Abre la puerta después de escuchar dos golpes sobre la madera y dos señores muestran una sonrisa al verla, portan overoles holgados, Camila suspira y los deja entrar con las cajas enormes y por lo que puede observar, pesadas.
Buen rato después dos cunas se acomodan con perfección en la habitación a lado del cuarto de ella y Lauren. Camila da una voltereta alrededor y las admira, realmente son hermosas, aunque no lucen demasiado porque las paredes aun no tienen color. Da una sonrisita de lado a los trabajadores y les entrega una propina, después ellos se marchan.
3 días, mañana darían a Lucy de alta. Ella todavía no sabe lo de su bebé. Aunque Michelle dice que tampoco hace muchas preguntas, dice que se mantiene callada mirando a todas las esquinas de su habitación médica. Camila sospecha que en el fondo Lucy ya lo sabe, su estomago ya no está hinchado y bueno... debe de haber dejado de sentir las pataditas o algo... Michelle planea decirle lo de su hija mañana antes de salir, no es una buena idea. Ella puede recaer, pero no se le ha ocurrido otro mejor momento. Le ha confesado a ella que le da mucho miedo la reacción que tenga.
Michelle es la única que ha visitado a Lucy. Lauren y Camila se han mantenido ocupadas en otras cosas, hablando, conociéndose más. A fin de cuentas seguían siendo desconocidos en muchos aspectos. Camila podía recordar la conversación que habían tenido un día después del accidente.
<< -Siento que sigues enojada conmigo –había susurrado Jauregui.
-No debiste gritarme.
-Tenía miedo.
-Sí. Yo también lo tenía.
Lauren se acercó rodeándola en un caluroso abrazo.
-Es que... -comenzó pero fue cortado por Camila.
-Es que no te puedes escudar con nada Lauren, me molestó que me gritaras, yo sabía que Lucy estaba mal, y nunca desee que ella perdiera a su nena, jamás. Pero estaba asustada ¿entiendes? Ella me secuestró, pretendía que yo perdiera a mis bebés, casi puedo estar segura de eso. Y luego empezaste a pedirme que le tuviera compasión, que la ayudara. ¡No merecía mi ayuda! Mucho menos cuando quería dispararme con su pistola que no sé de donde saco, y cuando también quiso en algún momento amenazarte con ella a ti.
Lauren abrió los ojos con horror.- Pi... pist... ¿pistola?
Camila puso la bolsa café entre ellos.
-Ahí está, no la he abierto desde que descubrí el arma dentro.
-Veré que hago con esto después.- alejó la bolsa de Camila y trato de que el color volviera a su cara, Lucy tenía planeado dispararle a Camila, no podía lidiar con esa imagen en su cabeza. Acercó más a Camila a su pecho.
-Te amo, Lolo. Y me he enamorado de ti, con todo y tus cambios de humor. Pero no me gusta que me grites, no me gusta que en momentos parezcas más preocupado por Lucy que por mí, no me agrada que te comportes como una idiota o algo así.
-Te amo, Camz. Y me he enamorado de ti, con todo y tu terquedad y tus actitudes infantiles que te ponen en peligro, pero no me gusta que estés arriesgando tu vida, ni la de nuestros hijos.
Los dos soltaron una risa leve y entonces Lauren hizo que ella lo mirara directamente a los ojos.
-Pregúntame lo que quieras, en lo que sea que te sientas insegura al respecto. Prometo que lo responderé con honestidad.
-¿Incluso sobre tu pasado?
-No soy una asesina serial o algo –levantó sus hombros.- no tengo nada que esconderte, quiero que te des cuenta que no tengo ojos para nadie más que tú.
-Entonces tú has lo mismo también.
-¿Cómo?
-Pregúntame lo que desees. Y lo responderé sinceramente.
-¿Incluso sobre la estafa, sobre Michelle?
-Sí. >>
Se habían llegado a conocer muchísimo mejor, y saber mucho más la una de la otra, aunque una duda todavía rondaba en la cabeza de Camila, esa pregunta que Lauren no había querido responder completamente...
