Después de terminar de celebrar subí a mi habitación a ver Netflix, todo es un poquito mejor desde que pusimos internet.
Gaspar está a mi pies y Michi «el gato de Richard» a mi lado, es un nuevo integrante en mi cama ya que desde su llegada ha estado durmiendo conmigo. Hay veces en las que amanece encima de Gaspar, pero a el no le molesta en los absoluto, incluso juegan la mayoría del día cuando Gaspar despierta con humor.
Estoy tan cómodamente viendo Stranger Things cuando el sonido de mi celular me sobresalta, me da flojera buscarlo entre las sábanas hasta que lo encuentro abajo del gato, ellos se pueden acostar encima de todo y en cualquier lugar.
—¿Hola? —contesto
—¡Hola preciosa! ¿Cómo estás? — reconozco esa voz.
—¡Chris! —exclamé emocionada—. ¿Bien y tú?
—Bién, no puedo estar mejor —dice bajito, entre risas—. De hecho no puedo hablar tan fuerte aquí.
—¿Dónde estás? — pregunté con el seño fruncido
—En el autobús, de camino a Monteado — escucho decir con su voz áspera, ahogo un grito de emoción, pero no lo consigo.
—¡Ay! Por Dios ya estás viniendo
—¿Podriás recogerme de la terminal de autobús? A las ocho, sé que te gusta dormir hasta tarde pero quiero aprovechar al máximo. No conseguí quitarle el coche a Papá, pero vine como sea.
—Está bien a las ocho será, iré en el auto de Mamá. Ah y ya reservé una habitación en un hotel a veinte minutos de casa, es lindo, tiene piscina. ¡Tengo mucho que contarte! Te hecho tanto de menos — terminé de hablar cuando me di cuenta que en tan poco he dicho demasiado.
—A ver no sé por dónde empezar, si sé que el cumpleaños de Richard es mañana y gracias por hacer lo del hotel por mí, y yo también te hecho de menos, mucho.
—También te tengo una sorpresa, y Papá dijo que fueras con nosotros a cenar. Es que celebraremos el cumpleaños de Richard en un restaurante
—Iré con gusto, no puedo esperar a estar ahí. Ahora tengo que colgar —dice aún más bajo que su tono de voz anterior.
—Está bien, te veo a las ocho entonces — sonreí
—Sí, te quiero.
—Te quiero — me despedí y escuché el pitido.
Iba a poner el despertador en mi celular, cuando encuentro un mensaje de texto. El remitente es desconocido.
"El azul te sienta muy bien ¿Ves que no es tan malo hacerme caso? "
Es él otra vez, sus mensajes anteriores y los míos están ahí. Me entra la rabia de nuevo ¿Qué es lo que quiere?
"No sé de que va tu juego, pero te aseguro que es la última vez que te hago caso, ya déjame en paz"
Fué lo primero que se me vino a la mente y se lo envié. Pero ya no quería volver a esto, no me apetecía jugar con el, quería enfocarme en Christopher. Eliminé todos los mensajes, puse el despertador y dejé el celular en mi mesita.
Me dispuse a dormir, pero tenía rabia de ese chico y temor porque volviera a molestar. Pero luego saber que mañana Chris estaría aquí me sacó toda esa sensación, me acurruqué con Michi y fuí cayendo en sueño.
A la mañana siguiente el despertador suena y voy a ducharme, me ha costado un montón poder pararme de la cama. Me visto con unas mangas largas que tienen bolsillos, jeans azules y mis botas, el clima está un poco fresco hoy ya que estamos en otoño. No tenía tiempo para desayunar, ya había tardado mucho.
Ahora tenía que encontrar de alguna forma las llaves de mi Madre sin que se despertara, así que entré de puntitas a la habitación. Mi padre ya se ha marchado al trabajo, y ella está profundamente dormida en el medio de la cama.
