En un lugar frio e inhóspito, entre la frontera del Reino de Nastrand y el Reino Celestial de Pirea, dos personas se movían con gran velocidad a través de un bosque congelado.
A pesar que vestían con unas gruesas capas hechas con el pelaje de bestias demoniacas, el frio era intenso aquí y si no fuera por su elevada cultivación sería casi imposible para ellos cruzar este enorme bosque a pie.
"Maestro, realmente ha sido una grata noticia que el Emperador Zhou decida aplazar el Gran Torneo de Genios durante los últimos meses. Gracias a esto he tenido el tiempo suficiente para poder romper en el nivel 3 de Maestro Espiritual y estabilizar mi cultivo antes de la competencia" comentó el hombre más joven del dúo. Parecía tener unos 30 años como máximo, y su mirada lucía pura y llena de sabiduría. Este era un rasgo muy difícil de encontrar en alguien de su corta edad. Además, su porte era magnifico y sus rasgos refinados lo hacían lucir como si su rostro hubiera sido tallado a medida por manos celestiales.
Pero lo más impresionante era que si una persona normal observara detenidamente los ojos de este joven durante un instante, se quedaría fascinado sin notarlo, debido a la rareza de los mismos.
Estos blancos ojos parecían poder ver a través de todas las cosas y destapar los misterios del mundo entero fácilmente.
"Joven Bing, si no fuera porque empezaste a cultivar tan tarde estoy seguro que ya habrías alcanzado este nivel de cultivación hace muchos años. Un genio como tú no tendrá rivales en esta época, siempre en cuando se esfuerce por continuar mejorando a diario" el anciano de barba y melena blanca dejó estas palabras mostrando una pizca de vergüenza en su voz, y luego agregó con cierto grado de pesar en su rostro:
"Me temo que todo es culpa de este viejo que tardó tanto tiempo en descubrir el talento con el cual fuiste bendecido al nacer..."
"¡Maestro, no es su culpa!" replicó el joven de inmediato, mientras ahuecaba sus puños en señal de respeto.
"Estos ojos no han aparecido en ningún otro discípulo de nuestra secta durante tantos miles de años... ¡Es normal que los ancianos no hayan podido identificarlos de inmediato en primer lugar!"
"Además ¿Qué son un par de décadas perdidas cuando planeo vivir durante varios cientos de años?"
El actual Maestro de la Orden de Hielo estaba totalmente encantado con su discípulo y su carácter sensato. Su fanatismo por el joven había llegado hasta el punto donde se atrevió a pedir un permiso especial a los antepasados de su secta para que le permitan en esta generación romper el aislamiento que la Orden de Hielo había tenido del mundo exterior desde hace incontables años. Y todo con el único objetivo de cultivar a su discípulo lo mejor posible y darle nuevas experiencias que lo ayuden a progresar velozmente.
Debido a la increíble habilidad ocular de su discípulo, era totalmente necesario que el joven se midiera con los genios de otros poderes del continente para continuar con su rápido progreso actual.
El anciano sonrió, y habló con solemnidad:
"Bing Fylk, tu carácter es tan bueno como tu talento. Pero a pesar de nuestra ineptitud inicial para cultivarte desde temprana edad, toda la Orden de Hielo se compromete a apoyarte con todo su poder actual para que puedas heredar mi posición en un futuro y convertirte en el Maestro de la Orden más joven de la historia"
El joven asintió satisfecho con los arreglos que el anciano había preparado para él y estaba más que dispuesto a aceptar esta enorme responsabilidad. De hecho, intentaría llevar a su secta hacia nuevas alturas en un futuro. Esto era algo que ya había decidido con fuerza en su corazón.
Luego de unos momentos, preguntó:
"Maestro, todavía no lo entiendo de todo, pero ¿A qué se debe los cambios recientes en el reglamento del Gran Torneo Imperial de Genios de esta ocasión?"
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Divine Cruelty
FantastikUn joven de 13 años es forzado a explorar unas ruinas antiguas, cuando encuentra una poderosa luz divina que lo convierte en un esclavo de los cielos por toda la eternidad. Cientos de miles de años después, logra escapar de su cruel destino, regresa...