Capítulo 39.

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— No piensas bajar así, ¿cierto? - señaló mi cuerpo.

— ¿Porqué no? - creo que la idea no le agrado.

— Porque es una fiesta donde hay muchas personas importantes, créeme tu vestido no es el indicado - no se veía feliz.

— Es una lástima, tu madre lo escogió - su rostro cambió drásticamente.

— Señor sus padres lo esperan - Ana entró.

— Ya voy - giro y comenzó a caminar.

— Debes de aprender a tocar antes de entrar - lo dije muy poco audible pero sabía que ella lo había escuchado.

— Vamos Elizabeth - Nathan estaba en la puerta terminando de colocar unos gemelos en sus muñecas.
— ¿Porqué aceptaste ese vestido? - extendió su brazos para que pudiera tomarlo.

— Tu madre lo escogió, es la primera vez que lo veo - comenzamos a bajar las escaleras.

— Debiste de elegirlo tú - ibamos a mitad de las largas escaleras.

— Lo sé, no es mi estilo pero ella lo eligió y debía usarlo - una pequeña risa salió de sus labios.

— Al parecer nadie esperaba ese vestido - estabamos por terminar de bajar las escaleras y todas las miradas estaban fijas en mí.

Era realmente incómodo, todas las mujeres me observaban a detalle al igual que los hombre pero claramente con otras intenciones.

— Ven - Nathan me pegó a su cuerpo y continuamos nuestro camino.

— Mamá - mis padres estaban ahí, al igual que mi hermano, mi tía Mercedes por supuesto Alondra y Mateo estaban justo a su lado.

— Feliz cumpleaños - mi madre fue la primera en abrazarme.

Después de recibí más abrazos por cada uno de ellos hasta llegar a Mateo.

— Feliz cumpleaños Elizabeth - extendió sus brazos en mi dirección.

Correspondi a su abrazo, extrañaba tanto esta sensación. Sus brazos siempre fueron mi mejor refugio, en él encontraba paz y tranquilidad. Quería parar el tiempo y detenerlo en este momento, había pasado tiempo y sabía que mis sentimientos hacía él no eran los mismo que fueron meses atrás, sin embargo cada vez que estaba cerca de él podía sentirme como alguna vez lo hice estando a su lado.

— Te vez hermosa - susurro en mi oído.

— Gracias - dije de la misma manera y me alejé.

— Debemos de saludar a los otros invitados, si necesitan algo pueden pedírselo a las personas de servicio o buscarnos - Nathan tomó mi cintura.

— Muchas gracias - mi madre contestó a su comentario.

— Por nada, nos vemos más tarde - me despedí haciendo un pequeño movimiento con mi mano.

Como Nathan lo dijo saludamos a todos los invitados, algúnos los recordaba de las fiestas anteriores pero otros eran unos completos desconocidos para mí.

Después de un largo tiempo de saludos y felicitaciones, llegábamos al último grupo.

— Buenas noches - Nathan saludó llamando su atención.

— Buenas noches - esa voz, una sonrisa apareció en mi rostro.

— Hola Nathan - pero fue eliminada al instante.

Sebastián Peters y Karla estaban dentro del grupo de personas, era una buena y mala sorpresa.

— Feliz cumpleaños hermosa - Sebastián se acercó a mí.

Casada Con El SexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora