Divine Cruelty

Capítulo 164: Gran Torneo Imperial de Genios (11)

"Seguramente no me recuerdes debido a que la última vez que nos encontramos yo era una cultivadora insignificante del rango Gran Guerrero, mientras que tú eras la poderosa capitana de la guardia del barón de Monte Rocoso, cuya cultivación ya había alcanzado la de una Guerrera Espiritual. Admito que en ese momento te admiraba un poco, pero luego entendí que en realidad todos tus supuestos logros personales eran solo debido a la ayuda de mi hombre. Él será solo mío, así que te recomiendo ir borrando su rostro de tu cabeza" soltó Miao Lanruo, con bastante resentimiento, ante la atónita mirada de Suki Naomi.

« ¿De qué demonios está hablando esta chica? » pensó la confundida Naomi.

Definitivamente, ella no recordaba conocer a la otra parte. Pero, por alguna razón, su rival actual parecía saber muchas cosas sobre su pasado; incluyendo el hecho de que fue la capitana de la guardia de Monte Rocoso.

"Mi hombre me salvó la vida en aquel entonces, y gracias a él pude despertar mi poderosa línea de sangre. Se podría decir que básicamente le debo la vida. Además, he visto como lo mirabas en aquel entonces, cuando todavía vivía en el territorio de Monte Rocoso, y no permitiré que nadie me lo arrebate. Por lo cual, quiero que sepas que él será mío y deberías resignarte de intentar algo más con él de ahora en adelante" explicó Miao Lanruo, en voz baja, con una mirada llena de determinación.

Ella tenía un temperamento caliente como el fuego, y rara vez se ahorraría de decir libremente todo lo que quisiera soltar. Era alguien bastante sincera y frontal en este sentido. Pero no quería que todo el Coliseo Celestial sepa sobre su conversación privada, por lo cual se acercó a Naomi y comenzó a hablarle en un tono bastante bajo.

Naomi todavía lucía algo confundida, hasta que finalmente habló: "Creo que hay una confusión aquí... oh, espera... ¿Quién es tu hombre?"

"No te hagas la indiferente, sabes bien quien es él. Me refiero a mi salvador, Sumeki Ryou" usando el Susurro Fantasmal, y moviendo los labios de forma extraña, Miao Lanruo envió su transmisión secreta hacia Suki Naomi.

Ryou era el criminal número uno, y más buscado, en este momento. Por esta razón, no sería algo sensato nombrarlo públicamente enfrente de todos.

Naomi abrió los ojos bien grandes y su calma habitual se rompió.

"T-tu... ¿Qué tonterías dices? Perra... ¡Ven aquí!" exclamó Naomi hecha una fiera.

Suki Naomi normalmente era calmada como el agua de un lago, pero ahora no podía evitar querer golpear a la otra parte con fuerza.

¿Esta perfecta desconocida quería robarle a su amor imposible que conocía desde hace tantos años? Además ¡Nunca escuchó hablar de ella antes! ¿Cómo podría una discípula de la secta Fuego Ancestral conocer realmente a Ryou? ¿Quién diablos era esta joven sumamente bella y coqueta que quería arrebatarle al hombre de sus sueños? Pero, sea quien sea, la haría sufrir hasta que entendiera las consecuencias de su codicia desmedida.

El Protector Divino, que miraba desde su alto asiento como Juez Principal del torneo, estaba espantado al ver la nueva actitud de Suki Naomi.

Hasta hace solo unos instantes atrás había pensado que el carácter de esta joven era increíblemente sensato y calmado. Pero ahora lucía extremadamente enojada y su rostro se había enrojecido por la furia.

« ¿Qué demonios pasó? ¿Acaso la niña tiene problemas emocionales? ¿O quizás este es su verdadero carácter y realmente es una seguidora ferviente del joven demoniaco? » pensó el desconcertado anciano, ante el brusco cambio emocional, y sin sentido, de Suki Naomi.

¿Cómo podría cambiar tan abruptamente el estado de ánimo de una persona normal?

Sus instintos rara vez le habían fallado anteriormente, pero la Suki Naomi de la actualidad no tenía nada que ver con la joven de hace algunos segundos atrás.