Su mandíbula se tensa, y después de tragar grueso y darme una breve mirada, murmura:
—Mi hermano.
Ahora todo tiene sentido. Me quedo en silencio con el ceño fruncido, ahora mismo estoy dando un puñetazo en la cara a Nicolás, que espero poder hacerlo cuándo lo vea. ¿Supo todo el tiempo quién era el chico que buscaba y no me lo dijo? Su hermano me había enseñado a andar en bici, para yo salir a buscarlo. Efectivamente, no hay nadie más ciega que yo.
—¿No tienes nada que decir? — Pregunta recostandose por el escritorio de su padre.
—Si. ¿Cómo te llamas?
—Daniel.
—¿Como Dan Reynolds? —digo levantando las cejas y soltando una risita sarcástica
—¿Y ese quién es? — No puedo creer que no lo sepa, creo que ya no lo quiero en mi vida definitivamente.
—El vocalista de Imagine Dragons ¡¿No lo conoces?!
—Ah, si. Pero yo soy más guapo.
Después de unos 20 minutos, estoy aquí sentada en el asiento del copiloto del auto de Elías, frente a casa, preparándome mentalmente para el sermón que me espera allí dentro.
—¿Vas a hablar ya? ¿Vas a decirme exactamente y con detalles que fué lo que pasó? —dice mirándome. Me quedo en silencio y suspiro exhausta—. ¡Un niño flotó sobre tí y voló un auto con su rayo láser!
Eso me hace reír a carcajadas.
—Lo siento, sabes que veo muchas películas de Disney, ¡deberías ver Monster Inc, y toy story!
—Ya, ya —digo levantado las manos—. El chico del periódico no es Nicolás.
—Si no me lo dices no me doy cuenta — dice poniendo los ojos en blanco
—Que gracioso. La cosa es que lo seguí en la bici y él se pasó varios semáforos y yo también, entonces cuándo iba cruzando en la avenida ¡zas! Una moto se cruzó frente a mí y me hizo perder el equilibrio, entonces caí y él vino a rescatarme.
—Y te llevó a esa oficina. ¿Pero cómo sabía él quién era Nicolás? ¿Y quién era yo? Porque yo nunca lo he visto, hoy es la primera vez.
—Porque Nicolás es su hermano. Y supongo que él le contó acerca de tí.
Después de hablar y atar cabos con Elías, abro la puerta de casa con él atrás mío, veo a Ximena bajando las escaleras que viene con un cesto lleno de ropa, lo que parece ser sucia.
—Ximena ¿Quién es? — escucho la voz de mi madre venir de la sala de star, veo su figura asomándose y luego como su boca se abre de la sorpresa al verme.
—¡¿Que rayos?! — exclama. Sé que por dentro quiere soltar una grosería, lo que hace que me de risa—. ¡¿Que te ha pasado?!
—Estoy bien — digo entrando a la casa. No me inventé ninguna mentira así que intento evadir su pregunta, pero mi Ángel de la guarda atrás mío habla.
—Hola Señora Castillo, es que se le ha ocurrido ir en bicicleta al Instituto y, sabe que es un poco torpe. Pero en la enfermería se encargaron de ella y como casi no puede caminar me ofrecí a traerla a casa.
—Hola Elías, siempre tan amable. Pasa por favor — Vamos hasta la cocina, Elías me ayuda dándome su hombro para apoyarme y mi Madre cierra la puerta detrás de nosotros. Ximena desapareció en cuánto mi madre me levantó la voz
—¿Para eso te has comprado la bici Priscila? O mejor dicho, te la hemos comprado — dice haciendo énfasis en esto último
—Fué un accidente — digo caminando hasta la alacena dónde Richard guarda sus snacks para cuando se le antojan
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El chico del periódico | PAUSADA
أدب المراهقينRanking más alto en Novela Juvenil: 01/08/18 ? #343 Necesito comprarme una bici. Necesito aprender a andar en bici. Necesito saber quien es el chico que reparte periódicos, y por qué todas las mañanas me deja una nota entre sus hojas. ¿Por qué es...