El juicio para la condena de Lucy dura menos de lo cualquiera se esperaba, pero es que era más que obvio que la mujer que los veía con odio era culpable de todos los delitos de los que se acusaba. Dinah,Drew, Camila, junto a otros testigos dieron declaraciones que habían dejado al abogado de Lucy sin trabajo posible para hacer.
La última en declarar es Lauren quien encara a Lucy con ojos duros, ella se encoje en su propio lugar tras una pared de seguridad. Se mira descuidada, y Camila se da cuenta que en todo el tiempo que ha transcurrido no ha dejado de morderse las uñas, tiene sucia la cara pero Camila puede estar casi segura que no tiene nada que ver con el buen o mal servicio que le estén dando, debe ser ella, ella misma la que se está dejando derrumbar. Y como no hacerlo cuando estás consciente que has asesinado a una persona, violado más de 6 derechos constitucionales, cuando te das cuenta que no tienes escapatoria o salvación.
Al menos Camila esperaba que estuviera consciente de eso, que supiera todo lo que había hecho, de todo lo que era absolutamente culpable.
Cuando Lauren empieza a narrar lo que ocurrió hace dos días, la tensión es demasiado fuerte. Ella lo vivió desde un punto de vista totalmente diferente, Camila solo había visto el terreno, a Lucy tratando de matarla a ella y a sus hijos, no había podido pensar o ver más. Pero Lauren pudo narrar las calles, la desesperación que tuvo al llamar a la policía, el tiempo que esperó a que ellos llegaran a ayudar y que, aún así lo hicieron demasiado tarde, sin poder evitar que ella y su hermana se interpusieran en un balazo y que Michelle saliera herida, muerta. Narra el horror que sintió al verme tirada, llorando por el dolor que el golpe duro de Lucy me había provocado.
Cuenta como sintió que la vida se le escapaba cuando escuchó el disparo que ella había lanzado al aire y todo el horror que le embargó cuando se dio cuenta que su hermana estaba sangrando en el suelo.
-Eso es todo –susurra cuando termina, las palabras a penas le salen del nudo tan grande que se le ha formado en la mitad de la garganta.
Esto no es fácil para ella, ni para nadie.
La jaqueca de Camila es demasiado fuerte cuando el oficial empieza a dictar la sentencia.
-La presente, Lucia Vives es declarada culpable por intento de asesinato, homicidio, intento de secuestro, portación ilegal de armas...
La voz se va desvaneciendo a los oídos de la morena, ya no puede concentrarse en nada todo son murmullos por aquí y por allá, nada claro ni palabras concretas llegan a su mente, el estomagó se le revuelve y sabe que va a tener algún estúpido mareo por causa del embarazo, esto síntomas no se habían presenciado desde hace bastante.
Escucha unos grititos y no sabe si es porque la sentencia es larga o corta, o porque si alguien se está escapando, aunque siente dentro de sí que los grititos son porque ella se está cayendo.
¿Se está cayendo?
Es que eso parece estar ocurriendo, ya no siente realmente los pies sobre el piso, trata de enfocar los ojos pero no puede, así que se deja ir y pronto todo es oscuridad.
...
Cuando vuelve a despertar siente que millones de ojos la miran impacientes, incluyendo los de Lauren que la observan con mucho miedo.
-¿Pueden salir? Va a necesitar aire fresco.
La voz es conocida y cuando logra abrir los ojos del todo se da cuenta que está en el hospital de siempre.
Sus hijos.
-Mi-mis b-bebés –tartamudea con dificultad, siente la garganta seca y los labios pesados.
-Lauren, por favor tráele un poco de agua. –La ojiverde lucha un poco en si dejar el lugar al lado de su futura esposa o no pero se decide por buscarle la bebida.
-Tus bebés están bien Camila -con calma el doctor le aparta el cabello de la cara y la toca para medir su temperatura.
-Te dije que guardaras reposo ¿no es así?
Ella asiente, sabiendo que nunca descansó del todo.
-Y no me hiciste caso ¿verdad?
Asiente de nuevo.
