«Debí dejarte, Taehyung. Justo en el momento en que vi tu estúpida sonrisa».
-¡Lárgate ahora mismo de mi casa!- gritaba el hombre con rabia y decepción.
-Papá, por favor... No tengo a donde ir- susurró Lisa con lágrimas en los ojos mientras su pad...
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Espera, ¿no me estarás pidiendo que...?
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Un par de semanas después:
Aquella tarde todos estaban reunidos en la gran casa de Lisa y Taehyung. Tanto los amigos de ambos, como la familia de Taehyung, incluso Jungkook, se encontraban allí.
-Muy bien, escuchen todos- llamó la atención. -Como todos sabemos, los últimos días no han sido para nada fáciles, sobretodo para Lisa y para mí- señaló a la chica con una sonrisa-, pero ahora que ya hemos acabado con esto, quiero darles las gracias a todos, amigos, familia, porque sin ustedes no habríamos podido sobrellevar esta situación tan horrible que hemos pasado. Así que gracias a todos- los aplausos se escucharon en todo el salón de la casa.
-Bueno, ahora que Tae ha dicho eso- Lisa se levantó con el pequeño TaeHo plácidamente dormido entre sus brazos-, es mi turno- sonrió. -Primero, yo también quiero agradecerles, sobretodo a ti, Jungkook, que incluso recibiste un disparo por nosotros- señaló al pequeño bebé. -Justo esta mañana el juez dio la sentencia por los cargos que hemos presentado ante Momo y sus cómplices, ya ellos están lejos de nosotros por lo que es momento de continuar con nuestras vidas.
-Muy bien dicho, cariño- coincidió la señora Manoban.
-Pero eso no es todo- siguió Lisa. –Taehyung y yo lo hemos pensado mucho y finalmente decidimos que lo mejor es que vayamos a la universidad, no queremos atrasarnos más.
-Les informo que ahora tienen un hijo y no creo que puedan estudiar y criar al niño al mismo tiempo- soltó la madre de Taehyung.
-Por favor, señora, déjelos terminar- dijo la madre de Lisa al mismo tiempo que rodaba los ojos con fastidio.
-Como decía Lisa- continuó Taehyung-, hemos decidido que lo mejor para ofrecerle a TaeHo una vida decente es estudiando la universidad, así que decidimos tomar las cosas con madurez y seriedad- suspiró-. Creemos que lo mejor es divorciarnos por ahora.
-¡Sí!- bramó la señora Kim con dicha.
-¡Dios, que mujer tan irritante!- gritó el señor Manoban al mismo tiempo que golpeaba con el puño la mesa.
-Mamá, por favor, compórtate- advirtió el chico mientras señalaba a la mujer.
-Muy bien- suspiró la tailandesa. –Nos vamos a divorciar por el momento, creemos que lo mejor es vivir el matrimonio cuando ya tengamos una situación estable.
-Lisa y yo seguiremos juntos, como pareja, pero no en matrimonio. Quizás cuando tengamos un trabajo, cuando podamos cuidar bien de nuestro hijo, decidamos casarnos de nuevo... O quizás nunca nos casemos, pero por el momento lo mejor que hemos pensado es esto.
-El matrimonio es algo muy serio, y tanto Tae como yo creemos que no estamos listos para tanto compromiso, somos jóvenes y queremos tomarnos esto de la manera más tranquila y calmada.
