–Narra Seis–
Se iba a rendir tarde o temprano. Mi puño chocó contra su rostro infinitas veces, con tanta fuerza, que me ardían los nudillos. Cada golpe iba acompañado de un gemido, y la sangre estaba por todas partes.
–Me rindo… ¡Me rindo! –balbuceó sin fuerzas, pero me temo que no podía parar. La ira no se había ido, y no sabía cómo hacer que desapareciese. Normalmente sólo me desahogo y se esfuma después de un rato. Siempre es así, pero ésta vez no estaba funcionando.
–¡Alto! –un tipo dijo a mi derecha.
–¡Va a matarlo!
–¡Alguien deténgalo!
Mis puños no paraban, y mi mirada estaba fija en su ensangrentado rostro. Pero después, cuando di un golpe más fuerte; en un intento de deshacerme de toda la furia interior, se escuchó un grito femenino. Llamó mi atención al instante, así que volteé de golpe, y mis ojos se dilataron al divisar a la chica parada a menos de tres metros de distancia.
Mi mente quedó en blanco por un momento, y no supe cómo reaccionar. Me detuve por completo con la respiración acelerada, y solté al tipo, enderezándome apresurado. Ella sólo me observaba, y podía notar el miedo reflejado en sus ojos azules.
–¿A… Alissa?
¿Qué rayos estaba haciendo aquí? No se movía, ni decía nada. Sólo me miraba con impresión. Ya no era de la misma manera que antes, ahora estaba aterrada.
Maldita sea, ¿Por qué siempre tengo que estropearlo todo? ¿Qué tal si no quiere acercarse a mí nunca más? ¿Qué tal si piensa que voy a hacerle daño? Quería acercarme ella, pero tenía miedo de que se alejara.
De pronto, un fuerte golpe en el abdomen me tomó por sorpresa y enseguida sentí el dolor, dejando escapar un ruidoso gemido, me dio en la herida. No tuve tiempo ni siquiera de voltear, caí de rodillas, encorvado con las manos en la lesión, y me desplomé en el suelo.
–Narra Alissa–
No sabía qué hacer, si no se detenía lo iba a matar, y eso pronto comenzó a desesperarme. ¿Por qué no reacciona? Todos le dicen que pare, pero no lo hace. Le clavó tres puñetazos, y luego un golpe todavía más fuerte que los otros, haciendo que el tipo gimiera ruidosamente. No pude evitarlo, un grito de terror salió por mi garganta e intenté retroceder nuevamente, pero no podía, volví a chocar con alguien.
Él volteó de golpe y sentí cómo me temblaron las rodillas al tener sus ojos en mí. Pero entonces, pareció como si todo el enojo se hubiera esfumado, su gesto se ablandó poco a poco, y ahora parecía estar preocupado, no furioso.
–¿A… Alissa? –habló confuso, pero no pude hacer nada mas que quedarme allí parada como tonta, sólo mirándolo. Era como si mi cuerpo no respondiera, no me movía.
La gente seguía haciendo escándalo, y antes de poder hacer cualquier cosa, el tipo que yacía en el suelo, se puso de pie aún con una mueca de dolor plasmada en el rostro. A como pudo caminó hacia Seis, y le dio un puñetazo, justo en donde estaba su herida. Él ni siquiera lo vio venir.
Oh dios mío, me cubrí la boca con las dos manos y lo observé caer al piso muy lentamente. Nadie se acercó a ayudarlo, sólo seguían gritando tonterías. ¿Es que todos aquí están locos? ¿Qué tal si ya no puede pararse? Hice un gran esfuerzo por moverme, pero no sabía qué era lo que debería hacer, ¿Se supone que sólo me acerque y ya? ¿Le digo algo? ¿Les digo algo a los demás? Estaba frustrada, pero luché contra mi voluntad, y justo cuando logré mover mis piernas en dirección suya, alguien me detuvo tomándome del brazo.
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Damned ∙ libro uno
FanficDamned es una trilogía que narra la dura vida de un criminal apodado "Seis" quien oculta secretos y carga el peso de un pasado oscuro que lo atormenta cada día. Cuando por error se topa con Alissa, una chica quien no sabe lo que es un verdadero prob...