<< Que hiciste la noche de tu cumpleaños, ya sabes cuando... –se jaló un mechón de cabello nerviosamente.- cuando yo ya sabía todo lo de 'Lauren siendo Michelle'.
-Amm, yo... compuse una canción.
-¿Una canción? –sus ojos brillaron.- ¿De qué?
-Una canción para ti. –sus mejillas se sonrojaron. Pocas veces se veía a Lauren ruborizado.
-¿Y por qué rayos no me la has cantado? Quiero que lo hagas –hizo una mueca tierna.- Tienes una guitarra, la que te di como regalo de cumpleaños atrasado.
-Sí, ese fue un lindo regalo, tanto como el sombrero. Oye lo que pasó ese día cuando fuiste a darme mi regalo...
Camila le puso su mano en frente, parándolo. Ya había escuchado esa historia antes.- Ya me has dicho que pasó, Jauregui. ¿Por qué rehúyes de la canción?
-Porque aún no debes escucharla.
-¿Entonces cuándo?
-Cuando esté arreglada, quiero hacerle unos ajustes y... tal vez la toque en tu cumpleaños...
-¿Mi cumpleaños? ¡Pero si faltan meses!
-No seas impaciente...
-Al menos tararéame una estrofa...
-No.
-Lauren –canturreó jalando su camisa. – Compones canciones todos los meses y he escuchado todas... y la que es dedicada a mi ¿es la que mantienes en secreto?
-Todas son dedicadas a ti –sonrió- eres mi musa. Cada verso, cada rima habla de ti, Camz. En todas mis canciones. Verás que la espera valdrá la pena, no solo será una canción más. >>
Había hablado de eso con Dinah y ella solo había chillado con alegría mientras daba saltitos.
<<¡¡Te va a pedir matrimonio, Camila!! Es lo más obvio, por eso dice que es más especial, por eso quiere hacerlo en tu cumpleaños. ¡Qué emoción!>>
-¡Llegaron las cunas! –el grito de su novia hizo que Camila volviera de sus recuerdos.
-Sí, son perfectas.
Lauren se acercó por detrás de ella y rodeo su vientre con sus anchos brazos.
-Me alegra que te gusten, solo falta la decoración de la habitación.
-Primero necesitamos saber si serán niños, o niñas, o mellizos.
-Me muero por que nazcan.
-Te morirás por dormir cuando te despierten en la noche llorando –bromeó.
-Valdrá la pena –beso su hombro.- Sé que todo valdrá la pena cuando vea a mis dos hijos crecer, cuando me dé cuenta que su primer diente salió o que ya dan sus primeros pasos, cuando por fin uno te digan 'mamá'. Todo eso son las cosas que hacen que ser una madre valga la pena.
-¿Por qué eres tan perfecta? –le preguntó y dio media vuelta, besándola en la barbilla.
-No soy perfecta –se tensó.- pero cuando realmente entendí que iba a ser madre, me juré a mi misma que no cometería los mismos errores que mis padres cometieron conmigo. Ellos prefirieron a Michelle sobre mí, nunca me pusieron atención. Y yo no quiero que eso pase con mis bebés. Si no fuera por los momentos que tuve con mi abuelo, tal vez me hubiera cortado las venas o algo por el estilo.
-¿Aún no te reconcilias con él?
-No ha ocurrido la ocasión para hacerlo.
-Tienes un pretexto ahora, Lolo. Dile que venga, que quieres que estén bien para que el conozca a sus bisnietos. –Ahora besó su nariz.- Lauren, la vida es muy corta y ni tú, ni tu abuelo son inmortales. ¿Sabes cuánto daría yo para que mis padres pudieran conocer a sus nietos?
-Lo llamaré, después. Por la noche. Ahora... –la cargó poniendo sus piernas alrededor de la cintura de ella.- Quiero amarte.

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La Farsante (Camren)
FanfictionCamila Cabello y Michelle Jauregui se enamoraron desde la primera vez que se vieron. Son felices, se aman y deciden casarse cinco meses después. (G!p*)