Despertar en los brazos de Nathan sin duda alguna era la mejor sensación, el calor que transmitía su cuerpo se complementaba a la perfección con el mío.
- Sé que debo abrir los ojos y salir de esta cama pero estando a tu lado me es muy complicado - Nathan habló muy cerca de mi oído.
- Debes hacerlo, vamos ve a la ducha y te espero abajo - intenté separarme de sus brazos pero lo impidió.
- Sólo unos minutos más - sus brazos se enredaron en mi cuerpo.
- No vamos arriba, debes ir al hospital - aún así sus brazos seguían aferrados a mí.
- ¿Me acompañas? - su mirada se fijó en mí.
- No lo sé, no quisiera distraerte - no quería interferir.
- No lo harás, ¿si vas conmigo? - sus ojos terminaron por convencerme.
- Está bien pero ya levántate - soltó su agarré.
- Ya voy, ¿tomamos una ducha juntos? - ambos nos levantamos de la cama.
- Claro pero debo de ir por ropa - señalé la puerta.
- Ve y te espero en la ducha - asentí, me vestí con su camisa y salí de la habitación.
Regresando del hospital cambiaría mis cosas a la habitación de Nathan. Entre a la habitación busqué mi ropa, un poco de maquillaje y salí, no tarde mucho en estar de nuevo con Nathan.
Podía escuchar como el agua caía dentro del baño así que me dirigí hacía el. La espalda de Nathan estaba frente a mí, silenciosamente me acerqué hasta estar frente a él. Poco a poco acerqué mis manos hasta tenerlas en su gran espalda, en menos de lo que pensé Nathan me tenía atrapada bajo la lluvia artificial de la ducha.
- Me asustaste - dijo muy cerca de mis labios.
- Y tú acabas de mojar tu camisa por completo - no llevaba ropa interior y para empeorarlo un poco más la camisa era blanca.
Los ojos de Nathan recorrían cada parte de mi cuerpo, mi corazón latía muy rápido.
- Me encanta como se te ve mi ropa, pero amo como te ves sin ella - de en momento a otro me encontraba completamente desnuda.
La mirada de Nathan aún seguía sobre mi cuerpo, poco a poco comenzo a hacer pequeñas caricias sobre mí.
- Mi plan era ducharnos rápido para salir de la casa lo antes posible. Esperaba controlarme para lograrlo pero no lo conseguí - tomó mis piernas y me levantó.
Un batalla de besos comenzó ambos queríamos tener el control del beso era hambriento, en el demostrábamos todo el deseo retenido durante tanto tiempo. Llevé mis manos al cuello de Nathan y me aferré a él, sabía que no me dejaría caer pero también era una buena escusa para acercarlo a mí. Mis labios viajaron a su cuello, su aroma invadía todo mi ser. La presión en mi parte íntima era cada vez mayor.
En un movimiento rápido Nathan entró por completo en mí, sin poder evitarlo un gran gemido salió de mis labios. Los movimentos de Nathan eran rápidos y fuertes, intentaba no gemir pero los movimientos de Nathan me lo impedían al igual que sus caricias y besos, sabía cuales eran mis zonas más sensibles. Las respiraciones agitadas al igual que los gemidos se escuchaban por todo el baño.
Algúnos gemidos y movimientos después llegamos al punto máximo. Nathan dejo mi cuerpo en el piso pero mis piernas fallaron, creí que caería al piso pero Nathan me tomó por la cintura antes de que sucediera.
- Creo que me excedí un poco - me ayudo a incorporarme.
- Estoy bien - bese sus labios.
- No lo hagas mientras estemos aquí, porque sino te juro que no te dejaré salir de este baño - sin poder evitarlo reí.
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Casada Con El Sexo
Romance- ¿Qué te parece si apostamos algo? - ¿Qué tienes en mente? - Tú esposa - las alarmas dentro de mí se activaron. - Tranquilo no es sexo, ¿sientes algo por ella? - No. - ¿Y ella siente algo por ti? - No sólo tenemos sexo, ¿a qué viene todo ésto...