-Los mareos y desmayos son muy comunes los primeros meses, no tanto los últimos Camila.
-¿Es-Eso es mal-malo? –se aclara la garganta pero se sigue sintiendo demasiado débil como para poder pronunciar las palabras completas.
-Puedes perder a tus hijos, sí.
Siente como si le clavaran algo dentro del pecho.
Todo menos eso.
-No –susurra.
-No es algo grave, Camila. Pero si no reposas puedes tener un aborto involuntario ¿no queremos eso, cierto? El golpe no fue grave, yo te lo dije. Pero es importante, todos los golpes lo son, y se debe descansar. Ese día merecía que llegaras a un Spa a relajarte, pero hiciste todo lo contrario. Llegaste a organizar un funeral y un entierro para después ir a declarar a la comisaría, eso no suena como descanso.
-Toma–Lauren llega cargando una jarra de agua fría, Camila bebe dos vasos con calma, sintiendo las palmaditas que su futura esposa le da en la espalda.
-La presión y el estrés nunca es bueno, mucho menos cuando se está embarazada. Así que saliendo de aquí iras a tu casa a comer mucho, a ver películas y a acurrucarte junto a tu esposa ¿es un trato?
-Me aseguraré de eso, doctor.- promete Lauren y le da un corto beso a Camila en la frente.
-Pueden retirarse –indica.- solo que traten de despedir lo más pronto posible a las personas ahí afuera, estar en un ambiente tranquilo es lo que ella necesita.
-Gracias.
-Nos vemos aquí en mes y medio, Camila.
Ella frunce el ceño y Lauren la mira divertido.
-Debes estar desubicada todavía –murmura y le acomoda un rebelde mechón que se ha salido de su lugar.- Nuestros bebés nacen en un mes y medio.
Abre los ojos con sorpresa, no recordaba que faltaba tan poco.
***
Se pega al calor de Lauren en cuanto siente las sabanas cubrirla, el frío de octubre ya está presente y hace que sus dientes tiriten un segundo antes de sentir los brazos de ella abrazarla y acunarla.
-Debiste haber descansado –susurra en su oído.
-No me regañes, por favor.
-No lo haré, solo júrame que guardarás reposo.
-Te lo prometo –musita y besa su cuello. -¿Cuál fue la sentencia que le dieron a Lucy?
-No puse demasiada atención estaba un poco ocupada, ya sabes... tratando de que no cayeras al piso mientras te desmayabas –su tono sarcástico y severo hace que Camila tiemble.- Fueron muchos años, te lo aseguro. Lo que sí pude oír es que no tendrá derecho a una fianza. Mañana puedes preguntarle a Drew si quieres, pero Lucy no saldrá de la correccional hasta que esté hecha una pasa vieja.
-¿Cómo de 100 años?
-Sí –ríe y su sonrisa se contagia a Camila- aunque lo más seguro es que muera antes de cumplir la condena.
Ella siente como si todo el peso cargado en los últimos meses se desvaneciera, Lucy ya no sería un problema.
-¿Lolo?
-¿Qué? –por su contestación Camila sabe que ella está cansándose de sus preguntas.
-En tu canción dijiste que me amarías por mil años. Algún día estaré arrugada, vieja y fea.
-No –interrumpe-, tú jamás serás fea. No para mí.
-¿Y me amarás a pesar de todo?
-Me casaré contigo en doce días Camz, te juraré votos de amor sinceros, mi amor será hasta la muerte.
-¡¿12 días?!
-Oh, había olvidado decírtelo, es la única fecha libre que tenían, al parecer la gente se vuelve loca por casarse en estos meses. Tuvimos suerte de que alguien cancelara.
Lauren se ríe y Camila la mira como si estuviera loca, pero es que para ella es un chiste personal. Se había dado cuenta justo en ese instante que cuando su madre le había propuesto ser una farsante quedaban 12 días para la boda, justo como esta vez.
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La Farsante (Camren)
ФанфикCamila Cabello y Michelle Jauregui se enamoraron desde la primera vez que se vieron. Son felices, se aman y deciden casarse cinco meses después. (G!p*)