Casada Con El Sexo

Capítulo 50.

- Me refiero a que es hora de que todos lo vines, proyectos y empresas pasen a tu nombre - sus palabras fueron un golpe sólido para todos.

- Yo no puedo hacerlo, nunca hablamos sobre eso - las palabras de Nathan mostraba su confusión.

- Claro que puedes, confío en ti y se que incluso serás mejor que yo. Sé todos los proyectos que tienes y sé que funcionan, ahora los harás funcionar mucho más con todo el poder y prestigio que te brindarán las empresas - Nathan seguía sin creerlo, su rostro aún mostraba sorpresa.

- No se manejar una empresa, yo sólo doy dinero a las empresas para hacer funcionar los proyectos. Nunca me he encargado de uno, ¿cómo voy a hacer funcionar tantas empresas? - justo en este momento me arrepentía profundamente el haber venido.

- Te ayudaré pero mi corazón ya no me permite continuar. Además hay muchas personas trabajando en esas empresas, poco a poco irás aprendiendo. Será complicado, no te lo niego a mí también me costo pero ve ahora todo lo que he conseguido - sabía que ésto no sería fácil para Nathan pero también sabía que estaría ahí para él.

- ¿Qué pasa si no lo logró?, voy a tirar a la basura tantos años de trabajo - una sonrisa apareció en el rostro del señor Samuel.

- Te conozco a la perfección Nathan, jamás dejarías que algo así pasara - un suspiro salió de los labios de Nathan.

- ¿Tengo otra opción? - mis instintos me decían que me fuera silenciosamente pero sabía que eso sería imposible.

- Eres mi único hijo y me encantaría que tú continuarás con el legado de toda la familia. Pero está vez no te obligaré, venderé las empresas y no tendrás que hacerte cargo de ellas - segundo golpe.

Las empresas de Samuel Evans eran lo que cualquier empresario quisiera tener, el poder y el prestigio de las empresas era mucho mayor que cualquiera de las otras. Vender las empresas sería un error fatal, incluso yo sabía eso.

- No permitiré que eso pasé, si quería ser dueño de las empresas. No esperaba que fuera tan pronto pero estoy seguro de que lo lograre - la seguridad de Nathan convenció a todos.

- Sé que eres capaz de hacerlo y también se que no nos vas a decepcionar. Espero que logres todo lo que siempre has querido - Nathan asintió.

- Lo haré - una sonrisa apareció en el rostro de Nathan.

Confiaba en él y sabía que lograría todo lo que quisiera, y al parecer no era la única.

Después de una larga conversación él señor Samuel y Nathan tuvieron que firmar unos papales, los cuales hacían oficial el cambio de el nuevo dueño. Ahora Nathan era dueño de todos las empresas Evans, así como sus proyectos y también de los negocios hechos por él señor Samuel.

...

Después de ese día Nathan tuvo que abandonar el hospital debido a que sería muy complicado mantener una empresa y continuar con sus servicios médicos.

Nathan había tomado el cargo de presidente de las empresas Evans, todos aceptaron el cambio de la mejor manera. Ahora el trabajo es lo más importante para él, por las mañanas se va muy temprano y regresa muy tarde. Sinceramente he comenzado a acostumbrarme, su presencia en la casa es casi inexistente.

Hace unos días fue navidad, decidí hacer una cena. Invité a su familia y a mi familia, días antes llamé a la empresa en la que Nathan se encontraba normalmente y me comunique con su secretaría la cual me confirmó que Nathan estaría aquí en la tarde. Así fue llego por la tarde pero fue director a su oficina, sólo lo vimos en la cena conversó un poco y después se volvió a ir diciendo que tenía bastante trabajo. El resto de la noche la pase sola pues mis padres debían irse, la casa donde ellos vivían se encontraba demaciado lejos. Graciela y él señor Samuel también debían irse pues a este último aún se cansaba con facilidad y no era recomendable debido a su estado de salud.