CAPÍTULO 16

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No pudo evitar sentirse humillada

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No pudo evitar sentirse humillada.

El peso del engaño le costó varias horas de la madrugada revocando el sentimiento de confiabilidad que había depositado en él, el mismo sentimiento de calidad con el que se excusaba de permitirle acercarse.

Muchas veces durante la solitaria noche, intentó desentenderse del corazón para reafirmarse a los hechos concretos, pero el instinto estaba en su contra, los hechos lo culpaban de una forma tajante y desalmada.

Jules se sintió devastada.

El detonante de su secreto estaba en las cálidas manos de quien insistía con seducir sus sentidos, lo suficiente como para distraerla de ser descubierto.

¿Lo habría hecho para seducirla?

No podía comprender cómo un tema tan serio y vital en su vida pudiese ser convertido en un manipulable juego de caprichos sexuales. Su vida pendía de un hilo lo suficientemente débil con Justin tentando a su suerte y a su madre metiéndose en líos que pudiesen desenmascararla de su secreto; que no podía imaginarse agregar a su lista a un desquiciado oportunista reclamando una atención que no deseaba darle.

No creía que tuviese la culpa de secuestrarla para tenderle una trampa —como tampoco que realmente supiera que se trataba de su madre—, no lo veía capaz de abordar semejante espectáculo con el renombre de su clase, pero sí había intuido que podía haberla convencido de escaparse a su casa para asustar a su hija.

Revisó meticulosamente la desvencijada casa de su niñez buscando a su progenitora (un indicio, una pista, una seña de su paradero), pero todo se encontraba en su sitio, así como lo había dejado la mañana en que la encontró tendida en su cama. La policía también se tomó el trabajo de buscar indicios que pudiesen ayudar en la investigación, pero no con demasiado esmero como lo había hecho ella. Los semblantes serios y enfadados delataban las casi nulas intenciones por hallar con vida a una drogadicta que había escapado de un hospital.

Regresó de inmediato a su departamento cuando la declaración acabó y la promesa de ≪Descuide señorita, la hallaremos a salvo≫ fue pronunciada por última vez por un oficial investigador.

Se abrazó a sí misma hasta que concilió el sueño y nadó en las profundidades de un subconsciente traicionero en el que Kyle resultaba ser inocente de sus acusaciones, y promesas de amor nunca antes dichas se desvanecían entre caricias y besos secretos.

Se abrazó a sí misma hasta que concilió el sueño y nadó en las profundidades de un subconsciente traicionero en el que Kyle resultaba ser inocente de sus acusaciones, y promesas de amor nunca antes dichas se desvanecían entre caricias y besos secr...

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