«Debí dejarte, Taehyung. Justo en el momento en que vi tu estúpida sonrisa».
-¡Lárgate ahora mismo de mi casa!- gritaba el hombre con rabia y decepción.
-Papá, por favor... No tengo a donde ir- susurró Lisa con lágrimas en los ojos mientras su pad...
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¡Odio a Kim Taehyung, Kookie! ¡Lo odio!
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A la mañana siguiente Lisa se despertó sobresaltada. Miró a su alrededor y no encontró a Taehyung por ninguna parte. En la mesa de noche vio un papel junto a un juego de llaves:
Me tuve que ir, lo siento. Te dejo un juego de llaves para que puedas salir y entrar de mi departamento cuando quieras. Te dejé un trozo de pastel de chocolate y un vaso de leche en la cocina para que desayunes. Lo siento, te lo compensaré, lo prometo.
Te amo. KTH
P.D: Nunca me cansaré de decir lo hermosa que te ves dormida. Lo de anoche fue increíble. No quería irme, de verdad lo siento, Lis. L
La pelirroja se levantó y buscó su teléfono para llamar al peligris, se rindió después de la quinta llamada. Se duchó, se colocó la ropa de cambio que tenía, desayunó, guardó las llaves del departamento y esperó a que Jennie la llevara a su casa.
...
Dos semanas más tarde finalizaron los exámenes individuales, sólo faltaban dos semanas más de exámenes finales y comenzarían los preparativos para iniciar la universidad en septiembre. Todos estaban emocionados, pero Lisa todavía no le había dicho a nadie su decisión de estudiar arte con Taehyung.
Taehyung. Su corazón se aceleraba cada vez que oía su nombre. No sólo por el revuelo de mariposas que sentía en su estómago sino por la preocupación de no saber en dónde se encontraba. Hacían ya dos semanas desde la última noche que pasaron juntos, hacían ya dos semanas que no sabía nada de él. Tanto ella como Jimin, BamBam, Suga, Hoseok, Jin, Namjoon e incluso Jennie lo habían llamado miles de veces y le había dejado miles de mensajes, pero nadie sabía nada sobre el paradero del peligris.
Cada día sin él era más preocupante que el anterior. Su preocupación y ansiedad eran más que palpables. Todos sabían que lo mejor era dejarla sola, aún así trataban de convencerla de ir a la famosa fiesta de disfraces del viernes en casa de Sana:
-¡Por favor, Panpriya! ¡Por favor, por favor!- lloriqueaba BamBam mientras se colgaba de la manga de su suéter.
-Venga, Lis. Te divertirás, es una buena manera de liberar el estrés de estos día- tanteó Jennie.
-Ya les dije que no pienso ir, no tengo ningún disfraz, además no estoy de humor, me altera no saber nada de Tae y los finales son la semana que viene, tengo que estudiar desde ahora.
-Realmente eres aburrida, Lalisa- el chico hizo un puchero –No me arrepiento de haber dicho que eras una de las mayores perdedoras de la escuela- le dio la espalda indignado.