Las llaves sé que las guarda en el bolso, lo busco con la mirada y lo encuentro encima de la cómoda. Las llaves son lo primero que veo, las tomo rápidamente y salgo de nuevo sin hacer ruido. Cuando paso por la habitación de Richard se oyen sus ronquidos.
Gaspar está esperándome en la cocina con una cara muy adorable, si hablara diría «Quiero mi desayuno Priscila». No puedo dejarlo así aunque me haga perder tiempo y corro a agarrar su plato y le echo croquetas en él, no le gustan sin leche—es todo un niño encaprichado comiendo cereal— así que vierto leche del cartón que saco de la heladera y se lo doy.
¡7: 45! El trayecto es largo así que me apresuro y salgo al garaje, el auto de Richard y de mi madre están estacionados, hay tres coches en esta casa, me siento millonaria. Pero en realidad el coche de Mamá tiene sus años y lo compró ella misma.
Me subo a él y coloco la llave, me siento cómoda en este auto, ya que Papá me enseñó a conducir en este cuando tenía 16 años. Recuerdo que estábamos en la casa de los abuelos, y aunque aún no tengo permiso de conducir por que me falta poco para los 18, estamos a meses. Decido arriesgarme.
Aunque sé que Cecilia va a matarme cuando se de cuenta de lo que estoy haciendo. Llego a la terminal de autobuses a las 7: 55. El tráfico me ha ayudado. Aparco el coche y me bajo, veo un bus llegar y gente bajando de él, pero este no viene de Dermest.
En el lugar solo hay unas 30 personas, me recuesto por un banquito que hay en el lugar y espero con ansias a que el bus de Chris llegue, el próximo tiene que ser.
Observando a la gente y la carretera, desvio la mirada y veo a un chico aparcando su bicicleta, con capucha negra y jeans azules con una mochila en su espalda, el chico se baja y se quita la mochila para acomodar algo en ella.
Periódicos.
Se pone la capucha y la mochila de nuevo la cuelga en su hombro, el corazón me está latiendo a mil por hora porque sé que es él. Se echa a andar y cuando va llegando a unas puertas de vidrios altas y grandes, lo sigo.
Lo veo entrar así que me apresuro cuando lo pierdo de vista, y ahora estoy corriendo.
—¡Hey! — grito cuando lo veo adentrarse y empezar a subir unas escaleras, el me escucha pero no voltea y las sube aún más rápido.
En la oficina en la que he terminado, una señorita está sentada en un escritorio muy bien vestida.
—¿La puedo ayudar en algo joven? — pregunta amable. Estoy patidifusa parada en la entrada, tengo la garganta seca y apretó los dientes, de nuevo siento rabia y confusión.
—Eh, no lo siento mucho — me disculpo como una tonta y salgo de ahí.
¿Por qué hago esto? Si quiero saber quién es y verle la cara al menos. Pero lo quiero alejado de mí con sus tonterías. Entonces al final no sé muy bien lo que quiero, pero este no es el momento ni el lugar para saber quién es el chico del periódico.
***
Hola! Les invito a leer otra obra que publiqué hace unos días.
"Las mariposas que vomité" Es una historia corta, tal vez les guste y si es así dejen sus votos 🌚🌚
Ya llegamos a las 1.500 vistas y seguimos subiendo. Gracias a los que votan y comentan en cada capítulo ❤❤❤ Me dan ganas de seguir
Si aún no han votado en todo los capítulos ¿que esperan? Es que estamos muy bien de vistas pero un poco escasos de votos, sería de gran ayuda.
Nos leemos💕💕❣
ESTÁS LEYENDO
El chico del periódico | PAUSADA
Novela JuvenilRanking más alto en Novela Juvenil: 01/08/18 ? #343 Necesito comprarme una bici. Necesito aprender a andar en bici. Necesito saber quien es el chico que reparte periódicos, y por qué todas las mañanas me deja una nota entre sus hojas. ¿Por qué es...