La Bestia Feroz estaba preparándose. Llevaba semanas estando atada con esas gruesas cadenas y poder sentir la libertad nuevamente, después de tanto tiempo, le hacía querer asesinar a humanos y probar su sabrosa carne.
El viejo que la capturó le había dicho que si lograba vencer a todos hoy, podría ganar su libertad en un futuro. Por supuesto que no podía responderle, pero esto no significaba que no entendiera sus intenciones. Todas las bestias del rango Feroz tenían cierta inteligencia, algunas más que otras.
Esta bestia, en especial, era bastante más inteligente que el promedio.
Miró a la derecha, y vio un grupo de tres humanos con actitudes dominantes. Tenían túnicas amarillas y miradas desafiantes, claramente no serían fáciles de vencer.
Luego, miró a su lado izquierdo, y fijo su vista en otros dos grupos de personas.
Aunque no eran tan imponentes como el primero, seguían siendo un desafío.
Un grupo tenía tres personas y a pesar de que lucían algo asustados, seguían superándolo en número.
El otro grupo solo era un dúo, pero se veían bastantes seguros de sí mismos. Además, estaban cerca del grupo de tres. Lo que significaba que atacarlos en esa zona, podría acabar mal para él sí ambos grupos decidieran ayudarse entre sí.
Por último, la criatura fijó su visión en el centro de la arena y vio a un pequeño mocoso que se encontraba meditando tranquilamente dentro de un círculo dibujado por él mismo.
Esto sorprendió a la Bestia Feroz. A pesar de que no tenía una inteligencia tan alta como la de un humano, todavía podía intuir que algo estaba muy mal con este mocoso.
Pero a pesar de esto, sus opciones eran claras.
Podría enfrentar primero a 3 poderosos guerreros a la derecha, a otros 5 guerreros a la izquierda o a un mocoso que meditaba tranquilamente con los ojos cerrados en el medio de la arena.
Decidió ir por el camino que considero más seguro, y se acercó lentamente hacia Ryou.
En un principio, lo asechó a una distancia segura. La bestia estaba analizando a su oponente e intentando averiguar que estaba mal con este joven, que claramente no la puso en sus ojos en lo más mínimo.
Al llegar a una distancia de 10 metros, el joven seguía meditando tranquilamente como si nada pasara.
La bestia estaba confundida, y sus instintos primitivos le gritaban que cambiara de objetivo por alguna razón. Pero sus otras opciones no eran mejores. Así que ignoró sus instintos y abriendo su boca, que mostraba unos filosos dientes, cargó hacia adelante con un gran salto.
Ryou, a pesar de estar meditando con los ojos cerrados, en realidad ya había preparado de antemano el terreno para poder enfrentar este posible desenlace. Debajo de donde estaba sentado, había dibujado en la arena algunos sellos defensivos que contenían una gran energía. Estos grafitis estaban ocultos sobre sí mismo, por lo cual no habían sido notados por el resto.
Algunas voces inquietas, que miraban la escena, se escuchaban desde los picos:
"El muchacho esta tan asustado que ni siquiera puede moverse"
"Será su fin. Es una pena perder un genio de este calibre"
"Quizás superar la primera etapa de esa forma tan extraña fue tan solo suerte"
Mientras algunos honorables espectadores que no conocían a Ryou negaban con la cabeza y lanzaban comentarios al azar, los miembros presentes de la tribu Roca Ardiente, aunque no decían nada, estaban muy preocupados por la actitud del joven.
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Divine Cruelty
FantasyUn joven de 13 años es forzado a explorar unas ruinas antiguas, cuando encuentra una poderosa luz divina que lo convierte en un esclavo de los cielos por toda la eternidad. Cientos de miles de años después, logra escapar de su cruel destino, regresa...