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Esto es todo para lo que somos buenos

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Esto es todo para lo que somos buenos.

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-No quiero escucharte, vete- le lanzó una almohada -¡Qué te vayas! ¡No te quiero aquí, fuera!- gritaba histérica y le lanzaba todo en cuanto encontraba a su paso. El chico se acercó a ella y la rodeó con los brazos tratando de calmarla -¡Déjame, Taehyung! ¡Ya, basta!- se aferró a su camiseta y lloró desgarradamente. Como siempre, terminaba buscando refugio en él. Como siempre, esperaba que él la estrechara contra su pecho y le dijera que todo iba a estar bien, que él la protegiera.

Levantó la mirada y se topó con los oscuros ojos de él en los que se reflejaban el dolor, arrepentimiento, cariño y deseo que lo invadían. Se sentía desnuda bajo su fuerte mirada, se sentía al descubierto, como si él pudiera ver todos sus sentimientos reflejados en sus ojos. Quería besarlo pero sabía que se arrepentiría si lo hacía. No se le ocurrió que sería él el que tomaría la iniciativa y la besaría primero, con delicadeza y cariño, disfrutando de la suavidad de sus labios, los labios de Lisa siempre estaban suaves después de llorar. Extrañaba la mezcla salada de sus lágrimas y su saliva.

Se separaron y se miraron fijamente, Taehyung iba a decir algo pero ella tomó el cuello de su camisa y lo atrajo hacia ella para besarlo apasionadamente. Un nudo se le atoró en el vientre al sentir sus delicadas manos acariciando su espalda y sus mejillas. Volvieron a separarse y él acarició su rostro con delicadeza y besó las lágrimas que se desbordaban por sus mejillas. Comprobó que Lisa mantenía los ojos cerrados antes de volver a besar sus labios sin piedad, cómo había extrañado esos labios, cómo había extrañado a su pequeña tailandesa.

El pelinegro introdujo sus manos debajo de la camiseta de ella y acarició su cintura mientras le besaba el cuello, pasó las manos por su vientre notando el bultito que se formaba en él, por primera vez estaba acariciando a lo que sería su hijo. Pequeños jadeos salían de la boca de la castaña mientras acariciaba el cabello de Taehyung, estaba más largo y rizado de lo que lo recordaba, y no podía negarlo, ese tono negro azabache lo hacía ver más hermoso, incluso mayor de lo que era. Despacio y sin dejar de besarla, el chico le retiró la camiseta y sonrió al notar que no llevaba ningún sujetador y podía sentir sus pechos bajo sus manos, lo acarició y moldeó a su antojo, estaban más grandes de lo que recordaba y lo estarían aún más con forme avanzara el embarazo. Sonrió y dejó un camino largo de besos húmedos desde sus labios hasta sus pechos, se acercó a uno de ellos y lo besó con devoción mientras con la mano acariciaba el pezón del pecho contrario. Lalisa gimoteó al sentir sus finos labios sobre su pezón, al mismo tiempo comenzó a sentir una conocida sensación de humedad en su entrepierna, muy probablemente serían las hormonas pero nunca se había sentido tan excitada.

Chocaron con el borde de la cama y ella se colocó encima de él con cada pierna alrededor de las caderas del chico, sin darle cuenta se estaba balanceando sobre el bulto de su pantalón, lo necesitaba. Por su parte Taehyung sintió que su erección presionaba aún más contra sus pantalones al verla semidesnuda con la mirada cargada de lujuria.

Hatefuck || TaeLizKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora