La suavidad de las sábanas y la plenitud del sueño le impidieron despertarse hasta entradas las once. El sol brillaba con intensidad desde lo alto de su ventana impregnando en toda la habitación el caluroso clima esperanzador.
No acostumbraba a dormir tanto tiempo, pero aquel fin de semana la tenía tan preocupada en pensamientos y temor a ser descubierta, que deseaba continuar en la cama entre sueños opiáceos del subconsciente.
Desperezó sus músculos y se incorporó de la cama colocándose su bata para salir al balcón, donde la mañana se mostraba ajetreada en las calles de la cuarta avenida. Varios vehículos estaban aparcados a los lados de la calle mientras que las aceras se hallaban repletas de personas que paseaban con lentitud de un lado a otro. Se abrazó a sí misma por la cintura y suspiró exhausta.
Un café debía calmar sus preocupaciones o distraerla al menos de sus pensamientos cuya procedencia desconocía.
Mientras lo preparaba y se aseaba en el baño, se avergonzó del sueño erótico que la sustrajo de las sábanas varias veces en la noche. No había conciliado apartar sus pensamientos del encuentro con Kyle en su oficina; recordar sus manos inquietas sobre su piel, la excitación que caló profundo en su cuerpo mientras él conciliaba someterla a un deseo que nunca creyó tener.
La lujuria que trepó por sus piernas al acecho de la imponencia de Kyle, y los escalofríos que la embargaron al sentirse tan sumida en ese encanto la paralizaron.
Apartó sus pensamientos con brusquedad cuando el sonido del teléfono de la sala la despertó y corrió hacia él con desesperación, pensando que tal vez podría tratarse del extorsionista de las fotos, pero de inmediato se desalentó.
—Jules, tu celular está apagado, no he podido comunicarme contigo en toda la mañana, ¿ocurrió algo? —habló a prisa Justin.
—Oh, no lo he notado, olvidé cargarlo anoche. ¿Sucede algo? ¿Cómo va el caso?
Justin resopló desganado.
—No quiero hablar de eso, mi padre está siendo repudiado hoy en el bufet con su maldito humor de perros por la escasez de datos del que disponemos en el nuevo caso —explicó, tenso—. Te has perdido el evento del año hace un momento, mi padre ha estado a punto de despedir a Patrick por insubordinación, en serio, la oficina es un caos.
—Esto es grave entonces, el caso debe significar mucho para tu padre, ¿por qué crees que sea?
—¿Además de los millones que ganará la firma? —recordó él—. Creo que papá le preocupa su reputación, este caso nos colocará en la cima de la cadena alimenticia o nos despedazará en el intento sino trabajamos en ello. Todos están tensos gracias a él.
Justin resopló nuevamente.
—¿Acabas de levantarte? ¿Sabes cómo te envidio ahora? Necesito acurrucarme ahí contigo...
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El Sonido Del Caos ✔
Romance-¿Estás loco? -Tal vez un poco, pero tengo un extraño deterioro cuando te veo. Las apariencias no engañan y es precisamente eso lo que describe a Kyle Kovak; intenso, seductor, un magnate de las ilegalidades y el playboy con la lista más larga de mu...