—No me gusta como se ve, ¿podríamos llevarlo hasta allí? —señaló un espacio con sombra entre dos cipreses angostos enlazados por las ramas—. Tiene que haber bastante luz, pero no demasiada. La idea es que se destaque la ornamentación sin ser excesivo.
—Señorita Maxwell si llueve como estos últimos días...
—No lo hará. Revisé el clima de aquí a un mes. Esto segura de lo que digo —revisó el espacio, torciendo el gesto—. ¿Cree que necesitaremos una tarima? ¿Un escenario tal vez?
—La tierra húmeda puede dañar el equipo, o enterrarlos en el peor de los casos.
—Conseguiremos una tarima donde colocarlos —se convenció ella, hablando con el sonidista a cargo del evento. Regresó con el organizador del catering, quien comenzaba a dar instrucciones a sus ayudantes—. ¿Está todo bien?
—Lo está, aunque nos sería más sencillo instalar los frigoríficos y los equipos de decoración si el señor de allá no estuviese interfiriendo.
Jules divisó al encargado de las propiedades Fuhrman atiborrando una mesa con cables del sonidista y moviendo otros sobre las sillas con rostro enfadado. Hizo una mueca conteniéndose antes de acercarse con cuidado hacia él, mientras que levantaba una caja de madera aparentemente pesada.
—Sergio —siseó tímidamente—. Sergio —El hombre se giró bruscamente—, deja que los encargados se ocupen de acomodar las cosas. Estará todo bien. Por eso están aquí.
—Estos hombres no pueden ni levantar sus propios equipos; además, los dejan tirados al paso del country. Ninguno se preocupa por sus asuntos. Sólo estoy tratando de despejar el camino para que ninguno tropiece o estropeen el cerámico del salón.
—Está bien, se ocuparán. ¿Por qué no me ayudas a bajar las cajas del equipo de sonido de aquellos muchachos? —Señaló al sonidista con una sonrisa trémula.
—Está bien —rezongó el hombre antes de emprender camino hacia la camioneta.
Jules respiró hondamente.
Ocuparse de la celebración de cumpleaños de Justin a su costa comenzaba a hacérsele tedioso. Estaba a cargo de la organización, la decoración, la distribución de catering, mozos y la ambientación de la música. Mientras su padre lo mantenía ocupado, Jules se ocupaba de todo. Al principio, había aceptado encantada por ayudar a Fuhrman y desentenderse de Justin por algunos días.
Necesitaba reordenar sus pensamientos, conciliar una distancia adecuada para reinsertarse en su propio mundo. Aquel hombre había desestabilizado sus prioridades, pero no esperaba que conciliara más que eso.
Observó a su alrededor cómo todo comenzaba a tomar forma para la fiesta. La cabina del DJ se establecía a un costado con Sergio participando en ello, el servicio de catering reordenaba mesas con sus mozos mientras que el chef se encargaba de la comida; había servicio de limpieza que había tomado consideración a último momento y un banquete especial oculto en la cocina que le habían prometido una sorpresa.
ESTÁS LEYENDO
El Sonido Del Caos ✔
Romance-¿Estás loco? -Tal vez un poco, pero tengo un extraño deterioro cuando te veo. Las apariencias no engañan y es precisamente eso lo que describe a Kyle Kovak; intenso, seductor, un magnate de las ilegalidades y el playboy con la lista más larga de mu...