Capitulo 28

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Drew abrió los ojos y se puso rígido de repente, tomo la mano de su hermana y empezó a masajearle los nudillos.

-¿A qué te refieres con que crees? –preguntó después de un tiempo.

-A que no estoy segura –él puso los ojos en blanco.

-Eso ya lo sé, Camila. Me refiero a qué te hace dudar.

-Tengo un retraso en mi periodo.

-Eso pasa a veces, ¿no? –pasó las manos por su cabello desordenándolo, ¡no sabía nada acerca de esas cosas! Su pequeña hermanita ¿embarazada? Jauregui solo había llegado a dejar desgracias.

Camila asintió- Sí, pero yo siempre he sido regular, además ya casi son dos semanas...

-¿No será la menopausia? –ella le dio un golpe en la cabeza.

-Tengo 25 años, Drew. ¡No seas ridículo!

-Tal vez es porque no te has alimentado bien, Camila. Has bajado más de 3 kilos, no comes, ni bebes nada. Te estás volviendo el fantasma de Camila Cabello, todo por culpa de ella –escupió resentido y Camila se encogió en su asiento.

-No creo que sea eso... -musitó. Aunque había una leve posibilidad, ella estaba casi segura de su embarazo.

-Veremos cuando aterricemos en Nueva York, inmediatamente iremos a un hospital.

...


-¿La señora Jauregui? –se escuchó por encima de la sala y Camila se levantó de su asiento mientras levantaba su mano y tomaba la atención de la enfermera.

-Puede pasar ya, el doctor la está esperando. –le dedico una bonita sonrisa y fue cuando Drew también se paró de su asiento.

-¿Por qué te registraste con ese nombre? –murmuró con la voz fría. Su hermano de verdad estaba enojado con las Jauregui, ella también debería estarlo... debería.

-Porque aún no me he divorciado.

-Podrías usar tu nombre de soltera si así lo desearas. -Camila hizo una mueca y se dirigió hacia el consultorio.

-Preferiría entrar sola –dijo cuando estaban frente a la puerta.

-Está bien, te espero aquí. –le dio una sonrisa cariñosa y Camila se adentró en la habitación.

Después de un tiempo y varios análisis minuciosos, Camila pudo escuchar como el doctor le pedía que esperara unos minutos mientras los resultados salían. Ella empezó a ponerse realmente nerviosa, además del examen de embarazo le habían sacado un poco de sangre para examinarla y no sabía que le daba más miedo, tener anemia o tener un bebé...

Estaba sola. Sola sin nadie que pudiera ayudarle con un hijo.

Un hijo.

¡Por el amor de Dios! Un hijo de Lauren.

De la estafadora, traicionera y farsante Lauren Jauregui.

De la mujer que le quitó su virginidad haciéndose pasar por su hermana gemela, que se ganó su corazón mintiéndole, que estuvo con ella solo para estafarla.

Si el resultado daba positivo ¿le diría a Lauren? ¿Y cómo rayos reaccionaría ella? Lo mejor era no decirle nada, era mucho mejor criar a un hijo sola, que estar sola sabiendo que Lauren sabe que tiene un hijo y no se quiere hacerse cargo de él...

Casi podía apostar que ella le daría la espalda. Podía ver aún la cara de horror de ella mientras le planteaba la posibilidad de embarazarse...

Ella se había puesto pálida, como muerta. Casi se había ahogado del horror.

<<Simplemente no creo ser una buena madre>>

La Farsante (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora