Naomi se encontraba recostada en una cómoda cama, mientras intentaba asimilar todo lo que había vivido en los últimos días.
Habían cruzado el desolado desierto hasta llegar a los montañosos terrenos del Ducado Kherguita. Y luego continuaron por varios días más, pasando fugazmente por algunas villas y aldeas en el camino, hasta que finalmente alcanzaron este lugar.
La fortaleza Kherguita tenía varios niveles, para llegar al primero había que subir cientos de metros a través de un empinado camino de piedra. Esta era la única ruta que permitía subir la enorme meseta caminando normalmente pero aún así su pendiente era bastante pronunciada. Tanto que incluso los carros de comercio tenían algunos problemas para subirla a veces. Al llegar a la cima, una gruesa muralla de más de 20 metros de alto los separaba del interior.
Bajo un enorme portón de acero, que funcionaba como única entrada a la fortaleza, fueron levemente interrogados por los guardias del lugar hasta que finalmente les permitieron ingresar al primer nivel del interior. Pero no sin antes entregarles unos pases de turismo. Estos pases solo permitían el acceso a ciertas áreas y tuvieron que pagar un ostentoso precio para poder conseguirlos.
El primer nivel de la fortaleza, también llamado Zona Inferior, era el lugar donde las personas comunes, que tenían cierto grado de riquezas, y los militares de rango medio vivían.
Había mucho movimiento en este lugar, con carretas de comercio que iban y venían. También tiendas de todo tipo con gran actividad e infinidad de clientes. Se podría decir que esta zona era como una pequeña ciudad comercial que bordeaba toda la fortaleza.
Por arriba del primer nivel se encontraba la Zona Residencial. Para llegar a este segundo nivel había que ser ciudadano permanente de la fortaleza o tener un pase de honor, el cual era muy difícil de conseguir. Este nivel estaba separado de la Zona Inferior por una pequeña muralla de piedra y solo los nobles tenían permiso de vivir aquí.
Por último estaba el tercer nivel, el cual era el castillo del Duque Kherguita, donde vivían el duque y su familia. Este lugar era completamente inaccesible para la mayoría, y poner un pie aquí sin permiso era castigado con la pena de muerte. Por supuesto que nadie entraría por casualidad en este nivel, ya que para lograrlo había que superar infinidad de controles y murallas.
Después de caminar por medio día, Ryou y Naomi habían encontrado una posada en el primer nivel donde podrían hospedarse momentáneamente. Mientras que sus monturas quedaron bajo los cuidados de los establos de la fortaleza.
"¡Este lugar es demasiado excéntrico! Gastamos más de 10 monedas de Oro cada uno tan solo por llegar, conseguir hospedaje y guarecer nuestras monturas" Se quejó Naomi, mientras se perdía en sus pensamientos. Ella sabía que en el Gran Desierto Oscuro se podría vivir bien durante mucho tiempo con esa misma cantidad de dinero.
Ryou había salido de la posada por tercer día consecutivo, y solo él sabía lo que hacía afuera. Mientras tanto Naomi se encontraba aburrida en su habitación, recostada en la cama, mientras se perdía en sus propios pensamientos.
No había mucho que ella pudiera hacer en los ratos que no entrenaba su nueva técnica de cultivo, Mar Salvaje. Tampoco podía cultivar todo el tiempo, el nivel de concentración necesario para hacer eso superaba a su fuerza mental actual, y además todavía no se había acostumbrado a los niveles de energía del Ducado Kherguita, los cuales eran superiores a los del Gran Desierto Oscuro.
- Toc Toc -
La puerta del cuarto sonó.
Abrió, y se encontró con Ryou, que tenía una sonrisa de satisfacción.
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Divine Cruelty
FantasyUn joven de 13 años es forzado a explorar unas ruinas antiguas, cuando encuentra una poderosa luz divina que lo convierte en un esclavo de los cielos por toda la eternidad. Cientos de miles de años después, logra escapar de su cruel destino, regresa...