«Debí dejarte, Taehyung. Justo en el momento en que vi tu estúpida sonrisa».
-¡Lárgate ahora mismo de mi casa!- gritaba el hombre con rabia y decepción.
-Papá, por favor... No tengo a donde ir- susurró Lisa con lágrimas en los ojos mientras su pad...
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No estamos destinadas a estar juntas
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A la mañana siguiente, la pelirroja buscaba desesperada a Taehyung en el comedor del hotel:
-¡Hola, Tae!- el castaño sonrió al verla:
-Hola, Lalice- Taehyung notó la mirada fija de Jungkook desde la entrada del comedor y sin ningún pudor, tomo el rostro de Lisa y la besó -¿Cómo amaneciste, preciosa?- Lisa lo miró entre sorprendida y aturdida:
-Muy bien, Tae, pero no hemos podido estar juntos desde que llegamos, además, nos vamos mañana- hizo un puchero.
-No te preocupes, Lalice. Te tengo una sorpresa.
-¡Si! ¡Sorpresa!- la chica sonrió lo que le causó mucha ternura al castaño, le acarició las mejillas y la contempló por un momento. Lisa era muy bonita y tierna hasta el punto de causarle diabetes.
...
Eran las 5 de la tarde y las chicas estaban comprado ropa en las mejores tiendas de Tokio. Como era el último día, los habían dejado recorrer las tiendas para comprar lo que quisieran:
-¡Unnie! Mira esta pulsera- exclamó Lisa emocionada sosteniendo una pulsera plateada con la figurita de un unicornio color rosa lleno de brillo.
-Está muy bonito, Lisa. Si lo quieres cómpralo rápido, Jennie quiere ir a una tienda cerca de aquí y debemos ir todas.
-De acuerdo- Lisa pagó rápidamente la pulsera y corrió hacia la tienda donde iban las chicas. Al entrar frunció el ceño, era un tienda de lencería, miles de conjuntos de encaje de todos tipos y colores colgaban de las paredes y de fondo sonaba estruendosamente la canción S&M de Rihanna. A Lisa le encantaba Rihanna, pero en ese preciso momento sentía que su cara ardía de vergüenza, tanto por la canción como por el ambiente en el que se encontraba.
Las chicas caminaban de un lado a otro de la tienda viendo diferentes conjuntos, tallas, telas y colores. La pelirroja solo aguardaba atenta a que alguna de ellas la llamara para que le dijera como se veía y si lo compraban o no.
De repente, Lisa vio que Jennie se acercaba a ella con un conjunto de encaje color negro:
-¿Te gusta Lisa?
-¿Por qué lo preguntas? No pensarás...- Jennie la interrumpió:
-Si, pienso comprártelo. Nunca se sabe cuando tendrás que usarlo, Lis- la mejillas de la pelirroja ardieron, sin saber por qué, se imaginó todas las veces que estuvo a punto de acostarse con Taehyung.
-Ves, te sonrojaste, eso me demuestra que debo comprarte esto- dijo Jennie antes de poner el conjunto junto a los otros que iba a comprar.
...
-Hola, chicos- saludaron Jisoo, Jennie y Rosé al encontrarse con Suga, Jimin y Taehyung.
-Hola- respondieron los tres.
-¿Qué van a hacer?- preguntó Jisoo.
-Pensábamos ir a comer algo, como ya son las 7, además, la profesora Takami dijo que debíamos estar en el hotel a partir de las 8- respondió Jimin.
-Si quieres podemos ir a comer juntos- sugirió Jennie- nosotras estamos esperando a Lisa, entró en una juguetería hace un rato.
A los pocos minutos llegó Lisa con tres cajas de la juguetería, uno traía un gran minion vestido de rey, en la otra estaba un gran peluche de rilakkuma y en la última una muñeca de la princesa Elsa de Frozen:
-Vaya Lisa, te compraste casi toda la juguetería- bromeó Jisoo.
-¡No es verdad!
-Lisa-oppa, ¿no nos trajiste nada a nosotros?- preguntó Suga.
-Oye, solo nosotras le decimos Lisa-oppa- Jennie señaló con un dedo a su novio y lo miró amenazante.
-¡Vamos a comer! ¡Quiero comida frita!- exclamó Lisa.
-¡No!- discutió Jisoo.
-¡Quiero camarón frito!- volvió a exclamar Lisa causando la risa de todos los chicos.
-No estamos destinadas a estar juntas- dijo Jisoo tranquilamente.
-¿Destinadas?- preguntó Lisa confundida.
-Sip.
Pasaron a un restaurante de comida típica japonesa y cada uno pidió lo que iba a comer. Mientras esperaban que les trajeran la comida, Taehyung se levantó de la mesa:
-Ya vuelvo, chicos. Tengo que comprar algo- dijo un poco nervioso.
Lisa vio atentamente cuando el castaño entró en la farmacia que se encontraba en frente del restaurante:
-¿Tae está enfermo?- le preguntó a Jimin.
-Digamos que algo así- respondió Jimin de manera cortante. Al ver lo rudo que había sido, le dedicó una sonrisa tímida a la pelirroja –no te preocupes.
...
Al regresar al hotel, Lisa se acordó de lo que le había dicho el castaño en el desayuno:
-Oye, Tae. Dijiste que me darías una sorpresa y no me la has dado.
-Cálmate, Lalice, ya sabrás cuál es la sorpresa- le susurró al oído para después dedicarle una genuina sonrisa.
Lisa subió a la habitación tranquilamente, al llegar vio a Jennie y Rosé recostadas en la puerta:
-¿Pasa algo, chicas?
-Si, Taehyung nos pidió que lo ayudáramos con tu sorpresa- Rosé le extendió a Lisa su mochila –Toma, la vas a necesitar. Por cierto, si algún profesor te pregunta algo mañana, hoy te sentías un poco mal del estómago- le guiñó un ojo y junto a Jennie la empujaron hacia el ascensor y apretaron el botón.
-Diviértete, Lalisa- le dijo Jennie antes de que ascensor comenzara a ascender.
Al volver a abrirse el ascensor, Lisa se encontró con Suga esperándola:
-Hola, Lisa- la tomó del brazo y la llevó hacia la puerta de la habitación de Taehyung, el castaño la esperaba impaciente:
-Pórtense bien, chicos- Suga les guiñó un ojo antes de desaparecer por el pasillo.
-¿Qué es esto, Tae?- preguntó Lisa confundida.
-Tu sorpresa, Lalice.
El castaño abrió la puerta de la habitación dejando pasar a la pelirroja para después cerrarla tras él. En ese preciso momento, Jungkook se asomó por la puerta de su habitación y vio a la pelirroja entrando en la habitación de Taehyung. Cerró la puerta despacio sintiéndose cada vez más destrozado. Ya no había nada que él pudiera hacer. Se dejó caer lentamente apoyado en la puerta y dejó que las lágrimas corrieran por sus ojos.
