Casada Con El Sexo

Capítulo 4.

Son casi 4:30 PM y recuerdo la cena de está noche, con la peor cara y nada de ganas de ir a la cena voy directo al baño me doy una ducha un poco más larga de lo habitual cuando salgo empiezo a hacer lo que normalmente hago cepillarme el cabello y poner crema en todo mi cuerpo.

Estoy buscando un vestido elegante es el cumpleaños dueño de toda la constructora donde trabaja mi padre, pero no sólo de la constructora tiene todo un imperio de empresas, fábricas, marcas,es parte de la productora de música más importante de todo el mundo, incluso es dueño de varios hospitales privados en todo el mundo.

Mientras busco el vestido trató de pensar en cualquier cosa que me distraiga para no pensar en Mateo y para ser sincera en algunos momentos es imposible.

Después de 20 minutos encuentro un vestido que tenía guardado desde hace tiempo porque no sabía cuando usarlo pero creo que hoy lo usaré.
5:30 PM empiezo con mi cabello y después el maquillaje cuando vuelvo a ver la hora faltaban 20 minutos para irnos me pongo los zapatos, aplicó un poco más de labial, tomó mi pequeño bolso y salgo.

En menos de 30 minutos estamos entrando al lugar, Mateo ni siquiera me ha enviado un mensaje muy en el fondo me duele pero no puedo dejar que se den cuenta.

Seguimos caminando hasta nuestra mesa que al parecer están asignadas, mis tíos paternos , mi abuelo paterno y varios amigos de mi papá se sentaron en la misma mesa.

Después de un rato nos sirvieron la cena, todo iba bien pero sus temas de conversación era sobre el trabajo así que decidí ir a caminar por el pasillo más cercano a lo lejos veo una banca enfrente de una fuente muy hermosa así que voy hacía ella, iba caminando y alguien chocó conmigo era un hombre de no más de 25 años, era muy alto y grande se notaba que hacía ejercicio.

— ¿Porque no te fijas por donde vas niña? - es enserio que ni siquiera me va a ayudar a levantarme.

— ¿Y tu porque no te fijas?, claramente lo pudiste hacer.

— ¿Sabes que?, olvidalo y no te vuelvas a cruzar en mi camino entendiste.

— No te preocupes ni siquiera te quiero volver a ver - se hace a un lado y sigue caminando.

— Lo siento mi hijo es mi impulsivo, estás bien.

— Si, gracias.

— ¿De quién eres hija?, nunca antes te había visto por aquí.

— Soy Elizabeth hija de Santigo Sáenz, es un empleado de la constructora.

— Si lo conozco, es muy bueno en su trabajo. Yo soy Samuel, soy el jefe de tu papá, espero y te la estés pasando bien en mi fiesta de cumpleaños - no lo puedo creer estoy hablando con uno de los hombres más importantes del mundo.
— Y mi hijo que acabas de conocer y no tuvo la decencia de presentarse es Nathan, lamentó que se hallan conocido así y más la forma en la que te trató.

— No se preocupé todo está bien.

— Bueno Elizabeth tengo que irme o mi esposa empezará a desesperarse porque tengo bastante tiempo afuera, esperó verte muy pronto eres una jovencita hermosa y se ve que eres una buena niña.

— Claro, muchas gracias yo también espero verlo, es un señor muy agradable.

— Con permiso Elizabeth y sigue disfrutando de la fiesta.

— Si, gracias.

— Hasta luego.

— Adiós y feliz cumpleaños.

— Gracias - se dio la vuelta y se fue.

A la 1 AM mi familia decidió que era hora de regresar a casa y fue ahí donde nos despedimos y regresamos a casa.