CAPÍTULO 43

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—Cuando lo conocí lo supuse

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—Cuando lo conocí lo supuse. Y luego su rostro comenzó a aparecer en todos los noticiarios y avisos en internet con pedido de captura. Es increíble que te hayas enredado en alguien como él, rubia —Encontró sus ojos azules brillando acusadoramente sobre él y serenó el trato—. Lo siento, es que... Estoy sorprendido.

Jules se permitió descansar sobre su regazo y exhaló con vehemencia exagerada.

—No sé cómo pasaron las cosas, Nick —susurró, desalentada—, solo pasó. Sé que es una excusa poco profunda, y además no suena creíble...

—Demasiado, nena.

—Al principio todo se trataba de un juego. —Buscó sus ojos y éstos se humedecieron de nuevo—. Me siento una imbécil hablando de esto contigo.

—¿Con quién más podrías hacerlo? Vamos, Jules, nos conocemos bastante. Sabes que puedes confiar en mí.

—Ya no quiero ayudarlo, Nick —declaró convencida—. No quiero volver a verlo nunca.

Se entregó nuevamente a sus brazos y sollozó un ardor que se extendía por todo su pecho.

—¿Por qué no lo denuncias? Diles que está en tu departamento intentando chantajearte.

—No, no podría hacerlo. Si Justin se entera que lo he estado protegiendo ahí, ya no me entregará su puesto en el bufet. Aunque, sinceramente, ya no estoy segura de querer aceptarlo.

—Tampoco me gustaría estar al lado de una persona que me engañó tan sólo por un caso judicial —Jules lo observó sin habla—. Son casos diferentes, nena, tú no lo has hecho de esa forma. Hablando de formas, se me ocurre una para expulsar a ese hombre del departamento.

Convinieron un lugar apartado de la ciudad donde fuese lógico hallar el paradero de alguien buscado por la policía y Nick fraguó la historia que darían en la comisaría al denunciarlo.

Las palabras a los agentes fueron concisas, claras y acabaron antes de que pudiese intentar pensar en algo mejor, más las que usó para hablar con él, se sintieron desertadas, frías y agrias como la misma amargura que llevaba arrastrando en su vida desde el primer día que lo conoció.

—Jules, ¿estás bien? ¿Pudiste hallar los archivos? Intento llamar a Gaspar y no contesta el teléfono.

—Estoy bien, estoy bien... Pero fue una trampa, apenas pude salir de ahí... Nos estaban esperando...

—¿De qué estás hablando? ¿Dónde estás?

—No te preocupes, estoy en un coche yendo a un lugar seguro, pero van directo hacia ti, Kyle —El corazón le dio un vuelco al pronunciar su nombre y el ardor que se propagaba en el pecho finalmente la incineró lastimosamente—. Tienes que salir... ¡Ahora!

—Espera, no... No entiendo... ¿Quién estaba en mi casa? ¿Quién me delató? ¿Gaspar? De ser así, Matt tendría razón y...

—¿Estás oyéndome? ¡Tienes que salir de mi departamento! Van hacia ti, Kyle. Sé dónde puedes ocultarte es... un pequeño lugar en la Gueto... Es seguro, lo será por ahora.

El Sonido Del Caos ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora