Divine Cruelty

Capítulo 100: Maestro Espiritual

Antes de que los 20 discípulos abandonaran el Plano Alterno, Ryou les entregó a cada uno de ellos algunas técnicas de combate, enfocadas en sus propios talentos, para que practicaran intensamente en un futuro. Aunque las técnicas dadas eran solo del nivel bajo del rango cielo, seguían siendo muy superiores a las que los pequeños poderes del territorio tenían.

De hecho el más fuerte de estos poderes tendría como máximo algunas pocas técnicas del nivel Medio, del rango Tierra. Por lo cual una técnica de combate del rango cielo era un tesoro inmenso para todos estos jóvenes.

Ryou también les enseñó a todos una poderosa formación de batalla, la cual deberían practicar juntos en un futuro. Esta formación podría incrementar el poder del grupo en varios niveles, haciendo que puedan derrotar a un número mucho mayor de enemigos mientras permanecieran juntos. Los jóvenes no lo sabían todavía pero esta formación de batalla era una de las tantas creaciones del legendario genio militar y estratega, Sun Wu.

Por último les dio distintas asignaciones a cada uno de ellos, dependiendo de los resultados obtenidos en la segunda prueba de 50 preguntas, de sus conocimientos y también de sus propios deseos personales.

Algunos fueron asignados para servir en el gobierno con una respetable posición desde el inicio y otros se marcharían hacia el ejército, donde tendrían un alto cargo militar desde el comienzo. También hubo algunos pocos que tenían talentos especiales en ciertas áreas, y que fueron asignados como parte de la cúpula de los nuevos gremios creados en el territorio.

Todos los que tenían conocimientos previos en alquimia, runas espirituales o herrería, fueron automáticamente asignados a formar parte del staff de dichos nuevos gremios.

La hermosa Lei JingYi fue la única excepción, como discípula principal de Ryou debería permanecer a su lado para aprender de él, y asistirle en sus deseos.

Al salir del Plano Alterno de Sao Feng, los discípulos descubrieron que la baronía lucía bastante diferente a como la recordaban hace solo 10 días atrás.

En este corto periodo de tiempo, Ryou había empleado a un sinfín de trabajadores para hacer grandes remodelaciones, tanto en el castillo como en las calles de la villa.

El pequeño castillo ya no tenía paredes en mal estado y sus defensas habían sido incrementadas en varios niveles. Además los que eran buenos observadores, pudieron notar que una fina capa de energía espiritual cubría toda la estructura, otorgándole una dureza muy superior a la de una simple pared de piedra.

Las calles de la baronía ya no estaban llenas de basura, e incluso todos sus baches e imperfecciones habían sido arreglados, y ahora lucían tan lisas como las de la Fortaleza Kherguita.

Al caminar por la villa se podía apreciar que todavía había muchas obras en construcción, con cientos de trabajadores en todos lados. De hecho una de las cosas que más llamó la atención del grupo de jóvenes fue que todos estos trabajadores tenían un mismo uniforme color gris que decía Ministerio de Construcción.

Esto era bastante raro, jamás habían oído hablar de simples obreros a los cuales se les entregara ropa formal de trabajo.

"El maestro disfruta derrochando recursos" Pensó uno de los discípulos con una sonrisa, ya conocía el carácter generoso de su maestro de antemano.

Después de sorprenderse durante un tiempo con los tremendos cambios que se habían producido en la villa principal de Monte Rocoso, los jóvenes se marcharon hacia los destinos que les fueron asignados, con la promesa de juntarse dos veces a la semana para practicar la formación de batalla que su maestro les había entregado.