—Señor Kovak, Matt lo espera en la oficina —advirtió Lisa al pasar junto a ella. Éste se detuvo, incapaz de afrontar cualquier inconveniente además del de sus pensamientos—. ¿Ocurre algo?
Kyle resopló en frustración, tomando el puente de la nariz y cerrando los ojos. No tenía ánimos de regresar a la oficina, pero la soledad que allí residía frente a la inquietante ciudad lo habían seducido a contra voluntad.
Lisa se acercó para observarlo con atención, tomando el fuerte hombro masculino con suavidad.
—Señor Kovak, ¿se siente bien? —inquirió con voz melosa. Antes no había notado cuánto le fastidiaba ese tono en su voz—. Últimamente lo he visto muy estresado, con demasiado trabajo. Sus amigas ya no vienen a verlo... Me estaba preguntando por qué... —Lo tomó por ambos hombros, buscando su mirada y ronroneando en su cuello—. Tal vez esté necesitando que alguien se ocupe de usted.
Lisa rozó sus labios y éste la retuvo por las muñecas, apartándola. Desconcertada, la mujer frunció el ceño.
—Tráenos dos cafés con crema, y la próxima vez, avísame que hay alguien esperando en la oficina —reprochó con voz ronca. No quedaba rastro de aquella seductora secretaria de la que una vez tomó partido. Inspiró hondamente antes de entrar en la oficina y sentarse frente a Matt, quien lo esperaba atento a la pantalla del móvil—. ¿Qué sucede?
—¿Qué sucede contigo? ¿Qué es ese humor de perros? No me digas —Levanto la mano en señal de silencio—, la abogada. ¿Es que no sabe otra qué hacer que involucrarte en sus problemas?
—No es ella. Bueno sí, no exactamente —resopló—, fue Carol. Está actuando raro.
—¿Más de lo normal?
—Invitó a Jules a tomar un café —explicó. Matt levantó las cejas, expectante a la conversación—, pero cuando la enfrenté, ella se defendió diciéndome que... Que debo tener cuidado con la abogada, que no sé nada de ella y que podría tratarse de una trampa.
—Hm... Eso me parece lo más sensato que ha dicho esa mujer. Es lo que te he estado diciendo desde que decidiste que la querías de nuestro lado. ¿Te dijo algo más? Estoy prácticamente seguro de que esa abogada nos va a joder el caso. Nos enviarán a todos a prisión, hermano, y tú no puedes tomar ni una maldita decisión sin enfriar tu entrepierna con ella.
—Basta, ¿cuándo demonios entenderás que ella está de nuestro lado? —Sus palabras fueron agresivas, bruscas, buscando en ellas la verdad que también deseaba oír—. ¿Para qué carajos viniste hasta aquí?
Matt se acomodó en el sofá frente al escritorio y extrajo de sus piernas un sobre que extendió hacia su compañero. Éste lo observó, confundido.
—Ahí tienes a tu informante —resolvió cruzándose de brazos—. No es quien nosotros esperábamos, no lo conocemos y no forma parte de nuestro equipo. No sabemos de dónde viene o su nombre real. Nada. La empresa de taxis para la que trabaja no tiene informes de que alguna vez haya trabajo con ellos, pero sí afirman que el vehículo es de ellos. No tiene huellas digitales, ni antecedentes que le precedan. Es un ente.
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El Sonido Del Caos ✔
Romance-¿Estás loco? -Tal vez un poco, pero tengo un extraño deterioro cuando te veo. Las apariencias no engañan y es precisamente eso lo que describe a Kyle Kovak; intenso, seductor, un magnate de las ilegalidades y el playboy con la lista más larga de mu...