«Debí dejarte, Taehyung. Justo en el momento en que vi tu estúpida sonrisa».
-¡Lárgate ahora mismo de mi casa!- gritaba el hombre con rabia y decepción.
-Papá, por favor... No tengo a donde ir- susurró Lisa con lágrimas en los ojos mientras su pad...
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Taehyung acaba de preguntarme si puede casarse contigo.
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A la mañana siguiente tanto Lisa como Taehyung despertaron cansados y somnolientos, regresaron al departamento del pelinegro, se ducharon, comieron algo y siguieron durmiendo.
La tailandesa despertó casi a mediodía, aún estaba cansada, pero el apetito pudo más que ella y se levantó a la cocina a buscar algo de comer. No había visto a su, ahora, futuro esposo. Esbozó una tierna sonrisa al verlo, aún en pijama, entrando por la cocina:
-Tu padre quiere hablar contigo- murmuró con la mirada neutra.
Lalisa se quedó sin aire de repente. Cogió el teléfono y tapó el micrófono con ambas manos.
-¡Se lo dijiste!- siseó. El chico asintió angustiado y con los ojos muy abiertos. Lisa suspiró y se acercó el teléfono a la oreja:
-Hola, papá.
-Taehyung acaba de preguntarme si puede casarse contigo- dijo con una mezcla de enojo y celos. Luego se hizo el silencio entre los dos hasta que la castaña se decidió por decir algo:
-¿Y tú que le dijiste?- preguntó con nerviosismo.
-Le dije que quería hablar contigo. Esto es muy repentino ¿no crees, Lalice? Me refiero a que, después de todo lo que ha pasado... no sé, Taehyung es el padre del bebé y todo eso pero... bueno, ¿estás segura? Quiero decir que es un buen chico, a pesar de todo, cualquiera se equivoca y eso, pero piénsalo... ¿tan pronto? No quiero que te cases por obligación, no tienes que estar con él sólo porque sea el padre del niño- dice en un tono de advertencia.
-Sí. Es repentino... espera un momento- se alejó a toda prisa de la mirada ansiosa y atemorizada del pelinegro -. Ya sé que es muy repentino y todo eso... pero, bueno, yo lo quiero. Él me quiere. Vamos a tener un hijo y queremos casarnos, él me hace muy feliz, sé que es el hombre de mi vida- se ruborizó al darse cuenta de que esa era la conversación más íntima que mantenía con su padre.
El señor Manoban permaneció en silencio al otro lado del teléfono.
-¿Se lo vas a decir a tu madre o quieres que se lo diga yo?
-No, Tae y yo se lo diremos.
-Lis... ya sé que van a tener un hijo, pero enserio... ¿casarse? Es un paso muy importante. ¿Estás convencida?
-Él me da toda la felicidad que busco, queremos cuidar juntos a nuestro pequeño, como una familia -susurro.
-Uffff –dijo el hombre al cabo de un momento, en un tono más suave.
-Taehyung y el bebé lo son todo para mí.
-Lalisa, Lalisa. Eres una jovencita muy testaruda. Espero que sepas lo que haces. ¿Me lo vuelves a pasar, por favor?
