era su habitación y cerró de un portazo.
-Ella es muy amable –dijo Camila.
-Aún no la conoces bien.
-Me dijo que era la esposa de Lauren...
-Ex esposa –corrigió- se separaron ya hace más de 2 años y Lauren ya no la ama.
Camila inclinó los hombros mientras levantaba su bolso, Lauren la ayudo y se dirigieron a la vieja habitación de ella.
-Bonita –aduló ella al ver las rayas blancas y azules y los palos de hockey.
-¿Juegas? –Lauren asintió.
-Con mi abuelo, cuando viajaba a Canadá.
-¿Qué pasó con él? Me dijiste que se habían distanciado.-Lauren miró su cuarto, la verdadera razón del distanciamiento era Lucy, cuando su abuelo se había enterado que se casaría con ella, se había enojado con ella y al final se habían peleado. Lauren se había arrepentido tanto cuando se enteró después de la clase de persona que era su esposa, pero aun no era lo suficientemente valiente como para ir y pedirle perdón a su abuelo. No podía contarle eso a Camila.
-Primero dime cómo llegaste aquí, dijiste que querías hablar conmigo...
La morena se inclinó para besarla y se dio cuenta que Michelle era el hermano que tenía los lunares junto al ojo, también podía divisar uno en su cuello ¿los tenía ahí antes? Los únicos que recordaba eran los de la oreja... y esos seguían sin aparecer.
Juntaron sus labios y Lauren introdujo su lengua a la boca de Camila, probando su dulce sabor, esa adictiva sensación que era rozar sus delicados labios y oler su sensual aroma, cayeron sobre la cama y empezó a acariciar las caderas de ella.
-Te eh extrañado muchísimo–murmuró entre besos.
Ella empezó a desabotonar su camisa y a acariciar su duro abdomen, gimió cuando Lauren la cargo y frotó su pelvis contra la de ella. Lauren se alejó de sus labios y empezó a formar un camino de húmedos besos sobre su cuello, mordió el lóbulo de su oreja y después se encargó de hacer un buen chupete debajo de su barbilla, mañana tendría una marca, eso era seguro.
Camila se encargó de quitar su camisa, pero entonces un recuerdo se apoderó de la mente de Lauren, hace pocas horas había despertado desnuda con su ex mujer, ahora novia de su hermana, que estaba en coma. Se separó.
-No sabes lo feliz que estoy de verte, Camila.
Ella frunció el ceño, un poco confundida del frío corte de pasión -¿No quieres estar conmigo? –preguntó evidentemente herida.
Lauren cerró los ojos, se moría por volverla a sentir en ella pero sería un asco de persona si le hiciera el amor después de haberse acostado con otra mujer.
-¿Tienes la más remota idea de cuánto te deseo, amor? Pero no creo que este sea el lugar adecuado.
-De acuerdo –sonrió ella mientras ambos se volvían a acomodar sus respectivas camisas.
-¿Ah que has venido, Camz? Te has arriesgado a estar sobre un avión, sola. Debe ser algo importante.
-Me tomé varías pastillas somníferas antes, todo el vuelo estuve dormida. Yo solo quería estar junto a ti en tu cumpleaños.
Lauren inclinó su cabeza poniendo sus frentes juntas y besó levemente su nariz haciendo a Camila sonrojar.
-Eres hermosa.-Le dijo.
-¿Por qué Lucy está viviendo aquí?
Inventa una excusa, se exigió Lauren. No podía decirle que Michelle... o más bien Lauren estaba en coma.
-Están fumigando su casa –respondió ella naturalmente.- No tiene otro lugar en donde quedarse.
-Pero no entiendo... ya no forma parte de esta familia ¿por qué la aceptarían?
-Sigue llevándose bien con mi madre-mintió.
-Ella es muy bella, entiendo porque Lauren quedó flechado por ella –Y era cierto. Camila había quedado impactada al encontrarse con una diablita sensual, con piel de porcelana y cabello negro como la noche, ahora que lo analizaba bien, parecía una Blanca Nieves. Su piel no tenía ninguna imperfección, o al menos los pequeños espacios que Camila pudo ver eran perfectos y sus ojos, era como mirar a una serpiente, era una mirada enigmática, venenosa pero hipnotizante, nunca había visto ojos tan verdes en su vida.
-Camila ¿enserio quieres hablar de Lucy? –preguntó Lauren, incómoda.
-No, perdón. ¿Ella no te cae bien, verdad? Pareciera que la odiaras...
-No confío en ella, mi amor. Tú tampoco deberías hacerlo.
Ella asintió y Lauren volvió a besarla.
-¿Te gustaría conocer a mi madre?
-Me encantaría.
-Bien –dice mientras la abraza y la guía hacía el salón donde siempre habla con Clara.
-No estoy segura de agradarle –murmura ella, tímida.
-La cautivaras–Lauren acarició su mejilla y le da un corto beso- Justo como me has cautivado a mí.
Camila sonrió.–Te amo.
-Te amo. –musitó, siendo totalmente honesta, por primera vez.
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La Farsante (Camren)
Fiksi PenggemarCamila Cabello y Michelle Jauregui se enamoraron desde la primera vez que se vieron. Son felices, se aman y deciden casarse cinco meses después. (G!p*)