«Debí dejarte, Taehyung. Justo en el momento en que vi tu estúpida sonrisa».
-¡Lárgate ahora mismo de mi casa!- gritaba el hombre con rabia y decepción.
-Papá, por favor... No tengo a donde ir- susurró Lisa con lágrimas en los ojos mientras su pad...
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No me sueltes, Tae. Por favor, protégeme.
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Lisa intentó abrir los ojos pero no pudo. Intentó moverse, primero una mano y luego una pierna, tampoco pudo. Estaba dormida, lo sabía, pero se sentía atrapada, como si de repente su cerebro y sus terminaciones nerviosas su hubieran desconectado. También estaba despierta, ya que de lo contrario no se habría dado cuenta de su incapacidad para moverse.
Cada vez que le pasaba sentía la misma angustia. Deseaba gritar, pedir ayuda al castaño y aferrase a su cuerpo sintiéndose a salvo.
Como cada vez, se convenció de que era solo una pesadilla, que debía guardar la calma, que lo mejor era tranquilizarse y esperar. Sin embargo, era la primera vez que le ocurría en bastante tiempo, incluso tenía la esperanza de que no le ocurriera más, pero no tenía tanta suerte.
Se convenció de que en unos segundos todo volvería a la normalidad, que podría abrir los ojos y moverse. Pero esos segundos podían llegar a ser eternos. Dejó de luchar, vencida, a los pocos segundos pudo abrir los ojos y esperó a recuperar el dominio del resto de su cuerpo.
Taehyung había notado que el cuerpo de Lisa estaba tenso e inmóvil. Miró preocupado a la pelirroja, quien estaba paralizada con los ojos muy abiertos reflejando angustia, miedo y desesperación. Tomó uno de sus brazos y vio que éste caía como peso muerto. En ese momento entendió: Lisa tenía parálisis de sueño.
Sintiéndose impotente ante la situación se acercó más a ella, le acarició el cabello y las manos, besó su frente y sus mejillas e intentó tranquilizarla diciéndole que todo estaría bien, que él estaba con ella. Entonces ella despertó.
Quedó tendida en la cama, con los ojos abiertos, con el cuerpo empapado de sudor. Se sentó en la cama de un salto. Su corazón estaba desbocado, latiéndole a mil por hora.
-Tranquila, Lalice. Estoy aquí, cariño, estoy aquí.- Taehyung le acariciaba la espalda y besaba su hombro. Sin pensarlo dos veces, Lisa se tiró a los brazos de Tae ocultando su rostro en el pecho de él.
-No me sueltes, Tae. Por favor, protégeme.- el cuerpo de Lalisa temblaba y el chico la estrechó más contra él. Poco a poco la pelirroja se calmó y entonces Tae procedió a preguntarle lo que necesitaba saber:
-¿Es la primera vez que te pasa, Lis?- la chica negó con la cabeza.
-Tengo parálisis de sueño desde los 14 años cuando me mudé a Corea. Era la primera vez que me quedaba sola en casa, estaba caminando por el pasillo cuando vi a un fantasma, desde entonces me pasa esto, hacía varios meses que no me pasaba, yo creí que ya lo había superado, pero parece que no- bajó la miraba avergonzada –Perdona si te asusté, Taehyung. Sé que son tonterías.
