Capítulo 35

31.7K 1.1K 237
                                    

— Gracias, por el desayuno - giro y salió de la cocina.

Es la primera vez que me dice gracias, una pequeña risa salió de mí sin motivo alguno. Después de lavar todos los utensilios de cocina me dirigí hacia la habitación, podía escuchar como caía el agua de la regadera así que supuse que Nathan estaba dentro. Algunos minutos después Nathan lo confirmó saliendo del baño con una toalla enredada en su cintura, imite sus acciones y fui directo a la ducha. Al salir no perdí tiempo y camine hasta el armario, elegí mi atuendo y salí.

Al salir me encontre con Nathan tirado en la cama tenía su móvil en las manos y al igual que yo ya estaba vestido, llevaba una simple camisa azul con unos pantalones negros, en sus pies tenía colocados un par de tenis blancos y por último junto a él descansaba una chaqueta negra de cuero.

— ¿Nos podemos ir? - quitó la mirada de su celular para fijarla en mí.

— Vamos - dijo levantándose de la cama, tomó su chaqueta y salimos de la habitación.

Al llegar a la planta baja de la casa seguí a Nathan hasta llegar a un garaje repleto de auto deportivos, lujosos y por supuesto costosos.

— Cierra la boca, se te cae la baba - las palabras de Nathan interrumpieron mis pensamientos.
— Anda vamos, se hace tarde - subí del lado del copiloto en un auto negro.

Segundos después Nathan lo puso en marcha y salimos de la casa, el trayecto no fue largo devido a todas las luces rojas que Nathan se salto al igual que a todos los autos que saltaba, incluso en ocaciones invadía el carril contrario.

— ¿A casó intentabas matarme? - una risa salió de sus labios.

— No seas exagerada, no fue para tanto - dijo al salir del coche.

— No fue para tanto, te aseguró que tu buzón estará lleno de infracciones - otra risa salió de sus labios.

— Claro que no, es una de mis ventajas ninguna infracción llegará - sabía que eso era muy posible.

— Como digas - caminé hasta las escaleras seguida por Nathan.

— Tus amigas están por allá - señalo una mesa donde efectivamente se encontraban mis amigos. Nos dirigimos hacia ellos.

— Hola - salude a todos pero nadie prestó atención.
— Ya estoy aquí - agite mis manos un poco atrayendo la atención de todos.

— Lo sentimos - hablo Alonso saliendo de su trance.

— Creo que yo me voy - Nathan señalo el camino para seguir recorriendo el centro comercial.

— ¿Porqué no te quedas? - Alexa fue la que hablo en está ocasión.

— Gracias pero no me gustaría incomodar, además tengo que hacer algunas compras - aún no entendía porque la vista de todos estaba fija en Nathan.

— Creo que será para la próxima - gracias por recapacitar Alejandro.

— Claro nos vemos, ¿Elizabeth puedes acompañarme un segundo? - tomó mi brazo.

— Sí - lo seguí hasta estas un poco alejados de los chicos.

— Quiero que tengas esto - extendió un sobre.

— ¿Qué es? - comencé a abrirlo.

— Son las tarjetas que te prometí, no tienen límite puedes gastar todo lo que quieras - tenía razón dentro del sobre de encontraban dos tarjetas.

— No es necesario, de verdad no lo necesito Nathan - intente devolvérselas pero me detuvo.

— Quiero que las tengas en algun momento deben de ser útiles y no te preocupes por el dinero lo que gastes está bien - esto era demasiado.

Casada Con El SexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora