009|Antifaz.

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Me ponia de buen humor dormir y despertar con Gaspar a mi lado, por lo que me puse mi mejor outfit y llegué con todo el animo al instituto con Elías y Sofía. El chico del periódico me dejó una nota, que no entendí bien.

"Favor con favor se paga, y ponte tu mejor atuendo"

Era tan psícopata misterioso y fascinante a la vez, porque tarde o temprano descifraba lo que decia en su nota, como si supiera lo que me pasaria. Y aquí estaba yo, esperando a que algo pasara, para entender esa señal. Estabamos en el receso.

Sofía y Nicolás discutían sobre el próximo tatuaje de Nico, Elías y yo solo escuchabamos bebiendo a sorbos nuestros juguitos en cartón. Junté los ojos, e hice gestos con la cara Elías rie y se le sale el jugo por la nariz atragantandose.

-¡Mierda Priscila!-Toce y se da golpes en el pecho, Elías y Nico nos miran dejando atrás su discusión-. Si serás fea, Madre mia.

Sofía pone los ojos en blanco y sigue hablando.

-Solo te faltarian los huevos. -dice Sofía cruzandose de brazos.

-¡Serás vulgar chica! -exclama Nico. La verdad que Sofía tiene razón, el chico parece baño público de tanto rayones que tiene en los brazos casi llegando al cuello.

Un chico me sorprende sentandose a mi lado bruscamente, trae papeles en la mano.

-¿Como están chicos? ¿Que tal una fiesta mañana para quitarse él estrés? -Pregunta mirándonos.

-Esa es la fiesta que se hace todos los años ¿Pero un martes? - Pregunta Elías frunciendo el ceño.

-Es a beneficio del periodíco estudiantil. Será algo tranquilo -abro los ojos bien grande-. La temática es llevar antifaces, aquí les explica mejor.

Sofía me mira arqueando las cejas y hace gestos ¿Ella piensa lo mismo que yo? Este chico podría ser. La campanilla suena y todos en la cafeteria se levantan de sus mesas.

-No faltes preciosa - me dice antes de irse y dejarnos solos.

-Lo hablamos luego. En Sammy -Sofía se cuelga la mochila y se va, cada uno va a su salón. Sammy es la cafeteria donde vamos siempre al salir.

Aunque no le había contado a Sofía sobre la nota de hoy, las dos estabamos seguras de que no podíamos faltar. Cuando entre a la sala de clases, ya todos tenian la dichosa invitación y hablaban de eso. Las horas pasaron lentas, Filosofía me aburría mucho.

No presté mucha atención a la clase, pensando en qué ponerme y la pregunta que más resonaba en mi cabeza era: ¿Lo conoceré por fin? Lo que más quiero es preguntarle que quiere de mí.

Me encontré con los chicos a la salida, y fuimos a nuestro lugar de siempre. Pedí un helado.

-Tenemos que ir, si o sí. -apuntó Sofía

-¿Por qué? - pregunta Elías

-Ya lo sabrás -respondí

-¿Es que acaso sigues buscando a ese chico? -pregunta Nicolás arqueando una ceja ligeramente.

-¿Y a ti que te importa? - responde Sofía. Últimamente ellos peleaban mucho, pero de a ratos estaban bien.

-Si te dijo que no lo busques, no lo hagas. -Habla Elías.

-Serán metiches ustedes dos. -reniego poniendo los ojos en blanco.

***

Habíamos ido con los chicos por la tarde a comprar los antifaces, compré uno negro, elegante que pasaba desapercibido. Sofía compró uno rojo con plumas, más llamativo Elías compró un antifaz de Nacho libre y Nico otro de Batman. Ya quería verlos con eso puesto ¿Por qué son tan inmaduros los chicos? Pero graciosos.

Con Sofía quedamos que vendría a casa, así nos alistariamos juntas. Ella se sorprendió mucho cuando le pregunté, ya que al parecer nunca tuvó una amiga con la cual hacer eso. Así que cuando me dejaron en casa, era hora de romper el hielo con mi Madre y preguntarle aprovechando que se encontraba en la casa.

-Cecilia ¿Podría traer a mi amiga a la casa mañana? Iremos a una fiesta. - pregunté jugando con mis dedos. Ella estaba de espalda lavando trastes y Ximena le ayudaba secándolos

-Ahá. Haré galletas -dice sin despegar la vista de los trastes-¿Qué fiesta es esa?

-Es del instituto, es algo tranquilo. -respondí

-Okey. -dice sin más preámbulos

-Serás una buena Madre Cecilia. -digo y subo de nuevo las escaleras para llegar a mi habitación y llamar a Christopher. Es que las galletas le salen muy bien.

Llamé a Christopher y no contestó, ayer estaba tan felíz por que encontré a Gaspar, ya que él lo vió crecer y le había tomado mucho cariño. Supuse que estaría con algún proyecto.

-Verde - Richard se asoma a mi habitación y se queda parado en él umbral de la puerta-. ¿Sabes de quién se acerca el cumpleaños?

-No -digo frunciendo el ceño, tratando de recordar-. ¿de Ximena?

-No, solo te lo hago acordar porque yo siempre me acuerdo del tuyo.

-Sí como no, ya lo sé es el tuyo. -dije cruzandome de brazos- Gracias por hacerme recordar.

-Te escuché hablando con Mamá, hiciste bien.

-¿Ella ya sabe que te lías con Ximena? - Pregunté

-No tenemos nada. -dice negando con la cabeza.

-¿Por qué? Pensé que te gustaba.

-Ella tiene otro, hoy le llegaron flores y no se las dí. - levanta los hombros

-Richard.. Te pusiste celoso.

-Lo hace a propósito, la nota era de un chico del periódico que tal vez sea invento de ella.

No creía lo que acababa de decir, estaba sorprendida.

-Richard ¿Que hiciste con las flores? -pregunte observandolo fijamente.

-Las tiré.

-¿Y que decía la nota?

-Algo como que, fué descortés no darle un regalo de bienvenida cuando la vió en esta casa.

Maldita sea. El gilipollas del periódico no hizo bien su trabajo esta vez. ¿Por qué no puso algo refiriéndose a mi cabello verde?. Mi hermano también es tonto a veces, conociéndolo lo menos que pensó es que eran para mí.

Cuando Richard se distrajo salí a revisar los contenedores del jardín pero el camión ya había pasado. ¿Tengo que decirle que esas flores eran para mí y no para Ximena?. Pues ella me las debía, cuando perdió a Gaspar así qué estábamos a mano. Iba entrando cuando el coche de Papá llegaba a casa

-Priscila ¿Que hacias ahí? -pregunta extrañado

-Tiré una bolsa -sonreí inocente.

Entramos a casa y le conté todo lo que me había sucedido hoy, le conté lo de la fiesta y dijo que podía ir pero volver temprano. Y cuando le conté lo que dije a Cecilia se alegró aún más.

Cenamos y ya no hubo ambiente tan tenso como la otras veces, Mamá procuraba hablar más.

Intenté hablar con Christopher pero me daba apagado, me estaba comenzando a preocupar.

Dormir sin saber nada de esa persona que tantos amas, esperando un mensaje o una llamada no se lo deseaba a nadie. Odio tener una relación a distancia, no sé cuanto podría aguantar.

Algunas veces con las acciones de Christopher me daba cuenta de que no me merecía eso, pero buscaba excusas. Y no estaba bien. Pero supongo que por la persona que amamos, somos capaces de aguantar hasta lo más impensado.

***

Feliz cumple para mí. 🎊🎉
Pronto llegaremos a las mil vistas 🌚🌚❤

El chico del periódico | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora